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Brown centra su política en seguridad y vivienda

La reina Isabel II inaugura el nuevo curso parlamentario

LOURDES GÓMEZ

La tradición se impuso una vez más en el Palacio de Westminster en ocasión del discurso de la Reina Isabel, que marca el comienzo del nuevo año parlamentario en Reino Unido. En una intervención de ocho minutos, la más corta de las últimas décadas, Isabel II enumeró ayer parte de los 29 proyectos de ley que el Gobierno de Gordon Brown prevé introducir en el curso entrante.

Se respetaron todos los símbolos en esta jornada clave del calendario político en la que se revive el viejo antagonismo, además del mutuo respeto, entre la Corona y ambas Cámaras del Parlamento.

Por decisión expresa del primer ministro, el discurso fue breve y carente de sorpresas. Brown ya había anticipado las líneas generales de su programa de Gobierno en junio, cuando se hizo con la jefatura del país y el liderazgo del Partido Laborista.
No obstante, con lores y diputados reunidos en la Cámara Alta, la reina trasmitió las claves de la visión del sucesor de Tony Blair: facilitar las aspiraciones de la gente, garantizar la seguridad de todos, cesión de poderes ejecutivos al Parlamento y al pueblo.

Tres millones casas nuevas

La política de vivienda, con un masivo programa de construcción de pisos e incluso “ciudades ecológicas”, está entre las prioridades del programa laborista. Brown reiteró su compromiso a edificar tres millones de casas hasta 2020, un alto porcentaje de las mismas de bajo coste o de renta social. El programa de Comunidades verdes comenzará, en una inminente primera fase, con la concesión de diez licencias de construcción de sendos núcleos urbanos de 400.000 viviendas.
La carestía de la vivienda dejó hace tiempo de ser un problema exclusivo de Londres y afecta a todas las regiones. Por ello, el Gobierno promocionará mecanismos financieros para facilitar el acceso de asalariados jóvenes a la propiedad de su primer hogar. “Queremos más propietarios y más casas sociales”, dijo Brown.

El respetuoso ambiente que presidió el discurso de la Reina se desvaneció por la tarde. Los diputados debatieron el programa en una ruidosa sesión en los Comunes. David Cameron, el líder conservador, dibujó las líneas de batalla del nuevo curso al desacreditar la estrategia de Brown como “trucos a corto plazo, sin soluciones a los problemas”.

La oposición presionó al jefe de Gobierno en torno al reciente fiasco de unas elecciones anticipadas que finalmente no convocó. “Es un primer ministro cansando y cínico, incapaz de ofrecer nada nuevo. Sus ideas son políticas recicladas”, le atacó Cameron. Gobierno y oposición están abocados a chocar en las propuestas de reforma constitucional, educativa y antiterrorista.

Brown quiere elevar el plazo en que un sospechoso de terrorismo puede ser retenido sin cargos más allá de los 28 días actuales, pero en el discurso de ayer no se dieron detalles. Sí anunció que la Policía podrá interrogar a los detenidos incluso después de ser formalmente acusados. Los tories piden medidas adicionales, entre ellas, la creación de un cuerpo de policía fronterizo.

El Tratado de Reforma europeo será otro punto contencioso. Brown se comprometió en la reciente cumbre europea de Lisboa a prescindir de convocar una consulta popular sobre el Tratado. En Reino Unido hay una campaña política y mediática para exigir un referéndum, ya que los críticos consideran que se cede demasiado poder a Bruselas.
Cameron anunció ayer “muchas enmiendas” incluida, por supuesto, la de una consulta popular. Brown solo concede hacer un referéndum después de la ratificación por el Parlamento, pero el líder de la oposición insistió. “Queremos un referéndum ahora”, gritó.

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