Hay frases hechas elaboradas con mayor o menor fortuna, pero lo de que la primavera la sangre altera, es tan cierto como que el agua moja. Y si la primavera viene vestida de verano, ya ni te cuento. Pero nada mejor que filtrar el delirio primaveral que con una batalla… de flores, por supuesto.
Nos vamos a Córdoba para lanzarnos unos claveles y conocer la batalla de las flores. No es la única de España (ni del mundo), pero sí es la fiesta perfecta para abrir boca a esta primavera, un evento que se enmarca en un mes grande en celebraciones en la ciudad cordobesa: cruces, flores, patios y feria.
La batalla de las flores de Córdoba: a clavelazo limpio
Como otras grandes festividades españoles, 2022 fue el año del reencuentro de los claveles con Córdoba, una edición que se recuerda con especial cariño porque supuso un punto y aparte con respecto a la poco florida etapa pandémica. Fue una forma de volver a vestir a la ciudad con sus mejores galas, las flores. Pero, ¿cómo surge esta costumbre de lanzarnos claveles y sonrisas?
El origen de la fiesta: el desfile de 1915
Fue en 1876 cuando se celebra la primera batalla de flores dentro de los eventos del Carnaval de Niza. En plena Belle Époque, con la pujante burguesía europea diseñando un nuevo estilo de vida a la altura de su (supuesta) sofisticación, van surgiendo fiestas marcadas por la elegancia y el refinamiento. Y las flores encarnan a la perfección este anhelo de belleza: ¿por qué no un desfile de carrozas engalanadas con flores?
El éxito de la fiesta de las flores en la Costa Azul francesa se extiende rápidamente por Europa occidental llegando a España, donde ciudades como Murcia, Valencia o Laredo toman el testigo. En la ciudad cántabra la batalla se celebra por vez primera en 1908. Pocos años más tarde le llega el turno a Córdoba, que también sabe un poco de flores.
Fue en 1915 cuando se tiene constancia del primer conato de pelea floral en las calles cordobesas. Pero por las fotos y las crónicas que se pueden hallar en el Archivo Municipal de Córdoba, no parece que aquello fuese exactamente una “batalla”, sino más bien un desfile. Los coches tirados por caballos aparecen engalanados con flores, desde las ruedas de madera hasta los asientos de los pasajeros, que aparecen ataviados con elegantes vestidos y trajes.
Una de las “carrozas” que fue fotografiada llama la atención sobre el resto: una recreación de dos cisnes que tiran de un carro que parece flotar sobre las nubes de gasa: casi como si se tratara del mitológico carro de Apolo, una maravilla.
Una historia intermitente hasta 1988
Pero, a pesar de la belleza de estas primeras carrozas decoradas y engalanadas con flores, la costumbre de echarse flores no prendió lo suficiente en la ciudad ya que las siguientes siete décadas estuvo marcada por la discontinuidad.
Hay que saltar varios años para volver a disfrutar de esta fiesta en la década de los 30, para después volver a ser suspendida durante la Guerra Civil y la posterior etapa de posguerra. Vuelve en los años 50 pero, al parecer, unos incidentes echan al traste la celebración que se recupera una década después.
No sería hasta 1988, por insistencia de la Federación de Peñas Cordobesas, actual artífice del evento, cuando la batalla de las flores se consolida definitivamente en la ciudad hasta nuestra época… con el hiato de la pandemia, por supuesto.
Una batalla para echarse flores
La edición del año pasado de la batalla de las flores de Córdoba llegó con varias novedades que se espera se mantengan durante la edición de 2023 que tiene lugar el domingo 30 de abril. Así se ampliaba la ruta de las carrozas con respecto a años anteriores, recuperando el itinerario que tenía en los años 90 cuando salía de la avenida República Argentina, continuando por el Paseo de la Victoria y dando dos vueltas a los Jardines, girando por las glorietas de Ciudades Hiroshima y Nagasaki al norte y Media Luna al sur.
Como sucede en este tipo de floridas batallas, se aconseja tomar posiciones lo antes posible. Recuerda que el desfile arranca a las 12.00 horas con el lanzamiento de un cohete. Pero desde muchos minutos antes, los cordobeses y viajeros llegados desde muchos puntos de España y más allá ya se acercan a las vallas y las cintas que cercan el recorrido para tener una buena perspectiva del desfile.
El año pasado pudimos disfrutar de 14 carrozas con participación de diferentes peñas y asociaciones culturales. Cada una de ellas se esmera durante días en engalanar su carroza para que sea la más vistosa del desfile, recordando aquellas carrozas de hace más de un siglo que parecían surcar las nubes del cielo cordobés. Ahora, tampoco están mal, ¿no?
Además del griterío y algarabía de la batalla, también se pueden percibir los acordes de diversos himnos clásicos: el pasodoble Soy cordobés no puede faltar. La música corre a cargo de una banda de música diferente cada año.
¿Y qué nos ponemos de ropa? Bueno, la batalla de las flores de Córdoba no es tan puntillosa como pueda serlo la Feria de Abril de Sevilla pero también pueden verse vestidos de gitanas. Y los grupos que viajan en las carrozas suelen ir ataviados con indumentaria diseñada específicamente para la ocasión, a juego con los motivos que decoren su carroza.
El Mayo Festivo cordobés
Los 80.000 claveles que volarán son la segunda celebración de esta florida primavera cordobesa que arranca con las Cruces de Mayo, entre el 27 de abril y el 1 de mayo: las calles y plazas de la ciudad se llenan de cruces elaboradas con flores premiándose las mejores en un concurso organizado por el Ayuntamiento.
Sin tiempo para descansar, nos presentamos ante el Concurso de Patios de Rejas y Balcones, una de las fiestas más populares de toda Andalucía y que convierte a Córdoba en destino turístico por excelencia. Entre medias, la Romería de las Virgen de Linares que llega el 7 de mayo, para terminar este Mayo Festivo con la Feria de Nuestra Señora de la Salud, la Feria de Córdoba, del 20 al 27 de mayo. ¡Cómo no va a alterar la sangre la primavera con tanto festivo!
