Este artículo se publicó hace 14 años.
EEUU subestima a los líderes mundiales
La Casa Blanca llama "paranoide" a Karzai, "macho alfa" a Putin, de Angela Merkel dice que "evita los riesgos y es poco creativa"
Resulta complicado que EEUU tenga una opinión peor de los líderes mundiales de la que ya tiene según lo que se desprende de los documentos publicados por Wikileaks.
Washington descalifica tanto a los que son sus aliados como a los que no lo son. Y esto promete no sólo poner en evidencia la dudosa relación de la Casa Blanca con el resto del mundo, sino que presumiblemente creará una sensación de desconfianza difícil de subsanar.
Los documentos publicados contienen referencias desde el primer ministro ruso Vladimir Putin, a la canciller alemana Angela Merkel, pasando por el presidente francés Nicolas Sarkozy o el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
El primero es calificado de "macho alfa" en una de las correspondencias diplomáticas; de la líder alemana se dice "evita tomar riesgos y es poco creativa". No es la que sale peor parada. De Sarkozy se destaca su "estilo autoritario", de Berlusconi se dice que es "irresponsable, banal e incompetente".
Mejor opinión tiene la diplomacia estadounidense del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visto como alguien "elegante y encantador".
Karzai y su paranoiaY quizá donde EEUU debería prestar especial atención es en la parte del globo en la que más se juega en la actualidad. Entre las comunicaciones diplomáticas filtradas aparece una referencia al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, al que se describe como una persona "con delirio paranoide". Una opinión nada aconsejable, cuando 160.000 soldados estadounidenses dependen en buena parte de sus decisiones.
La desconfianza de Washington hacia Karzai pone en riesgo la misión de la OTANLa desconfianza de Washington en el presidente afgano ha crecido exponencialmente en los últimos años. Tras la invasión militar en 2001, la administración Bush pensó en él como el aliado perfecto para acabar con el dominio talibán en Afganistán. Pero con el paso del tiempo Karzai se ha convertido en una figura incómoda. No sólo por su escaso empeño en democratizar el país, sino por su estrecha relación con los señores de la guerra, el narcotráfico y el sistema corrupto que está pudriendo al Gobierno afgano.
Las elecciones durante el verano del año pasado pusieron de manifiesto todas las dudas que Barack Obama, al aterrizar en la Casa Blanca, tenía sobre él. Karzai renovó su mandato después de un escándalo de compra de votos y de que su máximo contrincante, el ex ministro de Exteriores, Abdulá Abdulá, se retirara en la segunda vuelta.
En un año y medio, Karzai ha dejado muestras de su ineficacia para formar un Gobierno de unidad estable y mejorar la seguridad del país, lo que no hace sino acrecentar la desconfianza entre los líderes políticos y tribales afganos.
Además, Karzai es la persona llamada a discutir y negociar la paz con los talibanes en un momento en que la misión de la OTAN sólo piensa en la retirada. Si fracasa en su misión puede condenar a EEUU y sus aliados a una contienda interminable.
Pakistán y las armas nuclearesLa filtración de Wikileaks también revela la alarma que crea en EEUU el arsenal nuclear de Pakistán. Según informaciones del diario The New York Times, desde 2007, Naciones Unidas intenta convencer al Gobierno de Asif Ali Zardari, para desmantelar uno de sus reactores de uranio por miedo a que el material pudiera caer en manos de los terroristas.
EEUU y la ONU llevan dos años intentando desmantelar un reactor paquistaní No hay avances al respecto. En mayo de 2009, la embajadora en Islamabad, Anne W. Patterson, se negó a organizar una visita de expertos de EEUU porque, "los medios locales describirían la escena como si EEUU se estuviera llevando las armas nucleares de Pakistán".
El temor no es infundado. En la primavera de 2009 los talibanes llegaron a estar a 100 kilómetros de Islamabad y amenazaron con hacerse con las armas. Paquistán emprendió entonces una operación a gran escala para despejar el paso de Khyber del flujo de talibanes y destruir los campamentos de Al Qaeda en el noroeste, que ha servido de poco. Tampoco han funcionado los ataques con aviones no tripulados de EEUU, que están causando más bajas entre la población civil que entre los militantes.
Washington o Londres han pedido una mayor implicación de Pakistán en la lucha con el terrorismo. Pero fue precisamente Wikileaks la que advirtió del peligro con la publicación del Diario de Afganistán en julio de este año. Los papeles publicados describían el entrenamiento a los talibanes por parte de militares paquistaníes para atentar en Afganistán.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.