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Una brutal explosión deja al menos 20 muertos y 200 heridos en un feudo de Hizbulá

Las primeras investigaciones apuntan a que el estallido fue provocado por un coche bomba en un barrio del sur de Beirut

EFE

Al menos 20 personas murieron este jueves y 200 resultaron heridas en un atentado perpetrado con un coche bomba en un barrio del sur de Beirut, considerado uno de los bastiones del movimiento chií libanés Hizbulá.

Fuente policiales informaron a Efe de que la cifra de víctimas en el atentado, reivindicado por un grupo desconocido, es todavía provisional. Poco después del ataque, el ministro saliente del Interior, Maruan Charbel, adelantó que las primeras investigaciones apuntaban a que el estallido fue causado por un vehículo cargado con explosivos.

El atentado se produjo entre las zonas de Bir el Abed y Rueis, cerca del llamado Centro de los Mártires, lugar utilizado por Hizbulá para celebrar actos y reuniones. Una densa columna de humo negro, procedente de ese área, podía apreciarse desde otros puntos de la capital libanesa.

Varios vehículos aparcados cerca del lugar de la explosión resultaron incendiados, mientras que numerosos civiles fueron evacuados de sus viviendas por los equipos de rescate, al quedar atrapados por el humo y los incendios desatados en el lugar del atentado. La televisión Al Manar, voz de Hizbulá, aseguró que se han encontrado restos de cadáveres a diez metros del lugar de la explosión.

El ataque ha sido reivindicado por el grupo Las brigadas de Aicha, madre de los creyentes en un vídeo colgado en páginas web islamistas, cuya autenticidad no ha podido ser verificada. En la grabación aparece un hombre enmascarado que insta a los libaneses a permanecer alejados de las regiones controladas por Hizbulá, ya que habrá otros atentados.

'Le estamos enviando a (Hasan) Nasralá, el cerdo, el segundo mensaje (...) y todavía no lo ha entendido. Le dijimos la primera vez que no es usted quien define el tiempo y el lugar. Es la segunda vez que lo hacemos y siempre será en sus feudos', amenazó el enmascarado, que calificó al jefe del Hizbulá de agente de Israel y de Irán.

Hizbulá es uno de los principales aliados del régimen de Damasco y de Teherán, y uno de los más acérrimos enemigos de Israel en la región, con el que libró una guerra en 2006.

El ataque de hoy en Beirut ha sido condenado de forma unánime por todos los dirigentes libaneses. El presidente Michel Suleiman calificó en un comunicado ese acto de 'cobarde, ya que envía un mensaje con la sangre de inocentes'. En opinión de Suleiman, el ataque, que 'afecta a todo el Líbano', tiene 'las huellas de Israel que quiere socavar la estabilidad y resistencia del pueblo libanés, en especial en el séptimo aniversario del fin de la guerra' de 2006.

Por su parte, el primer ministro saliente, Nayib Mikati, condenó el atentado y decretó mañana un día de duelo nacional. Mikati ha convocado para mañana una reunión del Consejo Superior de Defensa en el palacio presidencial de Baabda.

El pasado 9 de julio, un coche bomba estalló también en ese feudo de Hizbulá y causó 53 heridos. El incidente de hoy ocurre después de que el miércoles Nasralá reivindicara la autoría de las explosiones que hirieron a cuatro soldados israelíes la semana pasada en territorio libanés. 'La operación fue ejecutada por Hizbulá, no fue una casualidad ni la explosión de una mina antigua', afirmó Nasralá en una entrevista a la cadena de televisión Al Mayadin.

Este incidente, ocurrido el pasado 7 de agosto en la región de Labune, fue atribuido por los medios oficiales libanesas ese día a la explosión de varias minas al paso de una patrulla israelí que se adentró unos metros en territorio libanés. Las autoridades del Líbano han acusado a los uniformados israelíes de violar la 'línea azul', trazada por la ONU tras la retirada de Israel en 2000, después de 22 años de ocupación de una parte del sur del territorio libanés, y han presentado una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

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