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El gabinete saliente de Bélgica intentará atenuar la crisis

El rey Alberto II ha pedido al primer ministro saliente Guy Verhofstadt encontrar 'una forma de salir de la parálisis'

AGENCIAS

El rey de los belgas Alberto II pidió el lunes al primer ministro saliente Guy Verhofstadt encontrar 'una forma de salir de la parálisis' en la que se encuentra Bélgica, sin nuevo gobierno desde las elecciones legislativas del pasado 10 de junio.

Alberto II mantuvo el lunes dos audiencias con Verhofstadt y en la segunda de ellas 'pidió que le informe a muy corto plazo sobre la forma de salir de la parálisis actual y efectuar todos los contactos necesarios a tal efecto', según un comuniciado del Palacio Real.

Verhofstadt, un liberal flamenco al frente de gobierno belga desde 1999, administra desde el 10 de junio los 'asuntos corrientes' del país a la espera de la formación de una nueva coalición.

Pero las negociaciones lideradas por el líder del cristiano-demórata flamenco Yves Leterme fracasaron el sábado a raíz del desacuerdo entre los partidos de Flandes (norte) y los francófonos sobre una posible reforma de las instituciones belgas reclamada por los primeros.

'Esta es una de las crisis más graves de las últimas décadas. Esta situación no puede durar mucho tiempo más. Mi situación consistirá en mantener contactos con el conjunto de los partidos democráticos', explicó con solemnidad el lunes Verhofstadt.

'Dudé durante mucho tiempo antes de aceptar esta misión. Había sacado las conclusiones de la derrota de mi partido y había adoptado una actitud muy reservada. Esta misión no cambiará nada porque es de carácter muy temporal y limitado', agregó.

En efecto, al considerarse responsable del retroceso de su partido en las legislativas, Verhofstadt había optado por la discreción hasta el momento, dejando que otros miembros de su partido liberal flamenco VLD se implicasen en las negociaciones para la formación de un gobierno liderado por Yves Leterme.

Cuestiones urgentes 

Según indicó, Verhofstadt buscará el modo de resolver 'cuestiones urgentes', como la preparación del presupuesto 2008, fundamental para el funcionamiento del país, así como lograr la 'apertura de negociaciones' para efectuar las reformas que a su entender necesita Bélgica.

Durante sus ocho años de poder, Guy Verhofstadt había logrado meter en el 'refrigerador' las cuestiones comunitarios que oponen a los flamencos, mayoría en Bélgica (60% de la población) y los francófonos (40%).

Pero el resultado de esta política de mesura ante las reivindicaiones crecientes de Flandes fue la derrota de su partido en las elecciones de junio a manos de fuerzas como el CDV de Leterme, que construyeron su victoria asumiendo los reclamos flamencos de una autonomía más grande.

El gobierno federal belga debe estar compuesto por siete flamencos y siete belgas de lengua francesa y un Primer Ministro 'neutral', pero que tradicionalmente representa a la mayoría lingüística del país.

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