Este artículo se publicó hace 12 años.
La "criminalización" del movimiento estudiantil chileno llega a la ONU
La líder Camila Valljo y otros representantes del movimiento han acudido a Ginebra para denunciar la represión y un nuevo proyecto de ley contra las protestas
Líderes sindicales y estudiantiles de Chile han acudido hoy a denunciar ante la ONU la constante "criminalización" del "movimiento de protesta social" que pide una "educación pública y de calidad".
El movimiento estudiantil en Chile ha supuesto uno de los mayores conflictos políticos desde la caída de Augusto Pinochet. Y es que, el dictador antes de morir dejó los cabos bien atados. Bajo la doctrina neoliberal que marcó la agenda económica de su gobierno, dejó un sistema de educación privada y sólo accesible a las clases más pudientes. También dejó la herencia de unos cuerpos de seguridad especializados en la represión de toda disidencia en las calles.
Ante estas denuncias, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, y el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el chileno Juan Somavia, aceptaron recibir a Camila Vallejo, vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile; Karol Cariola, secretaria general de las Juventudes Comunistas, y a Jorge Murúa, dirigente del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos.
El grupo se reunió con la presidenta del Consejo de Derechos Humanos y los relatores especiales de Naciones Unidas para la Educación y la Pobreza Extrema.
La nueva legislación chilena penaliza con tres años de cárcel toda forma de protesta social
Los tres representantes chilenos denunciaron la voluntad del Gobierno de su país de "criminalizar" las protestas ciudadanas a través de un proyecto de ley del Ministerio del Interior. Esta iniciativa legal "penaliza con tres años de cárcel toda forma de protesta social que se desarrolló en 2011, como ocupaciones de servicios públicos, cortes de tráfico y otras formas de ocupación pacífica, y no sólo a los que comenten estos actos, sino a los que los convocan", sostuvo Vallejo, quien adquirió fama internacional por su liderazgo del sector estudiantil en las manifestaciones por una reforma educativa.
"La represión no sólo pasa por el amedrentamiento político y amenazas constantes, sino también por la represión física y las detenciones ilegales que hoy aumentan dentro de un marco ilegal", agregó la líder universitaria.
Vallejo señaló que "parece que no hay conocimiento pleno en la ONU de lo que pasa en Chile, no está suficientemente claro", y se mostró confiada en que los contactos mantenidos en Ginebra, donde tienen su sede los organismos de la ONU especializados en derechos humanos, sirvan para desvelar lo que ocurre en el país sudamericano.
Agregó que espera que visiten pronto Chile los relatores de la ONU sobre Educación, Libertad de Expresión, Tortura y Detenciones Extrajudiciales, ya que "éstas son temáticas muy sensibles en nuestros país".
En una rueda de prensa, Vallejo criticó la "imagen que se ha vendido de Chile en el exterior y que no corresponde a la realidad". "Somos un país cada vez más desigual a pesar del crecimiento del producto interior bruto".
Por su parte, Cariola explicó que el "proyecto político" que defienden es uno "adaptado a nuestra realidad política y cultural, que es distinta a las de otras partes del mundo".
Preguntada sobre la caída del modelo comunista en el pasado, aseguró sobre los jóvenes: "Aprendemos del pasado, de las experiencias vividas en otros lugares para construir un nuevo futuro".
Murúa, a su turno, sostuvo que existe el convencimiento dentro del movimiento social chileno de que "la represión y la persecución están aseguradas" para este año.
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