Cerrar "cada palmo" de la frontera, es lo que ha ordenado el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, para, según él, evitar la devolución de inmigrantes ilegales en medio de la guerra migratoria con la Unión Europea (UE).

"A partir de hoy nadie procedente de los países vecinos debe pisar territorio de Bielorrusia, sea desde el sur o desde el oeste", aseguró Lukashenko al reunirse con la plana mayor de los servicios de seguridad del régimen, según la agencia oficial bielorrusa BELTA. 

El presidente de Bielorrusia se ha mostrado en contra de la táctica de algunos países "de deportar a aquellas personas (inmigrantes)" que se personan en los puestos fronterizos. Además, denunció los presuntos planes de las autoridades lituanas de expulsar a territorio bielorruso a "cientos e incluso miles de personas (...) bajo la amenaza de las armas" y señaló "nuestro pueblo debe sentirse seguro. Se está creando una situación muy peligrosa".

La relación Bielorrusia-Lituania

Lukashenko está acusado por Lituania de trasladar inmigrantes desde Oriente Medio y el norte de África hasta su frontera para vengarse por el apoyo a la oposición bielorrusa, aludió a la muerte violenta esta semana de un iraquí, supuestamente a manos de los guardias fronterizos lituanos. 

La primera ministra lituana, Ingrida Simonyte, acusó el pasado miércoles, a Bielorrusia de utilizar la inmigración ilegal como "arma política" y defendió los esfuerzos para detener la entrada de ilegales en territorio comunitario. 

Por su parte, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, pidió a Bruselas mayor apoyo para reforzar la frontera y repatriar a los inmigrantes procedentes del país vecino. 

La respuesta de la Unión Europea

La UE ha convocado al representante bielorruso para aclarar la tensa situación migratoria en la frontera entre Bielorrusia y los Veintisiete para expresar su repulsa por el uso político de inmigrantes y refugiados. 

Además, advirtieron que debían cesar de inmediato esa práctica y cumplir con sus obligaciones en la lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de personas. 

La Comisión Europea baraja la posibilidad de convocar una reunión informal de ministros europeos de Migración ante la situación en las costas italianas y la frontera lituana. Ya que según fuentes oficiales, más de 4.000 inmigrantes ilegales, veinte veces más que en 2020, han cruzado este año la frontera entre Bielorrusia y Lituania. 

La atleta bielorrusia Tsimanouskaya "a salvo"

Krystsina Tsimanouskaya, atleta bielorrusa que compitió en los Juegos Olímpicos de Tokio, decidió no volver a su país y pedir asilo en Polonia, donde se encuentra "en un lugar seguro", asegura el viceministro polaco de Exteriores, Marcin Przydacz. 

El viaje de la corredora se desarrolló "sin muchas complicaciones, confirmó en una entrevista para la cadena TVN Przydacz. Además, declaró que la joven de 24 años "está y estará" en "un lugar seguro, libre y a salvo de todo", y que recibirá "protección" de las autoridades polacas. 

También añadió que Polonia "tiene experiencia en los últimos 30 años", durante los cuales "mucha gente de la oposición bielorrusa, periodistas también, han estado viniendo" a este país escapando del régimen de Lukashenko. 

Al mismo tiempo, Przydacz hizo un llamamiento a la Unión Europea a actuar contra Lukashenko y afirmó que su país seguirá apoyando a la minoría polaca que reside en Bielorrusia. Para ello, ofreció "un cuidado especial y una red de apoyo" a aquellos activistas demócratas que se sientan perseguidos.

La atleta Tsimanouskaya, que competía en los Juegos de Tokio, se negó a regresar a su país por miedo a represalias, después de que el gobierno de Minsk la acusase de "inestabilidad emocional y psicológica". Todo esto tras haberse quejado de la mala planificación de las autoridades deportivas bielorrusas. 

El gobierno polaco asegura haber aceptado casi 300 peticiones de asilo político de ciudadanos bielorrusos en lo que va de año, y ofrece un programa de protección legal y ayuda económica a los inmigrantes de aquel país.