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Budapest indigna a la UE con su 'ley mordaza'

Francia y otros países protestan contra la censura de los medios

D. BASTEIRO

Últimamente no hay presidencia semestral de la Unión Europea que no se estrene con polémica. En el caso de la República Checa, fue un mural en la sede del Consejo de la UE lleno de tópicos alguno muy ofensivo sobre cada uno de los países socios. Durante el turno de España, Mr Bean suplantó a José Luis Rodríguez Zapatero tras un ataque a la web oficial, y los belgas presidieron los debates de los 27 a pesar de no tener Gobierno en su propio país.

Pero Hungría no es víctima de la creatividad de sus artistas, de un ataque informático ni de un vacío institucional. Son los ademanes autoritarios de Viktor Orban, el primer ministro legitimado por un gran apoyo popular, los que han causado gran malestar en Bruselas y las principales capitales europeas.

La medida prevé multas por atentar contra 'el orden público y la moral'

Ayer, François Baroin, portavoz de la UMP francesa, condenó 'en nombre del Gobierno' de Nicolas Sarkozy la nueva ley de prensa húngara que rige desde el 1 de enero lo que se puede o no publicar en los medios de comunicación y que prevé multar con más de 700.000 euros a los que atenten 'contra el interés público, el orden público y la moral'.

El comité que dirimirá si se viola la nueva ley estará compuesto por cinco miembros del partido de Orban y podría juzgar la 'parcialidad' de los periodistas u obligarles a revelar sus fuentes. Para el Gobierno francés, la nueva ley constituye 'una alteración profunda de la libertad de prensa', algo 'incompatible' con los principios de la UE, en palabras de Baroin, que pidió o bien una modificación del texto o su suspensión hasta que Hungría ceda en julio a Polonia la presidencia rotatoria de la UE.

Alemania también ha pedido que se modifique la ley, al igual que el Reino Unido, mientras que Luxemburgo reflexionó en voz alta lo que muchos piensan: ¿están algunos países de la UE, como Hungría, preparados para dirigir la agenda comunitaria durante seis meses? Según su ministro de Exteriores, Jean Asselborn, que duda de que la presidencia húngara 'merezca la pena', la ley 'viola claramente el espíritu y la letra de los tratados de la UE'. Un portavoz del Ejecutivo de Orban aseguró ayer que Hungría no cambiará el texto 'sólo porque haya críticas en el extranjero'. Según el Gobierno de Budapest, los críticos deben 'esperar y ver cómo funciona'.

Luxemburgo duda de que Hungría pueda presidir la UE este semestre

En Bruselas, Neelie Kroes, la vicepresidenta a cargo de las telecomunicaciones, también espera, pero no a comprobar las ventajas de la ya apodada ley mordaza, sino la respuesta de Orban a la 'preocupación' del Ejecutivo comunitario. La Comisión Europea tiene un interés especial, ya que Hungría se escuda en la transposición de una directiva comunitaria sobre servicios audiovisuales aprobada en 2007 para añadir complementos que reprimen a la prensa.

Bruselas amenazó ayer con abrir un expediente a Hungría, ya que, desde la aprobación del Tratado de Lisboa, la Carta de Derechos Fundamentales es jurídicamente vinculante para los socios de la UE. La Comisión tratará con el Gobierno de Orban el asunto el jueves y viernes próximos.

Sin embargo, la CE recordó que no podrá actuar contra la ley mordaza si Hungría ha transpuesto bien la directiva comunitaria y enmarca la censura de medios dentro del ámbito de competencias estrictamente nacional.

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