Fósforo blanco: ¿Qué es y por qué su uso está prohibido en la guerra?
Este arma incendiaria, que según HRW Israel ha usado en sus ataques a Gaza, no distingue entre objetivos militares y civiles una vez estalla, por lo que no se pueden evitar sus daños desproporcionados.
Daniel Malagón
Madrid-Actualizado a
La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado el uso de fósforo blanco en la ofensiva del ejército de Israel sobre Gaza el pasado 10 de octubre, días después del ataque sin precedentes de las milicias de Hamás el pasado 7 de octubre. Como reacción, Israel ha tomado desde entonces una desmesurada respuesta sobre los territorios palestinos que se ha cobrado la vida de más de 1.400 personas.
Este tipo de armamento está condenado por las leyes de la guerra por sus devastadores efectos. Pero, ¿en qué consiste este químico y por qué está prohibido?
El fósforo blanco, según explica la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermadades (en sus siglas, ATDS) es un material sólido ceroso altamente inflamable. En nuestra vida cotidiana es usado para el veneno contra las cucarachas o los ratones, o también para determinados productos de limpieza.
No es comparable a las armas convencionales
El fósforo blanco también se utiliza para marcar, señalar o como "pantalla de humo" en las operaciones militares. También es empleado como arma incendiaria para provocar fuegos que destruyan estructuras, campos y otros objetos civiles, además de quemar a las propias personas.
De acuerdo con las leyes de la guerra (que establecen lo que se puede y lo que no se puede hacer durante un conflicto armado), el empleo del fósforo blanco está muy limitado por sus graves efectos contra la salud de las personas, tanto a corto como a largo plazo: quemaduras e irritación, daño al hígado, los riñones, el corazón, los pulmones y los huesos; y en el peor de los casos, la muerte.
Los tratamientos por quemaduras de fósforo blanco son muy dolorosos
En definitiva, provoca daños que no son comparables a los de las armas convencionales. Según HRW, las víctimas que se someten a tratamientos por quemaduras por fósforo blanco se enfrentan a procesos de recuperación muy dolorosos, por varios ejemplos comparado con "ser desollado vivo".
El problema radica en que este arma incendiaria no distingue entre objetivos militares y civiles una vez estalla, por lo que no se pueden evitar sus daños desproporcionados. Por esta razón, un ataque indiscriminado crea un "sufrimiento innecesario" a la población civil, lo que sí está considerado un crimen de guerra según las normas internacionales.
En la guerra no todo vale
El Derecho Internacional no prohíbe explícitamente el uso de armas incendiarias. Sin embargo, se ha comprobado a lo largo de la historia los terribles efectos que provocan sobre la población civil. Ejemplos recientes de ello son Siria, Ucrania o Yemen.
Palestina y Líbano sí han ratificado el protocolo que regula las armas incendiarias, pero Israel no
En 1980, organizaciones internacionales y Estados crearon el Protocolo sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Armas Incendiarias del Convenio de Ginebra (CCW.P.III). Palestina y Líbano sí ha ratificado este protocolo, pero Israel no lo ha hecho aún.
En resumen, este protocolo no prohíbe el uso en todas las circunstancias, pero sí lo regula en determinadas ocasiones en las que queda prohibido su empleo, recogidos en el artículo 2 del tratado.
El primer requisito es su prohibición "en todas las circunstancias" en las que se ataque con armas incendiarias a la población civil (personas y bienes).
También queda prohibido "en todas las circunstancias" atacar con armas incendiarias "lanzadas desde el aire a cualquier objetivo militar ubicado dentro de una concentración de personas civiles". Este es el caso de Gaza, en el que se concentran más de dos millones de personas en apenas 228 kilómetros cuadrados.
Las normas de la guerra son universales. El Comité Internacional de la Cruz Roja explica que, de acuerdo al Derecho Internacional, si las normas de la guerra no se respetan, tanto los Estados como los tribunales internacionales son los encargados de documentar e investigar los crímenes de guerra."Esas personas que cometan crímenes de guerra podrán ser enjuiciadas", sentencia.
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