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El número dos de Brown admite errores en sus gastos

El titular de Economía puede perder su cargo en un reajuste del Gobierno

LOURDES GÓMEZ

Alistair Darling tiene, con casi toda seguridad, los días contados como ministro de Finanzas británico, ya que ayer admitió que se equivocó en una factura que presentó a la Oficina de Gastos del Parlamento. El responsable del Tesoro devolverá los cerca de 800 euros que cargó al erario público por los servicios comunitarios de su piso de Londres en el segundo semestre de 2007, cuando residía en el domicilio oficial ministerial, exento de renta.

El primer ministro, Gordon Brown, aceptó la versión de que fue un 'error sin querer', pero declinó asegurar si mantendrá en su puesto a su viejo colaborador escocés. Brown prepara un reajuste de su Gabi-nete y Darling destaca entre las víctimas más probables. Desde que en mayo estalló el escándalo de los gastos extravagantes y potencialmente fraudulentos de los parlamentarios, el jefe de Gobierno viene reiterando que aquellos que engañaron serán castigados.

La composición del nuevo Gabinete puede anunciarse después de las elecciones europeas y municipales, que los laboristas están resignados a perder. Brown dijo ayer que 'contratiempos temporales' no le desviarán de su trabajo como jefe de Gobierno para restaurar la confianza del público en los desprestigiados diputados y afrontar la recesión económica. 'Soy la mejor persona para limpiar el sistema político', resaltó a la BBC.

El primer ministro prometió crear un 'consejo de renovación democrática' encargado de trazar los ejes de una reforma constitucional. Los diputados se regirán por un código de conducta y el nuevo clima de 'transparencia' afectará no solo al Parlamento, sino al resto de los entes públicos, incluida la BBC.

Los sondeos de opinión indican, sin embargo, que la mayoría de los británicos prefiere que Brown adelante las elecciones generales para que el nuevo Parlamento decida el rumbo de la reforma del sistema político. El premier tiene margen hasta junio de 2010 para ir a las urnas.

Darling estaba en la cuerda floja por su temple gris e imperturbable ante el derrumbe de los bancos y la economía británicos. Pero las alusiones del diario The Telegraph sobre sus gastos le han colocado en el ojo del huracán.

El líder liberal demócrata, Nick Clegg, exige la dimisión del responsable del Tesoro que, de acuerdo con The Telegragh, cambió cuatro veces en cuatro años la vivienda que registró como segunda residencia, ahorrándose el pago de impuestos en sus respectivas ventas.

El diario conservador que destapó el escándalo de los gastos de los diputados, The Telegraph describió al líder conservador David Cameron como 'Mr Clean' (Don Limpio), al desvelar sus cuentas de gastos, pero otros medios indican que David Cameron no parece tan 'limpio' como sugiere el diario. De acuerdo con The Mail on Sunday, el jefe tory pudo ahorrar unos 25.000 euros al contribuyente.

Cameron cargó al erario el máximo permitido en concepto de intereses sobre el préstamo hipotecario de su segunda vivienda, 120.000 euros en cinco años. En ese tiempo, aprovechó el subsidio parlamentario para pagar la hipoteca de su casa de Londres, en vez de reducir el préstamo de 400.000 euros que pidió al banco para comprar la mansión de su circunscripción electoral.

El líder ´tory´, como otros diputados, asegura que cumplió las reglas. Pero se ve forzado a defenderse ante los afiliados que sospechan que utiliza el escándalo de los gastos para depurar a los diputados menos entusiasmados con su liderazgo.

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