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"Ya hemos vencido, al menos hasta la próxima asamblea"

'¡Presidente, presidente!', gritaban eufóricos los gasparistas: llegó su día

JUANMA ROMERO

Gaspar Llamazares sonrió. Con rotundidad, sin angustias. Lo hizo a la llegada a la sede de la federación, en la madrileña calle de Olimpo. Lo hizo al entrar a la sala de prensa. Lo hizo al conjugar sus primeras palabras. Sonrió. Pletórico. Síntoma más que elocuente en un hombre tímido, un currante nato –premio al diputado más activo en 2006, otorgado por los periodistas parlamentarios–. De trato afable. Hasta ahí. Le tensa hablar de las severas grietas internas que padece IU. Lo odia.

Pero ayer era su día. A las 20.15, tras votar los Presupuestos en el Congreso, llegó a un Olimpo bullicioso como nunca. Y escoltado por los suyos. Montse Muñoz, Isaura Navarro, Pedro Antonio Ríos, Antonio Cortés, Inés Sabanés. Saludó a Felipe Alcaraz, a Paco Frutos, los jefes del PCE. Hubo formalismo de etiqueta. Aunque cortaba el aire.

Pasó el trámite rápido. Apuró uno más: el abrazo con Marga Sanz, su leal rival, que le esperaba ya en la sala de prensa. Al segundo, emergieron los gritos de “¡Presidente, presidente!”. “Por fin”, comentaban sus fieles escuderos después de un día frenético. “Ya hemos vencido, al menos hasta la próxima asamblea [en la primavera]. Las bases han demostrado que el actual aparato del PCE está agotado, que no ha movilizado a su gente y que Gaspar es el candidato que quieren”. Los peceros asumieron la derrota con aplomo. “La esperábamos”, resoplaba un alto dirigente. ¿Y por qué Andalucía, el brazo más poderoso del PCE, no ha mandado más que 6.159 votos, con sus 23.343 afiliados? “No ha habido tiempo. Estos días llegarán más sobres. El proceso tuvo sus defectos”, argüía la misma fuente.

Llamazares tiene su Olimpo. Ahora sí que sí. Un trono seguro hasta 2008.

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