Este artículo se publicó hace 2 años.
El Gobierno británico frena la moción de censura contra Boris Johnson
Downing Street ha justificado su decisión de paralizar el debate de desconfianza asegurando que la propuesta de Keir Starmer tenía un defecto de forma.
Madrid-Actualizado a
Downing Street ha rechazado este martes el debate de desconfianza presentando en la Cámara de los Comunes por el Partido Laborista contra el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, al considerar que su propuesta tenía un defecto de forma.
Los laboristas esperaban debatir este miércoles la moción de censura (voto de no confianza, en la terminología parlamentaria británica) pero, en una decisión sin precedentes, se les ha negado el tiempo parlamentario de exposición, según han explicado diferentes medios de la prensa británica. En Reino unido es el Ejecutivo el encargado de ordenar y distribuir la agenda parlamentaria.
Los conservadores califican la moción de "politiqueo" y de "pérdida de tiempo"
Entre los motivos de este rechazo, el Partido Conservador ha esgrimido que con el cambio en el liderazgo de los tories, tras la dimisión de Johnson, era "suficiente". También ha calificado la iniciativa de "politiqueo" y de "pérdida de tiempo".
Por su parte, Keir Starmer, líder de la oposición, ha criticado duramente la decisión del Gobierno. "Una vez más, los tories están cambiando las reglas para proteger a sus compañeros. Todos los candidatos al liderazgo del Partido Conservador deberían denunciar este flagrante abuso de poder", ha denunciado.
Hasta ahora, todas las mociones de censura presentadas por la oposición habían salido adelante para su votación en la Cámara de los Comunes, independientemente de si después obtenía mayoría entre los diputados.
El laborismo sospecha que es una estrategia de los conservadores para ganar tiempo
Los conservadores aseguran que la moción de los laboristas ha quedado fuera de debate al referirse en el documento directamente a Johnson. Un portavoz del gobierno ha explicado: "Si los laboristas modifican su moción de manera adecuada, pueden tener el siguiente día hábil para debatirla".
Sin embargo, el laborismo sospecha que se trata de una estrategia más de los conservadores para ganar tiempo y poder preparar un candidato para el encuentro electoral que tendrá lugar cuando acabe la legislatura. Aluden a la moción de censura de 1965, que también mencionaba al primer ministro en su petición: "Esta Cámara no tiene confianza en el Gobierno de Su Majestad y deplora la conducta del primer ministro en los asuntos de la nación", versaba.
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