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Aumenta a 120 el balance de muertos por la explosión de un coche bomba en Irak

El número de heridos alcanza las 130 personas. Además de las víctimas, 50 locales comerciales quedaron destruidos y 70 vehículos calcinados por la potente explosión.

Instantes posteriores a la gran explosión al noreste de Bagdad.

AGENCIAS

Al menos 120 personas han muerto por la explosión ayer de un coche bomba en un concurrido mercado iraquí de Jan Bani Saad —provincia de Diyala, a 30 kilómetros al noreste de la capital Bagdad— donde se estaba celebrando el final del mes de Ramadán, según el último balance de víctimas confirmado por fuentes policiales y médicas recogido por la cadena BBC.

El ataque, que ha sido reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI), se ha saldado también con unas 130 personas heridas, según los últimos datos facilitados hoy a Efe por una fuente de seguridad local.

Por el momento hay unos 20 desaparecidos, cuyos cuerpos se cree que se desintegraron por la explosión ayer de un camión bomba junto a ese mercado, que se encontraba abarrotado en el momento del estallido, explicó la fuente. Además de las víctimas, 50 locales comerciales quedaron destruidos y 70 vehículos calcinados por la potente explosión, que provocó un gran cráter en el suelo.

El EI reivindicó anoche a través de la red social Twitter el atentado que —dijo— fue llevado a cabo por un terrorista suicida iraquí, el cual detonó un vehículo cargado con tres toneladas de explosivos.

El grupo aseguró que la operación acabó con la vida de 180 milicianos chiíes, que estaban congregados cerca de la mezquita de Al Rasul Al Aadam, y causó también una gran destrucción en la zona.


Una fuente de seguridad en Bagdad ha asegurado que la mayoría de los fallecidos eran civiles, que estaban realizando sus compras, coincidiendo con la festividad con la que culmina el mes sagrado de ramadán.

Las autoridades locales han formado una comisión para investigar el ataque y averiguar cómo pudo llegar el vehículo bomba hasta ese lugar, a pesar de las medidas de seguridad adoptadas por el fin del Ramadán y la festividad religiosa del Aid al Fitr.

Por su parte, Muzanna al Tamimi, gobernador de la provincia de Diyala, donde tuvo lugar el atentado, decretó anoche tres días de luto y suspendió todas las celebraciones del Aid al Fitr.

Durante estos días festivos, las familias sueles acudir a plazas, parques y mercados, para comprar dulces y regalos, y por ello la seguridad se ha reforzado en los lugares públicos.

Jan Beni Said se encuentra a 50 kilómetros al sur de la localidad de Baquba, capital provincial de Diyala, y su población es mayoritariamente chií, rama del islam que suele ser blanco de ataques por parte del EI.

Este es uno de los atentados más mortíferos desde que el grupo yihadista conquistó amplias zonas del país en junio de 2014 y proclamó el califato en las zonas bajo su dominio, tanto en territorio iraquí como en Siria.

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