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Berlusconi, mandatario en sus "ratos libres"

La oposición exige la dimisión de 'Il Cavaliere' tras salir a la luz que medió en negocios a cambio de sexo

DANIEL DEL PINO

Sólo Silvio Berlusconi puede explicar la diferencia que hay entre el mandatario que asegura trabajar '20 horas al día por el bien de Italia' en un estudio de televisión y el que le dice por teléfono a la presunta prostituta Marysthelle García Polanco en noviembre de 2008: 'En mis ratos libres hago de primer ministro'. El equipo de la Guardia de Finanzas que ha estudiado durante dos años y medio la red de prostitución creada por el empresario Gianpaolo Tarantini en torno a Il Cavaliere, da algunas claves en los 3.500 folios que conforman la investigación preliminar.

Claves muy explícitas de un caso, denominado Escort, en el que el primer ministro no consta como sospechoso, pero en el que ocupa un papel principal como facilitador de contratos públicos, contactos, dinero o puestos de trabajo en el mundo de la televisión a cambio de sexo.

El sexo es la llave que abre todas las puertas y Tarantini, acusado de proxenetismo por la Fiscalía de Bari y de chantajear a Berlusconi por la de Nápoles, lo sabe desde la primera noche que es recibido por el primer ministro en su residencia romana el 5 de septiembre de 2008. El empresario, según se lee en la acusación, se presentó con cuatro mujeres a la fiesta que Sabina Began, también sospechosa, había organizado para Berlusconi y a la que asistió George Clooney. 'Se va a enamorar de mí', le dijo Tarantini el día antes.

Su preocupación era que Began le hiciera saber a Il Cavaliere que él estaría siempre disponible: 'Por favor, tú le hablas de mi, de que soy una persona seria'. El día 22, ambos ya hablaban como si fueran amigos de toda la vida organizando cenas: '¿Puedo traer yo también alguna de las mías?', le preguntaba Berlusconi.

Veinte días después, Tarantini tenía acceso a Guido Bertolaso, exjefe de Protección Civil, que le introdujo en un negocio de 280 millones de euros y que incluía la participación al 30% con una empresa creada ad hoc, en una sociedad gestionada por Finmecca-nica, holding industrial público. El negocio se fue al traste por Paolo Berlusconi, hermano de Il Cavaliere, que se apuntó a última hora y no consiguió crear otra empresa en la que no constara su nombre.

En septiembre de 2009, durante una rueda de prensa, Berlusconi dijo: 'Este Tarantini o Tarantino sólo vino a mi casa a dos o tres cenas con amigas suyas'. La Fiscalía había empezado a investigar y el escándalo ocupaba las portadas. Hoy, vuelve a hacerlo y la oposición solo tiene una palabra en la boca: dimisión.

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