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Quién es el emir de Qatar, ¿héroe o villano?

El jeque Tamim bin Hamad Al Thani llega a España para destinar cuantiosas inversiones a empresas y potenciar las relaciones. Pero, ¿quién es realmente el emir y que papel juega su país en los nuevos cambios geopolíticos de Europa?

El emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, saluda al presidente de Iberdrola Ignacio Galán, junto a Felipe VI en el Palacio Real de Madrid.
El emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, saluda al presidente de Iberdrola Ignacio Galán, junto a Felipe VI en el Palacio Real de Madrid. Mariscal / EFE

No se recuerda un recibimiento con mayores honores en España al emir de Qatar desde la visita de Eva Perón en la España franquista. Tamim bin Hamad Al Thani recoge con naturalidad todas las condecoraciones institucionales posibles de nuestro país, mientras habla de 4.700 millones de inversión y de un acuerdo beneficioso sobre gas natural licuado. Pero ¿quién es realmente el hombre más poderoso de Qatar?

Quién es el emir de Qatar

Tamim bin Hamad Al Thani nació hace 41 años en Doha, estudió en la academia militar británica y desde que heredó el título de su padre, controla el poder ejecutivo y legislativo de Qatar. Bajo una imagen muy occidental -aunque nada más lejos de la realidad en su forma de vida y costumbres- llega a España tan rodeado de reconocimientos y glamour como lo hiciera Eva Perón en la España de posguerra y del hambre. Su visita se engloba en un momento delicado para nuestro país ante la crisis con Argelia por la sorprendente e inesperada decisión de Moncloa de alinearse con Marrurecos ante la situación del Sáhara.

Así, el emir llega dispuesto a convertirse en el salvador energético de España y Europa en esta gira por la UE. El hecho de que Qatar sea un país prioritario como exportador del gas licuado le convierte también en la mejor alternativa ante Rusia. Anuncia que invertirá 4.700 millones de euros en nuestro territorio y las principales autoridades del país -incluido el Rey y el presidente del Gobierno- se ponen a sus pies.

Su popularidad internacional ha estado muy marcada por ser el dueño de la cadena de televisión Al Jazeera, los Almacenes Harrods o fundador de Qatar Sport Investments, organización que posee, entre otros negocios, el Paris Saint-Germain FC.

Es, además, dueño de los Estudios Miramax y la firma mundial de joyería Tiffany. Pero, sin lugar a dudas, es el deporte rey por excelencia, el fútbol, quien le ha dado más popularidad al ser propietario del club Paris Saint Germain y artífice de que su país acoja el Mundial en 2022.

El emir y la energía

Los asuntos energéticos son, sin duda, un elemento de atracción para Al Thani. Tanto es así que la relación autócrata árabe tiene con España no es nueva, en tanto que controla el 8,7% de las acciones de Iberdrola a través de Qatar Investment Authority (QIA), el fondo soberano de inversiones de la monarquía destinado a las inversiones internacionales. La eléctrica española representa el mayor foco de interés del emir y desde 2011 le ha destinado una inversión de 6.000 millones de euros. 

Con este flujo de dinero, el emir se garantiza disponer de un importante nexo de unión con España para canalizar nuevas inversiones hacia Europa, pero también para atraer innovación y nuevas tecnologías energéticas que permitan al Estado arábigo distinguirse de sus vecinos y diversificar su economía más allá de los combustibles fósiles. Tanto es así que Iberdrola dispone en Doha de un centro de innovación en el Parque Tecnológico y Científico de Catar enfocado a la industria de las renovables. 

El peso de la energía sostenible, no en vano, sigue siendo anecdótico. Qatar sigue siendo el segundo exportador mundial de gas, por detrás de EEUU, lo que le sitúa en una situación clave en términos geopolíticos, tras la ruptura de occidente con Rusia a raíz de la invasión de Ucrania. Doha pretende incrementar su producción gasista anual y pasar de los 77 millones de toneladas métricas a las 110 millones en los próximos dos años, de tal forma que se pueda erigir como aliado de Europa para garantizar la seguridad del suministro. En clave española, el gas natural licuado qatarí podría amortiguar las consecuencias energéticas de la ruptura diplomática con Argelia, principal proveedor de gas de España. De hecho, la gira de Al Thani por España ha dejado un compromiso importante con connotaciones geopolíticas, pues ha acordado incrementar los envíos de GNL a los puertos de la península ibérica en un 60% a partir de 2024, según ha adelantado El Independiente

Qatar, otro aliado que vulnera derechos humanos

En muy poco tiempo, España ha virado de manera radical sus alianzas diplomáticas y sus lazos comerciales. La guerra en el norte de Europa y sus consecuencias energéticas han precipitado todo, y Madrid ha tenido que responder a las peticiones de Bruselas para convertirse en el principal almacén de gas de Europa. EEUU ha incrementado así los envíos hacia las regasificadoras de la península ibérica, que funcionan como reservas de Europa. El GNL llega desde el otro lado del charco, se guarda en los puertos y posteriormente se envía, de nuevo en metaneros, hacia los puertos de Europa, debido a la falta interconexiones directas más allá de los Pirineos. Washington ha incrementado un 30% su peso en el mercado gasista español en los últimos meses

La entrada de EEUU en este ajedrez de política internacional y mercados energéticos ha sido un paso clave para desencadenar el cambio de rumbo de la política exterior española que ahora apunta a Qatar. Ya en enero, antes del estallido la guerra en Ucrania, Joe Biden recibía al jeque Al Thani, aliado de la Casa Blanca, y le situaba como elemento clave para garantizar el suministro de gas de Europa, presagiando los movimientos que esta primavera empiezan a tejerse. España, que ya dio la espalda en marzo a Argelia para abrazar al autoritario vecino marroquí (otro aliado clave de Washington), ahora escoge un nuevo socio con problemas evidentes con el cumplimiento de los derechos humanos. 

Los lazos que se están consolidando con Qatar –que se remontan a los vínculos geocomerciales de las monarquías arábicas con la corona española– están manchados de sangre y violencia. Según el último informe de Amnistía Internaicional, el régimen de Doha está detrás de la desaparición forzosa de algunos periodistas y activistas por los derechos de los trabajadores, como Malcolm Bidali, que tuvo que huir del país en agosto de 2021. La organización del Mundial de fútbol de 2022 en Qatar ha dejado, además, situaciones de semiesclavitud en los operarios que han construido los estadios. Según una investigación de The Guardian, más de 6.000 trabajadores han muerto en estas obras, sin que la comunidad internacional condene los hechos. 

El régimen de Al Thani también ejerce una persecución directa sobre el colectivo LGTBI. El Código Penal tipifica las relaciones homosexuales entre hombres como un delito punible y establece condenas de hasta siete años de prisión. Además, las mujeres están discriminadas en la ley y en la práctica, en tanto que su vida queda supeditada a la tutela del hombre. 

El emir en España y su apuesta por nuestro país

El interés de Tamim bin Hamad Al Thani por España viene de lejos. No es la primera vez que elige pasar parte de sus vacaciones en Mallorca, donde no ha pasado desapercibido por su lujo y compañías, además de su numeroso séquito. De hecho, se hizo ver en todo momento con su tres esposas, aunque en la actualidad la primera dama es con la que más tiempo lleva casado y quien le acompaña en esta visita de estado: la jequesa Jawaher Bint Hamad.

El emir deja huella allá por donde pasa. En una de sus estancias en la isla de Mallorca dejó ocho millones de euros entre gastos de estancia, yates y actividades de recreo, tanto para él como pare el numeroso grupo que le acompañaba.

Fue en 2019, justo el verano anterior a la pandemia, cuando adquirió la conocida finca del Carmen de San Agustín en Granada, una propiedad de casi 6.000 metros cuadrados por 17 millones de dólares.

Inversor prioritario en Iberdrola, es además accionista de El Cortes Inglés.
Qatar también tiene inversiones, por decisión de su máximo mandatario, en empresas de turismo, como Marina Port Tarraco, una instalación para el amarre de yates de lujo, los hoteles W de Barcelona o Intercontinental de Madrid o el grupo IAG, al que pertenecen Iberia y Vueling.

El jefe árabe también es accionista de Prisa, y se ha introducido en el sector inmobiliario español a través de la empresa Colonial. Ahora anuncia una inversión en España de 4.700 millones de euros.

Un gobernante menos occidental de lo que parece

Casado en tres ocasiones, el emir de Qatar occidentaliza su perfil familiar haciéndose acompañar solo por su primera esposa en las visitas oficiales internacionales. Así ha sido también el caso en España y lo será en el periplo europeo. Pero lo cierto es que compagina sus relaciones maritales con las tres, con las que ha tenido, hasta el momento, un total de siete hijos, cuatro con la primera, dos con la segunda y uno, el más pequeño, con la tercera.

En la información facilitada por Qatar sobre las esposas del emir, las tres tienen estudios universitarios.  Incluso su primera mujer y quien le acompaña en esta visita a España ha trabajado por el deporte femenino en su país, lo que le permitió adquirir una notable popularidad.

Según la embajada de Catar, las mujeres de su estado desempeñan trabajos en educación, salud, justicia, periodismo, aviación, banca, política, finanzas y turismo.

Sin embargo, fuentes de Público que viven de su trabajo en el ámbito deportivo en Qatar, confirman a nuestro medio que el emir no tiene problemas en hacerse ver con otras mujeres e incluso celebra fiestas de lujo donde muchas de las asistentes son invitadas con el único objetivo de encontrar al hombre más poderoso del país nuevas acompañantes.

El Informe 2021/22 de Amnistía Internacional describe la situación de los derechos humanos en el ámbito de las mujeres en Qatar de forma muy crítica.  De hecho, en virtud del sistema de tutela masculina, continuaban estando ligadas a su tutor varón, habitualmente su padre o un hermano, abuelo o tío o, en caso de estar casadas, su esposo.

Además, según Amnistía Internacional, las mujeres aún necesitan el permiso de su tutor para tomar decisiones vitales clave como casarse, estudiar en el extranjero con becas públicas, trabajar en muchos puestos del gobierno, viajar al extranjero hasta cierta edad y recibir algunos servicios de salud reproductiva".

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