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Los candidatos republicanos la toman con Cuba

Arremeten contra el régimen de Fidel Castro y prometer traer libertad a la isla

ISABEL PIQUER

Pasa en cada elección en Florida. Es un ritual ineludible. Cualquier candidato que aspire a seducir el voto hispano, mayoritariamente cubano en este estado, tiene que arremeter contra el régimen de Fidel Castro y prometer traer libertad a la isla.

Y así lo hicieron los candidatos republicanos en el debate que les enfrentó el pasado jueves en Tampa, en vísperas de las primarias del próximo martes. En el debate anterior, hace unos días, ya se habló de Castro: Mitt Romney y Newt Gingrich tuvieron un enfrentamiento un poco peculiar debatiendo dónde iría a parar el dictador al fallecer, 'a reunirse con su creador' , decía Romney, o 'a ese otro sitio', aseguraba Gingrich.

El jueves se centraron en asuntos mucho más terrenales. 'Si soy presidente, usaré todos los recursos posibles para asegurarme de que cuando Fidel Castro muera seamos capaces de ayudar al pueblo cubano a alcanzar la libertad', expresó tajante Romney, que ya cuenta con el apoyo de los líderes cubano-americanos más conocidos, los congresistas Mario Diaz-Balart e Ileana Ros Lehtinen que aparecen en un anuncio en español a favor de su candidatura.

Gingrich consideró 'increíble' que Barack Obama se hubiera preocupado por la primavera árabe sin imaginar una 'primavera cubana' y declaró que EEUU debía animar de forma explícita 'una transición de la dictadura a la libertad' en Cuba.

El exsenador de Pensilvania, Rick Santorum, fue más allá y acusó a Obama de aliarse con los 'marxistas' en Latinoamérica y de apoyar a Hugo Chávez y Raúl Castro 'contra el pueblo de Honduras' cuando ese país sufrió el golpe de Estado de 2009. Por su parte, Ron Paul, el peculiar congresista de Texas, abogó por promover el comercio con la isla y criticó los efectos perniciosos del embargo que 'ayuda a los dictadores y hiere a la población'.

En Florida viven más de un millón de cubanos y, aunque ya no son mayoría entre los latinos (en total cuatro millones, 22% de la población del estado), son los que más peso político tienen. Florida es esencial para Romney, después de su derrota en Carolina del Sur. El exgobernador de Massachusetts sigue siendo el favorito de los sondeos (38 a 40% de la intención de voto según las encuestas), pero Gingrich está acortando distancias (31 a 29%).

Los momentos más tensos del debate se vivieron cuando Romney arremetió contra Gingrich por llamarle 'el más antiinmigrante' de los candidatos. 'No soy antiinmigrante. Mi padre nació en México. El padre de mi esposa nació en Gales. Ellos vinieron a este país. La idea de que soy antiinmigrante es repulsiva', dijo Romney exaltado.

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