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La heredera al trono de Países Bajos podría reinar si se casara con una mujer

El primer ministro nerlandés, Mark Rutte, asegura en el Parlamento que la princesa Amalia conservaría sus derechos dinásticos si se casara con una persona de su mismo sexo. Lo que aún no queda claro es que ocurriría con los hijos.

Princesa Amalia
La princesa Amalia en una imagen de abril de 2021. Piroschka van de Wouw / REUTERS

"Un heredero al trono o el rey no debe abdicar si desea casarse con una pareja del mismo sexo". Así de contundente se mostró este pasado martes el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, al ser preguntado en el Parlamento por un diputado del partido liberal (VVD) –su propia formación– si la princesa Amalia, hija del rey Guillermo, podría casarse con una mujer y ser reina. El jefe de Gobierno zanjó la cuestión afirmando: "No será un obstáculo".

"El Gobierno cree que el heredero también puede casarse con una persona del mismo sexo y no ve un obstáculo legal permitir el matrimonio de un heredero con una persona del mismo sexo. Por lo tanto, el Gabinete no considera que un heredero al trono o el rey deba abdicar si desea casarse con una pareja del mismo sexo", detalló Rutte.

En Países Bajos es imprescindible que el Gobierno y del Parlamento den su consentimiento oficial a la boda del heredero, lo que otorga aún mayor importancia a las declaraciones de Rutte. El asunto sólo plantea dudas sobre cómo afrontar la posterior sucesión al trono de los eventuales hijos de la pareja: de las palabras de Rutte no queda claro si los niños adoptados o los concebidos, por ejemplo, a través de un donante de esperma o maternidad subrogada también serán elegibles al trono, algo que se tendría que plantear en su momento. 

"No será un obstáculo", asegura el primer ministro nerlandés

El Gobierno y las dos cámaras en Países Bajos tendrán que considerar la sucesión "a su debido tiempo" en caso de que haya hijos en la familia de la heredera que no sean descendientes legales de la misma. En caso de debate en el futuro para alcanzar el consentimiento necesario sobre los herederos al trono, las dos cámaras "pueden, si es necesario, considerar la posición de la ley de paternidad de los niños nacidos del matrimonio" que sea relevante y aplicable en ese momento.

En ese sentido, Rutte sólo ha dicho al respecto que debe quedar claro quiénes son los hijos en un matrimonio entre dos personas del mismo sexo y se deben hacer acuerdos al respecto si se diera el caso. "El propósito de las disposiciones constitucionales sobre la sucesión es determinar sobre bases objetivas e inequívocas a quién pasará la monarquía y así lograr la certeza políticamente deseada con respecto a la sucesión. No es apropiado ahora anticipar tal ponderación con respecto a la sucesión (...). Esto depende demasiado de los hechos y circunstancias del caso específico, que, como también se puede ver con respecto al derecho de familia, puede cambiar con el tiempo", dijo el primer ministro.

Aunque la Constitución neerlandesa se basa en la idea de la sucesión hereditaria, la forma en la que se organiza hoy en día el derecho de familia moderno no asume automáticamente como "hijos" solo a aquellos que descienden biológicamente de los padres que los conciben. 

Inevitable tensión con el sistema

Países Bajos fue el primer país del mundo en legalizar el matrimonio homosexual —la medidas entró en vigor en 2001— y ahora es la primera vez en Europa que el jefe de un Gobierno se pronuncia abiertamente sobre este asunto, algo que en España es impensable, dado el nivel de crispación genera la ultraderecha con  su discurso homófobo.

Rutte reconoció es inevitable que exista "fundamentalmente una tensión con el sistema de sucesión" que recoge la Constitución neerlandesa, que precisamente apunta a determinar "sobre bases objetivas e inequívocas" quién será el rey o reina de Países Bajos, y quién lo o la sucede en el trono, es decir, se refiere a descendientes legales y a parentesco consanguíneo.

La princesa nunca ha hablado de su sexualidad y ni tan siquiera planea casarse

La princesa Amalia aún tiene 17 años y no hay indicios siquiera de que quiera casarse con alguien en el corto plazo. Ni tan siquiera ha hablado nunca en público de su sexualidad. El motivo de las preguntas parlamentarias a Rutte se originó tras la publicación el pasado mes del libro Amalia, el deber te llama, del abogado Peter Rehwinkel, en el que analizó esta hipótesis y concluyó que, en base a las normas actuales, si Amalia quisiera casarse con una mujer, debe renunciar al trono.

En 2001, el entonces secretario de Estado de Justicia, Job Cohen, razonó que la monarquía es una institución hereditaria y debido a que dos mujeres o dos hombres no pueden tener hijos biológicos de su propio matrimonio, se perdería ese carácter hereditario de la realeza, pero nunca se planteó el escenario de la homosexualidad desde entonces, por lo que esa declaración seguía siendo válida hasta ahora.

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