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Musaví agita la protesta y llama a tomar la calle sin violencia

El candidato convoca a sus seguidores a una jornada de duelo hoy por los siete opositores muertos

SINA PARVIN/ PÚBLICO


La agencia oficial iraní Fars distribuyó imágenes como la de arriba de la marcha opositora. AP

Ni las amenazas, ni el bloqueo informativo, ni las prohibiciones del régimen iráni amilanaron tampoco ayer a los miles de seguidores de la oposición que salieron a las calles de Teherán por quinto día consecutivo con una pregunta que se podía leer en muchas pancartas: '¿Dónde está mi voto?'

Las decenas de miles de personas que llenaron de nuevo la céntrica plaza de Haft-e-Tir para pedir la repetición de las elecciones se echaron a la calle poco después de que el candidato reformista Mir Hosein Musaví inflamara las protestas populares llamando a sus seguidores a tomar la calle de forma pacífica

En los días anteriores, el derrotado candidato de cuya causa han hecho bandera los manifestantes había pedido inicialmente a sus seguidores que se quedaran en casa. Al final, terminó por encabezar él mismo una multitudinaria marcha de protesta el lunes.

La revuelta no ha dejado de crecer desde entonces y, tras la muerte ese mismo día de siete manifestantes por disparos de milicianos islámicos basiyis, el rival de Ahmadineyad llama ahora abiertamente a sus seguidores a salir a la calle.

'Como sabéis, algunos de nuestros compatriotas cayeron mártires o fueron heridos durante una ilegal represión contra aquellos que critican los resultados electorales', se lamentó Musaví.

Y prosiguió llamando a los iraníes a mantener hoy una jornada de duelo en recuerdo de los fallecidos. El candidato anunció que él mismo participará en una ceremonia de duelo, sin indicar cuándo ni dónde.

'Ofrezco todo mi apoyo a las familias e insto a toda la población a hacer lo mismo el jueves a mediodía, reuniéndose en las mezquitas y marchando por las calles de forma pacífica', pidió Musaví.

Pero sus seguidores no esperaron, sino que se echaron a la calle nada más divulgarse el comunicado de su líder. Los portales ligados a la oposición los habían convocado antes a una nueva manifestación.

A las cinco de la tarde, a la salida de la estación de metro Haft-e-Tir, una multitud abarrotaba el acceso a la plaza desde todas las calles adyacentes. Cada pocos metros, una persona sostenía un cartel en el que podía leerse: 'Esta es una manifestación silenciosa', o bien 'El silencio suena a veces más alto que los gritos', y otros que recomendaban que se abandonaran las calles 'antes de la caída del sol'.

De luto o vestidos con prendas verdes el color de la campaña de Musaví miles de personas iniciaron después en silencio la marcha hacia la parte norte de la ciudad, a través de la avenida Vali-e Asr, portando retratos de su candidato. Una joven enarbolaba una foto de uno de los siete muertos.

El liderazgo político-religioso iraní puso ayer sus amenazas en boca del poder judicial, que también controla. El Fiscal General de la ciudad de Isfahan, en el centro de Irán, Mohmad Reza Habibi, advirtió a través de la agencia oficial Fars de que los causantes de los disturbios que agitan el país podrían ser condenados a muerte.

La amenaza no parecía importar a los manifestantes de ayer. En el metro de Teherán un chico de 16 años se mostraba, sin embargo, desesperanzado. Decía que la protesta 'no iba a servir para nada' y que 'no cambiarían los resultados electorales'. Seis o siete pasajeros de su vagón, también partidarios de Musaví, intentaron convencerle de que había 'esperanza'.

Aparentemente ajeno a esta esperanza, Ahmadineyad reiteró ayer que las elecciones han sido limpias y que '40 millones de iraníes han ratificado los fundamentos de la República Islámica'.

Pero cada vez hay más voces que le contradicen. El único candidato que no se había sumado a las protestas, el conservador Mohsen Rezaeí, aseguró ayer tener pruebas del fraude electoral.

Rezaeí sostiene que hay una diferencia de 218.149 votos entre los sufragios que realmente obtuvo y las papeletas atribuidas a su candidatura por el Ministerio del Interior, según el portal iraní Tabnak.

El candidato conservador llegó incluso a dar un ultimátum al Ministerio de Interior para que presentara antes de la medianoche de ayer los resultados detallados de los comicios. Esta nueva denuncia apunta a la cada vez mayor división en la cúpula del poder político y religioso en Irán.

El mismo Musaví es un hombre educado dentro del sistema, que cuenta con el apoyo de prominentes figuras como los ex presidentesMohamed Jatami y Akbar Hashemi Rafsanyani, contrarios a Ahmadineyad.

Consulta al embajador

Como Irán y EEUU no mantienen relaciones diplomáticas, Teherán protestó ayer por la actitud de la Administración de Barack Obama a través de la embajada de Suiza en Teherán, que representa los intereses estadounidenses. El Ministerio de Exteriores iraní transmitió “la protesta y el desencanto” por las declaraciones de responsables norteamericanos sobre el resultado de los comicios, que la oposición ha denunciado como “fraudulentos”.

Escasa diferencia entre Ahmadineyad y Musaví

La protesta iraní ocurre después de que Obama afirmase que “la diferencia entre Ahmadineyad y Musaví puede que no sea tan grande como se ha venido anunciando”. Durante una entrevista con la emisora CNBC, Obama recordó que “de cualquier manera tendremos que tratar con un régimen iraní que ha sido históricamente hostil a Estados Unidos”. 

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