Arranca la primera huelga mundial de consumo por Gaza
Convocada por la organización propalestina Humanti Project, esta acción de boicot periódico a escala internacional se llevará a cabo todos los jueves de forma indefinida con el objeto de presionar a los gobiernos para exigir el fin al genocidio israelí en Palestina.
La campaña no se circunscribe a la compra de productos de procedencia israelí o de empresas que financien la ocupación sionista sino de todo tipo de bienes y servicios.

Madrid--Actualizado a
El inicio este jueves 21 de agosto de una huelga de consumo global e indefinida por Gaza eleva la presión internacional sobre los gobiernos para exigir el cese definitivo del genocidio israelí en la Franja.
Tal y como ha anunciado esta última semana la organización convocante, Humanti Project, la movilización se llevará a cabo todos los jueves con el fin de "generar un impacto real que les afecte donde más les duele: en sus economías", han clamado desde su cuenta de Instagram. "No buscamos actos simbólicos sino consecuencias visibles y medibles", apuntan. La campaña insta a evitar la compra de cualquier tipo de producto o servicio, sea o no de procedencia israelí, durante los días designados.
La iniciativa ha sido secundada por plataformas y colectivos como BDS y la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), así como por activistas gazatíes. Entre ellos se encuentra Bisan Owda, joven periodista y cineasta conocida por ser una de las voces transmisoras del conflicto.
La magnitud del asedio en los territorios palestinos ha llevado a los colectivos activistas de todo el mundo a subir el tono contra los Estados ante su tibieza a la hora de exigir el cese total de la masacre en curso. Por ello, la entidad convocante ha hecho un llamamiento a evitar cualquier forma de compra, ya sea física o digital, mientras dure la huelga. "Una pausa coordinada de un día en las compras, si participan millones de personas, se reflejará inmediatamente en los datos de ventas minoristas, las transacciones con tarjeta y las actividades de pago electrónico", incide el colectivo motor.
De este modo, el boicot implica un paro total de compras en todo tipo de comercios, desde cafeterías o restaurantes hasta plataformas de suscripción durante todos los jueves de las próximas semanas e incluso meses, en caso de dilatarse el paro.
Pero la huelga de consumo no se limita únicamente al comercio. También es fundamental, para que la iniciativa alcance un impacto palpable, no utilizar ningún tipo de medio de transporte público durante el día. Por ello, la organización anima a los ciudadanos a desplazarse en bicicleta, a pie o en coche compartido para evitar la compra de billetes de metro, el autobús o tren.
Además, se insta a la población a repostar gasolina o cargar el coche eléctrico los días posteriores o previos al jueves ya que, aseguran, "una caída notable en las ventas de gasolina o en el uso del transporte público, especialmente si ocurre el mismo día cada semana, se reflejará en los informes energéticos y en los ingresos de las autoridades de transporte".
Eso sí, aclaran que la huelga no incluye en ningún caso un parón laboral: "No todo el mundo puede permitirse faltar al trabajo y arriesgarse a perderlo, incluso si no puedes estar en casa, tu participación en la huelga de consumo es una contribución masiva", puntualizan desde Humanti Project.
Esta campaña internacional inicia su andadura a penas unos días después de que el Ejército sionista anunciara la primera fase de la ocupación total de Ciudad de Gaza, forzando así una vez más el desplazamiento de miles de gazatíes. Desde que el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu pusiera en marcha su operación de limpieza étnica el 7 de octubre de 2023, las fuerzas israelíes ya han acabado con la vida de más de 61.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, a través de los bombardeos indiscriminados y el hambre usado como arma de guerra.
En este sentido, según datos facilitados por Médicos sin Fronteras, más de 1.599 personas sufren actualmente desnutrición en la ciudad de Gaza, mientras que la cifra de pacientes ingresados por este motivo en las clínicas y hospitales de esta ONG se ha multiplicado por cinco desde finales de mayo.
Ante este escenario catastrófico, se espera que el boicot tenga una incidencia significativa y "cuantificable" en el nivel de consumo de los hogares que fuerce a los Estados a tomar una posición activa y contundente contra el exterminio en curso.
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