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"Mucha gente aún duerme en la calle; eso ha evitado más muertos"

La población de Katmandú vive con temor un segundo terremoto tan sólo 15 días después de la gran devastación. "La gente corría y gritaba asustada".

Nepalíes en busca de un lugar al descubierto en Sankhu, a las afueras de Katmandú, tras el nuevo terremoto de 7,3 hoy en Nepal. EFE

ELENA DEL ESTAL

NUEVA DELHI. -Tan sólo dos semanas después del devastador terremoto que causó la muerte a más de 8.000 personas en Nepal, un nuevo temblor ha azotado al pequeño país de los Himalaya a las 12:55 hora local. El Ministerio del Interior reporta de nuevo muertos y heridos, y el Centro Nacional de Operaciones de Emergencia informa del derrumbamiento de varios edificios.

En Katmandú, donde la vida poco a poco iba volviendo a la normalidad, el nuevo terremoto ha sorprendido a sus ciudadanos. “Estaba en una reunión en mi oficina. De repente hemos empezado a sentir el movimiento y hemos salido todos corriendo a la calle”, cuenta Mahesh K. Budha por teléfono, apenas una hora después de que se produjera el temblor.

“La gente en la calle corría y gritaba, asustada”, continúa. Él se encontraba en el turístico barrio de Thamel, en el centro de Katmandú, y cerca de la Plaza Durbar, el conjunto de templos y monumentos Patrimonio de la Humanidad que sufrió daños muy severos tras el terremoto del 25 de abril.

“He vuelto rápido a mi casa [destruida en el terremoto de hace dos semanas] para ver a mis hijos y mi mujer. Afortunadamente, todos estaban bien”, cuenta aliviado.

Prakash estaba con su familia en su casa en Katmandú cuando ha sentido el nuevo temblor. Ayer volvió del distrito de Sindhupalchok, una de las zonas más afectadas y que registró más fallecidos en el anterior seísmo, donde ha estado ayudando junto a un grupo de amigos en labores de ayuda humanitaria.

“Afortunadamente todos en mi familia estamos bien, pero ha sido inevitable que nos asustáramos al sentir de nuevo que todo se movía, así que hemos salido corriendo a la calle, como han hecho también la mayoría de nuestros vecinos”, cuenta aún con la voz agitada.

“Todavía hay mucha gente durmiendo en zonas abiertas, eso ha evitado que haya más muertos o heridos” continúa Prakash, que en su opinión, que haya más réplicas hará que la gente se muestre aún reticente a volver a dormir dentro de sus casas. “Hoy nosotros pasaremos la noche en la calle”, asegura.

Raj, que trabaja en el Hotel Norling, también en Thamel, dice haber sentido lo mismo que hace dos semanas: “Todo se movía de nuevo como en el 25 de abril”, cuenta por teléfono. Asegura que ningún edificio de la zona se ha caído a causa del temblor de hoy. Él sigue trabajando: “No puedo abandonar mi puesto”, dice desde la recepción del hotel, aunque asegura que de Thamel ha vuelto a desaparecer la mayoría de la gente: “Casi todas las tiendas están cerradas porque la gente ha ido a sus casas para asegurarse de que sus familias y amigos están bien”. Pero asegura que no ha cundido el pánico como ocurrió en el seísmo anterior, y que la gente esta vez está mucho más tranquila.

En el pequeño pueblo de Bothang, situado en el distrito de Sindhupalchok, el temblor de este martes no ha derrumbado ninguna casa, “porque todas ya estaban caídas por el terremoto de hace dos semanas”. Habla Surja, un joven nepalí que vive en Delhi, donde acaba de regresar tras pasar la última semana ayudando a los vecinos de su pueblo natal. “Debido a los corrimientos de tierra las carreteras están bloqueadas y los camiones que iban con ayuda humanitaria no han podido llegar”, cuenta desde la capital india.

Lo sabe, porque sus familiares de Katmandú se lo han contado. “Yo no he conseguido hablar en todo el día con nadie en Bothang porque la red telefónica se ha caído”, dice apurado, pero confía en que la familia que le queda en esta pequeña aldea esté bien. “Mi hermano mayor y mis suegros están allí y con las carreteras cortadas de nuevo, la única manera de llegar es con helicóptero”.

El temblor también se ha notado en la India. Hasta el momento, al menos 17 personas han muerto en los estados norteños de Uttar Pradesh y Bihar, que comparten frontera con Nepal. En la capital, Nueva Delhi, el metro ha estado cortado durante 15 minutos, y testigos presenciales afirman haber sentido este terremoto con la misma intensidad que se sintió el del 25 de abril.

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