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El suelo, por las nubes

Movimientos cívicos combaten en Madrid el ya problema endémico de conseguir piso o casa para vivir 

PANCHO TRISTÁN

Hay cifras que aterran. Las del acceso a la vivienda, por ejemplo. Si aquellos que vivien en casa de sus padres porque no pudieron comprar un techo bajo el que construir sus horas se comprasen un piso, la proporción de pobres entre los menores de 35 años alcanzaría el 43%. Así lo asegura el Informe sobre la Inclusión Social elaborado por Caixa Catalunya para 2008. El dinero que les quedaría a esos jóvenes para sus gastos después de pagar la hipoteca los convertiría, técnicamente, en pobres.

Así están las cosas. Y el problema va mucho más allá delos jóvenes. Hay un ejército de talluditos que no tienen demasiados motivos para presumir de hogar. Dice el portavoz de la Mesa de Iniciativas por el Derecho a Techo, Fernando Gómez, que con el colectivo al que él pertenece trabaja 'gente de 50 años que en ningún momento han podido acceder a una vivienda'.

La Mesa de Iniciativas por el Derechoa a un Techo es una de las muchas organizaciones sociales que han surgido en los últimos años para reclamar un nuevo modelo en la política de vivienda que acabe con esta situación. De la Mesa forman parte organizaciones como la Plataforma por una Vivienda Digna, una de las más veteranas en la búsqueda de soluciones a este problema. Otros colectivos, como V de Vivienda, trabajan también para enfrentar la situación.

Para los colectivos que defienden el derecho a una vivienda digna, el problema radica en la regulación actual del suelo. Sostienen que hay viviendas de sobra. Las cifras les dan la razón: tan sólo en el 2007, se inició la construcción de 700.000 nuevas viviendas en España. Sostienen entonces que la amplitud del parque de edificios y viviendas desocupadas permite plantear un nuevo modelo de desarrollo que no mantenga a la gente en sus casas. Fernando Gómez, que fue okupa antes de trabajar en temas de vivienda y de vincularse a la Plataforma por una Vivienda Digna, propone una solución: 'Habría que crear y gestionar un fondo de la vivienda al que todo el mundo pudiese acudir'.

Algo parecido propone la Cooperativa de Vivienda Joven (COVIJO), un movimiento surgido en el barrio madrileño de Adelfas pero similar a otros existentes en otras grandes ciudades de España. Covijo nació para promover la construcción para el alquiles de un edificio de 50 viviendas en el barrio de Adelfas. 'Creemos que resulta importante que la gente viva en el barrio en el que se crió', comenta José Luis Fernández en nombre de la organización. 'Nuestra propuesta inicial pasaba por la idea de recuperar aquel edificio y que una cooperativa se encargarse de cobrar los alquileres y devolver el importe a la administración. Además, los bajos servirían para montar negocios que impulsarían la economía del barrio'.

La propuesta surgió en 2002. 'Muchos de los que comenzamos con aquello ya han abandonado', explica José Luis. Consiguieron cosas como que el Partido Popular de Madrid incluyese una propuesta basada en la suya en las últimas elecciones municipales. Y ahora actúan como asesores del ayuntamiento. Su postura sobre el asunto de la vivienda pasa, como la de la Mesa de Iniciativas por el Derecho a Techo, por la construcción de parques de 'vivienda pública'.

Los colectivos en defensa de la vivienda se multiplican en toda España. No siempre es fácil mantener la actividad. 'La gente responde más a acciones convocadas de forma esporádica', admite Fernando Gómez. Y se entrega a la paciencia: 'Esta es una lucha de fondo', dice.

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