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Un juez británico veta expulsiones a Pakistán

El magistrado británico teme que los afectados sean torturados

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

Dos estudiantes paquistaníes no serán deportados a su país de origen por Reino Unido a causa del riesgo de ser torturados. Un juez ha aceptado su recurso, lo que ha puesto en evidencia una de las mayores operaciones antiterroristas llevadas a cabo durante el Gobierno de Gordon Brown.

La identidad de los jóvenes está en el origen de la disputa. Para la policía y los servicios de inteligencia, se trata de miembros de una célula de Al Qaeda que planeaba realizar un atentado con explosivos en centros comerciales de Manchester. Los detenidos defendieron siempre su inocencia.

Nunca hubo pruebas. Si las hubo, los servicios de inteligencia no podían llevarlas ante un tribunal. Los 11 arrestados en abril de 2009 quedaron en libertad a las dos semanas de la redada, pero los diez que eran paquistaníes fueron detenidos otra vez por considerarlos 'un peligro para la seguridad nacional'. Meses después, ocho aceptaron regresar voluntariamente a Pakistán.

Abid Naseer y Ahmad Faraz Khan presentaron un recurso para impedir su expulsión, que ahora ha sido aceptado. El juez admite que Naseer es 'un miembro de Al Qaeda que suponía y supone una grave amenaza para la seguridad' del país. Sin embargo, ordena que ni él ni Faraz sean deportados porque 'existe una larga y bien documentada historia de desapariciones, detenciones ilegales y torturas' en Pakistán.

La ministra del Interior, Theresa May, dijo ayer que está 'decepcionada' por el veredicto. No recurrirá la decisión al no haber base legal para hacerlo. May se ha comprometido a tomar las medidas necesarias para que no cometan un acto terrorista. Eso quiere decir que serán sometidos a vigilancia policial y podrían tener prohibido abrir una cuenta corriente o utilizar un teléfono móvil.

Lo único que se supo en su momento sobre lo que la policía sabía de los sospechosos es que Naseer había enviado e-mails a un presunto miembro de Al Qaeda en Pakistán en los que hablaba de una boda. Para el MI5, era lenguaje en clave con el que se referían a un atentado. Además, otro detenido había hecho fotos de centros comerciales.

Su abogada declaró ayer que la decisión judicial no es un triunfo. Nunca han tenido la opción de defender su inocencia ante un tribunal, y a partir de ahora, quedarán marcados por la sospecha.

Antes de su detención, los jóvenes habían sido vigilados y sus comunicaciones interceptadas por el MI5 durante semanas.

La redada ya tuvo un mal comienzo. La policía se vio obligada a adelantarla por culpa del error de un alto cargo de la lucha antiterrorista. Fue fotografiado por la prensa a la salida de una reunión en Downing Street con varios documentos en la mano. En las imágenes se podía apreciar con bastante claridad algunos de los elementos de la investigación.

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