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Imelda Marcos recibe una insólita condena de cárcel por corrupción

La viuda del dictador Ferdinand Marcos ha sido declarado culpable de siete delitos de corrupción por una denuncia de hace casi tres décadas, aunque la sentencia es apelable y de momento la ex primera dama de Filipinas no irá a prisión

Imelda Marcos recibe una insólita condena de cárcel por corrupción.

Sara Gómez Armas (EFE)

Imelda Marcos, viuda del dictador Ferdinand Marcos, recibió hoy una insólita condena de cárcel al ser declarada culpable de siete delitos de corrupción por una denuncia de hace casi tres décadas, aunque la sentencia es apelable y de momento la ex primera dama de Filipinas no irá a prisión. El Tribunal Anticorrupción de Manila la condenó a entre 6 y 11 años de cárcel por cada uno de esos delitos y emitió una orden de arresto por el desvío de 200 millones de dólares del erario público a fundaciones privadas a su nombre en Suiza.

Imelda, de 89 años, realizó siete transferencias a varias fundaciones creadas por ella entre 1968 y 1984 en el país europeo cuando ocupaba el cargo de gobernadora de Manila (1975-86), lo que viola las leyes anticorrupción vigentes en esa época, según la sentencia. Ni Imelda ni ningún representante legal acudió a la lectura de la sentencia, que la inhabilita de por vida para desempeñar un cargo público, a pesar de que se ha postulado para las elecciones de mayo como gobernadora de Ilocos Norte, tradicional feudo de los Marcos.

La viuda de Marcos es representante en la Cámara Baja por esa región del norte del país, que ahora gobierna su hija Imee, de 62 años, cuyo mandato expira el próximo año cuando tiene previsto dar el salto a la política nacional como candidata al Senado. Sin embargo, como la sentencia no es firme y puede apelarse ante la Corte Suprema, por el momento Marcos puede mantener su asiento en el Legislativo y seguir adelante con su candidatura a gobernadora.

La orden de arresto tampoco se ejecuta de inmediato porque puede recurrir al Supremo, por lo que es probable que el tribunal imponga una fianza a cambio de su libertad mientras avanza el proceso judicial, explicó a los medios el fiscal Ryan Quilala tras la lectura de la sentencia. La apelación podría demorar años este caso en el lento sistema de justicia de Filipinas, ya que la sentencia emitida hoy responde a diez demandas interpuestas por el Defensor del Pueblo entre 1991 y 1995.

El tribunal anticorrupción absolvió de otros tres delitos de corrupción a la viuda de Marcos, conocida por su predilección al lujo y su extensa colección de zapatos y joyas. Ferdinand e Imelda gobernaron con puño de hierro Filipinas desde las elecciones de 1965 hasta que una revuelta popular pacífica, liderada por Corazón Aquino, los llevó al exilio en 1986.

Durante los nueve años que rigió la ley marcial (1972-81), al menos 3.240 personas fueron asesinadas, 70.000 encarceladas y 34.000 torturadas, según Amnistía Internacional. El expresidente falleció en Hawai en 1989 y su viuda y dos hijos regresaron al país en 1992 para afrontar más de 400 procesos judiciales, aunque hasta el momento ninguno les ha puesto entre rejas, lo que les ha permitido hacer carrera política.

La fortuna ilícita amasada por la familia Marcos entre dinero, inmuebles, joyas y obras de arte estima entre 5.000 y 10.000 millones de dólares según la Comisión Presidencial de Buen Gobierno (PCGG, en inglés), una agencia oficial creada hace tres décadas para recuperar toda esa riqueza. En junio el Supremo desestimó por falta de pruebas una demanda presentada por la PCGG que reclamaba a los Marcos unos 955 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios al pueblo filipino.

A pesar de haber declarado un patrimonio de 950.000 dólares desde 1965 a 1984, los Marcos adquirieron más de cien cuadros de pintores como Picasso, Van Gogh o Monet, valorados entonces en 25 millones de dólares, así como varios edificios en las mejores avenidas de Nueva York y Beverly Hills. La organización Transparencia Internacional sitúa a Ferdinand Marcos como el segundo líder más corrupto de la historia, solo por detrás del indonesio Suharto.

Pese al brutal saqueo, la familia se instaló de nuevo en Filipinas tan sólo cinco años desde su huida y el hijo del fallecido Ferdinand Marcos, conocido como Bongbong, llegó a ser candidato a la vicepresidencia en 2016. Las andanzas políticas de los Marcos cuentan con el respaldo del actual presidente del país, Rodrigo Duterte, quien apoyó la candidatura de Bongbong a vicepresidente y ordenó el traslado de los restos del dictador al Cementerio de los Héroes en medio de una fuerte controversia.

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