Este artículo se publicó hace 13 años.
Egipto declara el estado de alerta tras el asalto a la Embajada de Israel
El embajador y todo el cuerpo diplomático hebreo abandonan El Cairo escoltados por las Fuerzas de Seguridad
Eugenio García Gascón
El embajador y casi todo el personal diplomático de la representación israelí en El Cairo fueron evacuados a su país en la noche del viernes al sábado a bordo de un avión militar, después de que cientos de manifestantes egipcios lograran derribar el muro que defendía la legación de Israel y prendieran fuego a la bandera hebrea.
Algunas decenas de manifestantes penetraron incluso en la sección consular de la representación diplomática, aunque no en las dependencias propias de la Embajada, y arrojaron a la calle un gran número de documentos y archivos que hallaron allí, para regocijo de los manifestantes.
El Gobierno quiere aplicar las odiadas leyes de emergencia de la era Mubarak
La crisis fue suficientemente importante para que se declarara el estado de alerta en el país. Durante algunas horas, también circuló el rumor de que el primer ministro, Essam Sharaf, había dimitido y de que el mariscal de campo, Husein Tantawi, el hombre fuerte de la cúpula militar, nohabía aceptado la dimisión.
Es el último y más preocupante capítulo del deterioro en las relaciones entre Israel y Egipto tras la caída del presidente Hosni Mubarak el pasado 11 de febrero. Egipto fue, durante décadas, uno de los poco aliados de Israel en el mundo árabe. Al término de una reunión de urgencia del Gabinete egipcio, el ministro de Información, Osama Haykal, indicó ayer que su país respetará todos los tratados internacionales que ha suscrito, en clara referencia a los acuerdos de Camp David de 1979 que muchos egipcios han denunciado. También dijo que el Gobierno tiene la intención de restaurar las odiadas leyes de emergencia que se suspendieron tras el derrocamiento de Mubarak.
Los incidentes se iniciaron en la tarde del viernes, cuando cientos de personas que habían estado manifestándose en la plaza Tahrir contra la lentitud de las reformas democráticas se dirigieron a la sede diplomática en el departamento de Guiza para protestar contra Israel.
Decenas de egipcios piden la expulsión del embajador de EEUU ante su sede
Las autoridades egipcias habían desplegado en la zona una fuerte dotación militar y policial, e incluso la semana pasada construyeron un muro de seguridad en torno a la Embajada, lo que exasperó más a la gente. Con martillos y arietes, los manifestantes demolieron partes del muro y burlaron la protección.
Fue necesario que en mitad de la noche un comando de soldados penetrara hasta el corazón de la Embajada para evacuar al embajador, a su familia y casi todo el personal diplomático, unas 80 personas, que fueron escoltadas al aeropuerto de El Cairo y desde allí se les repatrió a bordo de un avión militar israelí. La precipitada retirada del embajador, y aun más la forma en la que se llevó a cabo, representa un fuerte revés para los intereses estratégicos de Israel.
Los disturbios causaron cuatro muertos y 1.049 heridos o lesionados, entre soldados, policías y manifestantes, la mayoría por inhalación de gases, lo que da una idea de la magnitud de las batallas campales que tuvieron lugar en la zona y en otras partes de la capital, aunque sólo una treintena de personas permanecían ingresadas anoche en los hospitales. Los servicios de seguridad usaron gases lacrimógenos y otros medios antidisturbios para contener las riadas de gente, pero también dispararon al aire fuego real.
Los incidentes en torno a la Embajada israelí se han multiplicado desde el 18 de agosto, cuando el Ejército hebreo mató a seis policías egipcios el sexto murió precisamente ayer en la frontera del Sinaí, pero dentro de Egipto. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ha tratado en vano de reconducir la situación, pero las protestas exigiendo la ruptura de relaciones con Israel se han extendido.
En reacción a las críticas internacionales, especialmente de Estados Unidos e Israel, el ministro Haykal manifestó que los responsables de los incidentes serán llevados ante un tribunal militar. Sin embargo, otro tribunal egipcio aplazó ayer mismo su decisión sobre la cuestionable legalidad de entregar a civiles a la justicia militar. La inminente decisión de los jueces podría representar una contrariedad para la cúpula militar.
El gobernador de Guiza dio instrucciones para desmantelar lo que ha quedado en pie del muro y ha prometido que no se levantará ninguna otra barrera en torno a la Embajada israelí. A la caída de la tarde, se había normalizado el tráfico rodado en las calles de la zona. Pero, a la misma hora, decenas de egipcios, en su inmensa mayoría jóvenes, se congregaron cerca de la Embajada de EEUU pidiendo la expulsión del embajador, al tiempo que interrumpían el tráfico. "Abajo América, abajo Israel", coreaban, o "El pueblo pide la expulsión del embajador americano".
Contrato de gasEl malestar que muchos egipcios sienten hacia el Estado judío se intensificó ayer cuando, en el juicio que se celebra en El Cairo para investigar la presunta corrupción en la venta de gas a Israel, un testigo presentó ante el tribunal un CD con declaraciones de dirigentes israelíes en las que estos cifran los enormes beneficios que estaría obteniendo Israel con la compra de gas egipcio.
El contrato de venta del gas lo gestionaron Alaa y Gamal Mubarak, los dos hijos varones del expresidente Mubarak, quienes, según se ha denunciado, a cambio obtuvieron unas cuantiosas comisiones. No obstante, el suministro de gas se ha detenido debido a los continuos ataques que ha sufrido el gasoducto a su paso por la península del Sinaí en los últimos meses. Alaa y Gamal Mubarak serán juzgados por corrupción.
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