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Colombia exige la autopsia de Marulanda

El Gobierno cree que el jefe de las FARC murió en un combate. La familia Betancourt recibe con esperanza el nombramiento de Alfonso Cano

G. CASTILLO/AGENCIAS

El guerrillero más antiguo del mundo, Manuel Marulanda, sigue provocando controversia incluso después de muerto. El Gobierno de Colombia no cree en la versión oficial de su fallecimiento y está dispuesto a demostrar que su desaparición no llegó por un infarto, tal y como aseguran las FARC, sino con las armas en la mano.

El jefe de Estado Mayor del Ejército colombiano, el general Freddy Padilla, revela en una entrevista publicada ayer en el diario El Tiempo los detalles de una feroz ofensiva contra el Bloque Oriental de la guerrilla, el que suponen que refugiaba a Marulanda cuando murió. Padilla explica que 'se lanzaron 189 granadas de mortero contra 160 objetivos en los que teníamos información de que se movía el jefede las FARC'.

También indica que entre el 20 y el 29 de marzo, -oficialmente Tirofijo falleció el 26 de ese mes- se arrojaron '48 bombas' contra 20 puntos militares guerrilleros en los departamentos de Meta y Caquetá. Además, hubo 30 enfrentamientos que dejaron un saldo de 23 rebeldes y cuatro soldados muertos.

Con semejante demostración de fuerza y la precisa información recabada por inteligencia, el jefe de las FARC pudo morir 'aislado y rodeado de unos pocos guerrilleros', añadió Juan Manuel Santos, ministro de Defensa de Colombia.

Para aclarar esta conjetura, que de confirmarse sería un éxito de indudable trascendencia política para el presidente Álvaro Uribe, Santos pidió ayer al secretariado de las FARC que permita realizar una autopsiaal cadáver de su viejo líder.

Fuentes conocedoras del grupo rebelde consultadas ayer por Público calificaron de 'descabellada', 'arrogante' y 'peligrosa' la declaración del ministro de Defensa colombiano. En su opinión, esta exigencia no favorece un ablandamiento de las posturas guerrilleras sobre una posible liberación de los rehenes que continúan en la selva, entre ellos la francocolombiana Ingrid Betancourt.

Precisamente, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, pidió ayer 'prudencia' en las declaraciones, ya que 'están pasando cosas que nos exigen mucha concentración mucha calma'.

El ex rehén de las FARC Luis Eladio Pérez criticó la posibilidad de que el Gobierno de Uribe siga aplicando lo que él considera 'un plan de cercos militares alrededor de los campamentos donde se presume puedan estar los retenidos del grupo rebelde'. Para este ex senador liberal colombiano, liberado el 28 de febrero tras casi siete años de cautiverio, 'esta acción produciría la muerte inmediata de todas las personas que están en poderde la guerrilla'.

Pérez insinuó que el canje puede ser factible en las próximas fechas, 'si finalmente existe la voluntad por parte de Uribe y de las FARC de llegar a este acuerdo', porque 'naturalmente el acompañamiento de Chávez y Sarkozy' parece garantizado.

Sin embargo, este canje humanitario, que ceba el sueño de cientos de rehenes desde hace años, parece encallado. En declaraciones a la agencia colombiana IPS, el director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Camilo González Posso, aseguró que se necesitan 'rectificaciones profundas para alcanzar un acuerdo'.

En su opinión, las FARC deben comprender que para que les 'cambien el actual el estatus de terroristas que exigen, deben conseguirlo demostrando que quieren hacer política'. Pero también Uribe deberá rectificar. Para Gónzalez, el presidente 'está empeñado en que hay que derrotarlas militarmente para que vayan a un armisticio'.

La madre y la hermana de Ingrid Betancourt reclamaron ayer al nuevo líder del grupo guerrillero , Alfonso Cano, indulgencia con su hija. 'Es un hombre progresista y puede empujar a la historia liberando a Ingrid y a los otros tres rehenes civiles', aseguraron.El ex marido de Betancourt, Fabrice Delloye, reconoció sentirse 'esperanzado' por el nombramiento de Cano como jefe de las FARC.

Delloye, poco dado a realizar declaraciones altisonantes, destacó que Cano, Iván Marquéz y Timoleón Jiménez -el guerrillero que confirmó la muerte de Marulanda-, están 'más predispuestos' a abrir el espacio político que 'halcones' como Mono Jojoy o Joaquín González.

'Se puede pensar' que, frente a los reveses militares sufridos por las FARC, Cano quiera buscar espacios de 'aperturas de diálogo con la comunidad internacional', dijo Delloye, quien considera que Francia, Suiza y Venezuela son los que deben propiciar el acercamiento entre las partes. El problema sigue siendo que nadie sabe cómo impedir que el Gobierno y la guerrilla sigan mirándose a través de la mira de sus fusiles.

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