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Israel, listo para un conflicto armado contra Irán y sus aliados islamistas en Oriente Medio

Israel está dispuesto a extender la guerra en Gaza a otros escenarios de Oriente Medio si Irán lanza una represalia por el bombardeo israelí sobre su consulado en Siria.

Manifestantes protestan contra el gobierno de Netanyahu en Tel Aviv, a 6 de abril de 2024.
Manifestantes protestan contra el gobierno de Netanyahu en Tel Aviv, a 6 de abril de 2024. Hannah McKay / Reuters

Estados Unidos cree inevitable una represalia de Irán contra Israel por la matanza del consulado iraní en Damasco. La Casa Blanca ha desplegado su diplomacia para evitar que un eventual conflicto entre Irán e Israel se extienda y obligue a Washington a intervenir en ayuda de Tel Aviv y contra las milicias proiraníes en Irak, Siria, Yemen y el Líbano. Al tiempo, los jefes militares de Washington planean con el Estado Mayor israelí el rumbo de la que puede ser la nueva guerra de Oriente Medio.

Israel se encuentra en alerta máxima. Su primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha advertido que su país está listo para cualquier contingencia y escenario. Para ello, ha puesto en marcha la correspondiente estrategia, afinada en la reunión mantenida en la tarde del viernes entre las cúpulas militares israelí y estadounidense. "Tenemos una regla muy simple: a quien nos haga daño, nosotros le haremos daño", ha señalado Netanyahu ante esta nueva crisis.

Benjamin Netanyahu: "A quien nos haga daño, nosotros le haremos daño"

Altos funcionarios y fuentes de inteligencia estadounidenses están avisando en los últimos días de que es "inevitable" e "inminente" un ataque iraní contra Israel con misiles o drones. Para esas fuentes, citadas por la prensa de EEUU, "ya no es una cuestión de si se producirá (el ataque), sino de cuándo tendrá lugar".

Esta es una crisis orquestada por el propio Netanyahu. Su difícil situación política, tanto en su país como en el exterior, podría verse aliviada con un conflicto como el que se está fraguando con Irán, de ahí las acusaciones que le llueven estos días por haber ordenado el ataque al consulado iraní en Siria sin valorar con frialdad la eventual reacción de Teherán.

Irán está evaluando la dimensión de la respuesta que debe dar al bombardeo israelí de su consulado en Damasco el 1 de abril, que acabó con la vida de trece personas, entre ellas Mohammad Reza Zahedi, comandante de la Fuerza Al Quds de la Guardia Revolucionaria Islámica, una de las alas del ejército iraní con más proyección en Oriente Medio.

Israel puede desviar la atención de Gaza con Irán

Teherán se juega su prestigio e incluso la estabilidad del régimen islámico si no responde a este desafío israelí destinado a buscar un choque directo entre los dos países. Pero sabe que, si su respuesta sobrepasa ciertos límites, tendrá en frente también a las flotas de guerra que EEUU tiene desplegadas en la región desde que se desató la ofensiva israelí contra los palestinos de Gaza en octubre pasado.

Este conflicto con Irán puede favorecer no solo a los israelíes, deseosos de que el mundo deje de condenar el genocidio de los palestinos en Gaza. Una guerra puede beneficiar también a los intereses estadounidenses si la crisis es localizada y permite reducir el peso del régimen de los ayatolás en Oriente Medio.

EEUU puede beneficiarse de una guerra contra Irán para reducir el poder de los ayatolás en Oriente Medio

Sin embargo, la posibilidad de que el conflicto se desborde es muy alta y por ello la diplomacia estadounidense trata de asegurar que otras potencias regionales, como Arabia Saudí o Turquía, no aprovechen el caos para extender su influencia por la fuerza.

Además intenta convencer a Israel de que si se produce esa represalia iraní, el objetivo sea el llamado Eje de Resistencia compuesto por los paramilitares de corte islamista que pululan por la región y reciben asistencia financiera y militar de Irán.

Algunas de estas milicias, como Hizbulá, con sus campamentos en el sur del Líbano y Siria, disponen de pequeños ejércitos y ya han combatido a Israel en numerosas ocasiones.

Un conflicto en el que Rusia y China tienen mucho que decir

El apoyo de Rusia a Siria, a su vez aliada de Irán, y los intereses chinos en el área añaden elementos incontrolables a ese posible conflicto y convierten a Oriente Medio en un polvorín donde cualquier chispa podría desatar una conflagración muy amplia y de consecuencias inciertas. En marzo pasado, chinos, rusos, iraníes participaron en unas pequeñas maniobras navales en el Golfo de Omán, las cuartas de su tipo en cinco años, en un claro mensaje a Washington.

El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, condenó "enérgicamente" el ataque israelí al consulado iraní y defendió "la inviolabilidad" de las legaciones diplomáticas. Tal vez recordaba el bombardeo de la Embajada china en Belgrado por aviones estadounidenses el 7 de mayo de 1999, en la guerra de Kosovo.

Cualquier chispa podría desatar una conflagración muy amplia sobre el conflicto en Oriente Medio

Wang Yi fue consultado sobre la crisis entre Irán e Israel por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. El jefe de la diplomacia de la Casa Blanca lleva días preguntando a todo el mundo para ver cuál puede ser la reacción de las principales potencias regionales y mundiales ante una posible guerra entre Irán e Israel. Este nerviosismo de Washington da una percepción adecuada del riesgo real de que se desate este conflicto.

La diplomacia china además ha puesto esta escalada de tensión en su justo punto: es consecuencia directa de la guerra de Gaza y de la masacre a manos del ejército israelí de cerca de 34.000 palestinos. Por eso, la prioridad inmediata, apunta Pekín, debería ser "calmar la situación" en Gaza.

EEUU envía a sus diplomáticos… y a sus generales

Blinken también ha tratado de obtener el apoyo de Arabia Saudí, China y Turquía para evitar que entre Israel e Irán estalle una guerra que, según el enviado de la Casa Blanca, "no interesa a nadie". Pero al tiempo que la diplomacia estadounidense sondea el estado de ánimo prebélico en la región, la Casa Blanca ha puesto en marcha ya su propia estrategia prebélica. Blinken le ha garantizado al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, el apoyo total de EEUU a Israel "contra cualquier amenaza de Irán y sus representantes".

Al tiempo, el jefe del Comando Central estadounidense, general Erik Kurilla, se ha desplazado a Israel para coordinar con la cúpula militar israelí, con Gallant al frente, una posible respuesta conjunta a un ataque iraní.

Escenarios bélicos posibles

El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, ha dado la clave sobre lo que puede pasar y su alcance: si el ataque parte de territorio iraní, entonces Tel Aviv ordenará bombardear Irán. Así de simple.

Efectivamente, la posibilidad más peligrosa es que Irán decida atacar Israel con misiles disparados desde su propio territorio. El ejército iraní dispone de algunos de los misiles balísticos más modernos y certeros, y los ha utilizado con cierto éxito. Así ocurrió el 8 de enero de 2020, cuando Irán atacó las bases estadounidenses de Al Asad y Balad, en Irak, como represalia por el asesinato del general Qasem Soleimani ordenado por Washington cinco días antes.

El ejército iraní dispone de algunos de los misiles balísticos más modernos y certeros

Este tipo de ataques desencadenaría una oleada de bombardeos israelíes y estadounidenses sobre Irán, e implicarían una guerra total. Otra alternativa es que los misiles y oleadas de drones sean lanzados desde Irak, por ejemplo desde la provincia de Anbar, donde las fuerzas armadas iraníes cooperan con milicias locales chiíes.

También pueden ser utilizados misiles lanzados desde Siria, donde operan unidades iraníes aliadas del régimen de Bachar al Asad, enemigo jurado de Israel. En enero de 2024, Irán atacó sendos grupos disidentes iraníes en Pakistán y la parte de Siria que no controla el régimen de Damasco. Para ello empleo misiles balísticos Kheibar Shekan desde el propio territorio sirio. Estos cohetes tienen un alcance de 1.450 kilómetros y constituyen una de las armas más peligrosas de Irán.

El Eje de Resistencia islámica y Hizbulá, claves en esta crisis

Una posibilidad es un ataque mixto de drones y misiles por milicias aliadas de Irán pertenecientes al Eje de Resistencia, desde territorio iraquí, desde Siria o desde el Líbano. Uno de estos grupos prochiíes atacó una base en Jordania en enero pasado y causó la muerte de tres soldados estadounidenses.

Los ataques a objetivos militares estadounidenses en Siria, Jordania e Irak desde que se desató la guerra en Gaza el 7 de octubre han causado más de 180 heridos en las filas estadounidenses. El número de muertos por las correspondientes represalias estadounidenses se eleva a decenas.

Hizbulá lleva luchando contra Israel muchas décadas y recibe armas y dinero de Teherán

Una ofensiva respaldada por Irán desde Siria contra Israel sería mucho más probable. No solo opera Hizbulá en este país, sino que hay otras milicias dispuestas a atacar Israel. Estos ataques podrían ser coordinados con el lanzamiento de misiles y drones desde Yemen, donde los rebeldes hutíes proiraníes llevan desde noviembre pasado atacando objetivos israelíes y de países occidentales en el Mar Rojo.

Uno de los escenarios más plausibles es la guerra abierta con Israel de las milicias de Hizbulá, con entre 100.000 y 150.000 combatientes desplegados en el Líbano y Siria. Hizbulá lleva luchando contra Israel muchas décadas y recibe armas y dinero de Teherán. Con la guerra de Gaza reanudó su hostigamiento desde sus campamentos del Líbano contra el norte israelí.

El problema es que el ejército de Tel Aviv se ha preparado durante años para una nueva guerra en el Líbano y éste sería el teatro de operaciones que más le convendría a Netanyahu, para eliminar de una vez por todas la amenaza de Hizbulá sobre el norte de Israel.

Israel incendia Oriente Medio

Pero nada está claro. En octubre, Estados Unidos desplegó en Oriente Medio dos flotas comandadas por sendos portaviones. Esta fuerza frenó cualquier veleidad de Irán o de los grupos proiraníes de lanzar una ofensiva mayor sobre Israel. La presencia armada estadounidense frustró así los planes de Hamás de convertir la guerra de Israel contra los palestinos en un conflicto regional.

Ahora, paradójicamente, puede ser Israel el encargado de completar esos planes y extender la guerra por toda la región. De ahí las dudas de Irán para responder al ataque israelí contra el consulado de Damasco. En cualquier caso, los pasos que den estos dos países en los próximos días marcarán el futuro a medio plazo de Oriente Medio y posiblemente del mundo.

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