La Acrópolis, la principal atracción turística de Grecia, permanece cerrada aún después de que las fuerzas de seguridad dispersaran con gases lacrimógenos al grupo de empleados del complejo que bloqueaban el acceso al recinto.

Los empleados habían iniciado su protesta en la madrugada de hoy, con pancartas en demanda de un empleo permanente para unas 350 personas, cuyos contratos temporales no serán prolongados a finales de octubre.

Cientos de turistas presenciaron la operación de los agentes en las afueras del recinto, en la que hubo empujones y la detención de uno de los trabajadores, que más tarde fue puesto en libertad.

Pese a que la policía logró abrir la entrada al sitio, los trabajadores permanentes se sumaron a las protestas, lo que llevó a clausurar la entrada al recinto.

Los 3.500 funcionarios permanentes del ministerio de Cultura anunciaron que celebrarán mañana un paro laboral de cinco horas a partir de las 08.00 hora local (05.00 a 10.00 GMT), y los temporales declararon que continuarán con sus protestas.

El ministro adjunto de Cultura, Tilémajos Jitiris, descartó que se vaya a dar empleo fijo a los temporales, ya que una ley recientemente aprobada da fin a esos contratos. Añadió que pese a que reconoce el derecho a la protesta ,'no es posible que 30 trabajadores mantengan cerrada la Acrópolis'.

Nikos Jasomeris, representante de los trabajadores temporales, declaró a los medios que 'continuaremos con nuestras protestas' y culpó al gobierno 'por el desastre en la Acrópolis'.