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Alemania aprueba aumentar las tropas

El Parlamento renueva por 14 meses la presencia militar

GUILELM SANS MORA, corresponsal

Las tropas alemanas se quedan en Afganistán. El tercer contingente de la OTAN prolongará su presencia no por un año, según el mandato que ha renovado hasta ahora todos los años el Bundestag (Parlamento Federal) desde 2001, sino por catorce meses, para evitar que la próxima votación sobre el tema coincida con las elecciones alemanas de septiembre de 2009.

El Gobierno de Angela Merkel decidió además aumentar de 3.500 a 4.500 el número de efectivos, que operan sobre todo en Kabul y en el norte del país. 'Vamos por buen camino y tenemos que seguir', dijo en el Bundestag el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier. Los nuevos efectivos se necesitan para formar a fuerzas locales y vigilar las elecciones del año que viene, dijo.

El Parlamento aprobará la prórroga a mediados de mes. Merkel dedicó toda su intervención en el pleno a la crisis financiera. La canciller no perdió una palabra sobre la misión afgana, a pesar del disenso abierto que provoca en las filas de la coalición de Gobierno y también dentro de los propios partidos. Hay llamamientos a la retirada en las filas socialdemócratas de Steinmeier, y también algunos democristianos de Merkel cuestionan abiertamente el sentido de la misión. Mientras tanto, cunde la sospecha de que la situación no para de empeorar pese a las presencia de tropas y de que algunos aliados no tienen interés en retirar a sus soldados de la región.

Sin tropas especiales

Steinmeier confirmó que las tropas especiales alemanas KSK dejarán de operar en Afganistán de aquí a final de año. Las operaciones de estos cien efectivos están bajo secreto militar, y nunca se han publicado informes sobre el éxito o fracaso de misiones concluidas. La KSK es una tropa controvertida, bajo sospecha en Afganistán de haber maltratado al germano-turco Murat Kurnaz, el supuesto talibán de Bremen que pasó cuatro años en Guantánamo.

En la práctica, Steinmeier pretende frenar la desaprobación de la misión alemana en Afganistán, que sólo un 20% de los alemanes ve con buenos ojos. En el debate de ayer, el diputado Peter Ramsauer, de los socialcristianos bávaros, aliados de Merkel, reclamó al Gobierno que explique 'adónde vamos y en qué condiciones vamos a llevar a su término la intervención'. Steinmeier apeló a la 'solidaridad' con los aliados, en un momento en que mueren más estadounidenses en Afganistán
que en Irak.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en el país centroasiático la forman 26 países. España es el décimo país contribuyente, con 800 efectivos militares. Las tropas españolas se encuentran en las provincias orientales de Herat y Bagdis.

El único grupo parlamentario que rechazó la prolongación del mandato fue Die Linke (La Izquierda). La diputada Monika Knoche puso en duda que la población acepte a las tropas cuando soldados alemanes matan por error a una mujer y dos niños en la calle, como sucedió la semana pasada cerca de Kabul. 'Los soldados están muy nerviosos', y 'más soldados significa en la práctica más inestabilidad', advirtió.

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