Este artículo se publicó hace 15 años.
Uriarte ve "herida" la unidad eclesial tras la designación de Munilla
El obispo de San Sebastián espera que "no quede cuarteada" la unidad entre los miembros del Obispado
El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha mostrado hoy su preocupación por que la unidad eclesial "no quede cuarteada" tras la designación de José Ignacio Munilla para sustituirle al frente del Obispado, aunque ha matizado que "no está cuarteada", pero "sí herida".
Uriarte, en una entrevista en ETB, se ha referido a la polémica suscitada por el nombramiento de Munilla -el 77% de los párrocos guipuzcoanos han expresado en una carta su disconformidad- y ha considerado que "es tiempo de sufrimiento para la comunidad cristiana de Guipúzcoa, para su presbiterio, para el obispo que sale y para el obispo que entra".
Según ha indicado, a todos ellos les tocará "ir restañando la unidad, sin la cual la vida eclesial pierde un valor esencial y el testimonio eclesial se vuelve opaco". Uriarte ha afirmado que en cuanto supo de la designación de Munilla pensó que habría "remolinos interiores", que "tampoco se pueden ni machacar con la coacción ni controlar como uno quisiera", según ha indicado. Ha considerado que es "muy importante" ver "cómo se va a situar en el futuro este obispo ante esta comunidad" y viceversa.
ETAPor otra parte, Uriarte ha asegurado que volvería a intermediar con ETA en la búsqueda de la paz y ha señalado, como conclusión de la labor de mediación que desarrolló en la época del Gobierno de Aznar, que "una proceso de estos puede descarrilar fácilmente cuando se interfieren ideologías muy compactas, maximalismos, desconfianzas, intransigencias". En su opinión, "es preciso ser muy prudente y llevar las cosas por la vía discreta".
Uriarte ha deseado que pronto acabe "la pesadilla de ETA" y que la sociedad encuentre "fórmulas para vivir de manera consensuada y unida". Ha abogado también por la reconciliación, que, a su juicio, es "imposible" si no se busca "toda la verdad" y si no se practica justicia.
El obispo se ha mostrado dolido por haber escuchado críticas que le situaban "más cerca de los verdugos que de las víctimas", ante lo cual ha dicho que ha "fustigado" de manera enérgica "cientos de veces" el "desatino de ETA" y ha mostrado su "identificación con las víctimas" del terrorismo.
Según ha indicado, sus alusiones en ocasiones al "sufrimiento de los familiares de los presos" de ETA o a que "es preciso respetar los derechos humanos de las personas, aunque sean los mayores criminales del mundo" no constituyen inclinación a ETA, sino "humanismo".
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