El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), es mejor guionista que gestor público. No cabe duda. Mientras Andalucía va a la deriva, reuniendo algunos de los peores indicadores sociales de España (empleo, sanidad, educación, pobreza...), el dirigente del PP se dedica a escribir ficciones a medida en su propia plataforma: Canal Sur. Así lo hizo durante la última campaña de las municipales, tal y como denuncian los propios profesionales de la televisión autonómica. Ahora, no contento con eso, le remite sus guiones al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Como viene denunciándose desde que llegó al Palacio de San Telmo, Moreno Bonilla ha convertido Canal Sur en "una herramienta electoral del Gobierno andaluz", según advierte el Consejo Profesional de la Radiotelevisión de Andalucía (RTVA), que considera que en la última campaña electoral el ente autonómico incumplió "los principios de independencia y neutralidad". Le quedó un guion niquelado a Moreno, que sabe cómo jugar con héroes (PP) y villanos (Pedro Sánchez) en una trama con pocos giros inesperados y, a decir verdad, repleta de tópicos (ETA, EH Bildu, gobierno Frankenstein...).
Quizás algo celoso de las mejoras laborales de los guionistas de EEUU, Moreno quiere más proyección y como sus ficciones tienen el recorrido que tienen en una región, como la Andaluza, a la cola de Europa en empleo, ha apostado por enviarle sus guiones a Pedro Sánchez. En el último remitido, acusa al presidente y su Gobierno de articular una "campaña de acoso a los agricultores de Huelva", convirtiendo a la coalición progresista en "cómplice" de lo que describe como una difamación.
En su intento por ganar más reconocimiento del que merece y tiene, Moreno Bonilla ha caído en un error de guionista novato. Salvo que se salte a un plano abiertamente futurista, de fantasía y ciencia ficción, cuando se elabora un guion hay que tener cuidado con no traspasar demasiado los límites de la realidad, es decir, falsear pero que parezca posible; de lo contrario, no es creíble, cuesta que el espectador se meta en la historia. En el capítulo de la serie que Moreno Bonilla ha enviado a Pedro Sánchez, el personaje que encarna éste último es responsable de haber provocado en "Andalucía una considerable indignación y una sensación de indefensión".
Obvia el presidente andaluz que quien pretende legalizar acuíferos ilegales desecando Doñana es él. Omite en su guion que quien deseaba construir otro Algarrobico de lujo que absorbiera los escasos recursos hídricos al pie del Parque Natural es él. El mismo que no permite hablar a quienes más conocen el entorno, a quienes aportan la visión científica del problema y podrían estropearle el guion que ha escrito sobre este asunto.