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Los dirigentes socialistas se sacan los ojos en las librerías

ANDRÉS PÉREZ

Acérquese a alguna de las grandes librerías de París y, una vez dentro, mire la sección de ensayos políticos. Se encontrará usted de golpe sumergido en algo parecido a la sala de espera de un psicoanalista. Un psicoanalista especializado en traumas electorales para cuadros dirigentes del Partido Socialista francés y que tiene abundante clientela.

Hacia la derrota cantando, de Claude Allègre, El callejón sin salida, de Lionel Jospin, Desiertos de futuro, de Guillaume Bachelay, Adiós Royal, de Marie-Noelle Lienneman y En busca de la izquierda, de Jean-Luc Melenchon son algunos títulos de los más de diez libros publicados en las últimas semanas por dirigentes del PS, escoltados por otros tantos libros de periodistas o personalidades como Bernard-Henri Lévy.

Cuentas pendientes

La inundación editorial socialista y royalista ha traído un renacimiento de la lectura de libros políticos en Francia, con cifras de ventas de hasta 100.000 ejemplares que vuelven a colocar el libro político en niveles que no conocía desde los 80. Pero la riada también amenaza con convertirse
en un ajuste de cuentas entre socialistas con tribunales de por medio.

En esos libros, los cuadros del partido refundado hace 35 años por François Mitterrand se lamen las heridas por la derrota en las elecciones de la primavera pasada. En algunos de ellos, proceden a un auténtico análisis de las causas del apabullante rodillo pilotado por Nicolas Sarkozy a bordo de la Unión para una Mayoría Popular (UMP).

Pero en la inmensa mayoría, lo que hay es un auténtico festival de golpes bajos contra la que fuera adorada candidata socialista a la presidencia, Ségolène Royal.La carga más furiosa es la protagonizada por el ex ministro socialista de Educación Claude Allègre. En su panfleto antiroyal, el cráneo privilegiado -geofísico de reputación internacional y ex eminencia de los socalistas- acusa a Ségolène de ser excesivamente ambiciosa, terriblemente incompetente y bastante intolerante.

En uno de los pasajes, Allègre retoma una de las frases más célebres atribuida a Royal durante el período en que luchaba por ser la candidata socialista, pero todavía no estaba segura de conseguirlo. Habría dicho a su entonces pareja, François Hollande, primer secretario del PS: 'Si apoyas a Lionel Jospin, nunca más verás a tus hijos'.


A causa exactamente de esa frase, que afecta a la vida privada de una pareja hoy separada, la casa editorial de Allègre, Plon Fayard, tuvo que presentarse el miércoles en el Tribunal de Gran Instancia de París acusada de no haber respetado su obligación de comprobar la veracidad de lo que publica.


Royal ha preferido presentar la querella contra el editor, y no contra el autor, porque eso le evita tener que dirimir cara a cara un conflicto con un camarada, cuando el PS arranca una serie de 'foros de la renovación' previos al Congreso de otoño de 2008 en el que Royal tiene previsto intentar tomar el poder en el partido. No es la de hoy la única querella ante los tribunales: la misma Royal, acompañada por Hollande, ha presentado conjuntamente una segunda querella por la misma frase.


Esta vez, la acción judicial por difamación va dirigida contra las periodistas Raphaëlle Bacqué y Ariane Chemin, del diario Le Monde. Fueron ellas quienes, en su libro La mujer fatal, revelaron la maldita exclamación de Royal acerca de Jospin y los niños de la pareja.


En medio de las puñaladas traperas, y a la espera del inminente libro de Ségolene Royal -el título será un increíble Vosotros sois mi romance más bello--, lo que destaca en esta profusión editorial es la escasez de títulos de contenido claramente político y sin carga personal.


Sin ataques personales


Sólo dos libros se abstienen de atacar personalmente a socialista, para concentrarse exclusivamente en el análisis de los errores que están llevando al PS a la oposición permanente en Francia.


En Desiertos de futuro, el joven Guillaume Bachelay efectúa una valiente radiografía que le permite situar el origen de la crisis del PS en la decisión, a principios de los años noventa, de favorecer la construcción europea, pese a saber que, tal como estaba diseñada, iba contra el modelo social francés. Cosa que le permite volver a colocar la cuestión europea -que otros evitan- en el centro de un debate que divide en profundidad aún hoy a los socialistas franceses.


El senador Jean-Luc Mélenchon, con En busca de la izquierda, efectúa un análisis implacable de la deriva liberal de los socialistas europeos y estima que la candidatura de Royal no es más que un epifenómeno de ella. Para el senador, sólo un giro como el tomado por ciertos socialdemócratas alemanes con Die Linke puede permitir salvar al PS francés de un desastre.

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