A los líderes europeos les espera una noche larga, donde esta asegurada la tensión y los choques sobre cómo definir una respuesta a la crisis energética que asola Europa. Algunos Estados apuestan por topar el precio del gas, como España, Portugal o Grecia. Estos se encuentran con la ferviente oposición, entre otros, de Países Bajos y Hungría, además de las reticencias de Alemania. 

De hecho, los representantes de la UE están volcados en convencer tanto a Olaf Scholz como a Mark Rutte para que acepten imponer un tope al precio del gas para abaratar la factura eléctrica de hogares y empresas. "Probablemente será difícil, pero es muy importante que hoy o mañana mandemos la señal fuerte de que estamos decididos a actuar unidos y a tener un impacto positivo", afirmó a su llegada a la reunión el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. 

Por el momento, el primer ministro neerlandés aseguró este jueves que Países Bajos no se posiciona en contra de acordar un tope a los precios de la energía, pero advirtió de que primero hay que "estar seguro" de que esta medida "funciona" a la hora de bajar los precios y mantener los suministros.

El otro escollo –aún más grande– es Hungría. El ultranacionalista Viktor Orbán ha calificado de suicidio económico los planes de la UE de limitar el precio del gas. Orbán aseguró en un mensaje en Twitter que espera "un enorme debate" en el Consejo Europeo. 

Más allá del tope

Los jefes de Estado y de Gobierno tienen sobre la mesa las ideas desveladas recientemente por la Comisión Europea, que pasan, entre otras, por activar el sistema de compras conjuntas, un sistema de solidaridad en casos de emergencia y un tope "dinámico" al precio del gas que siguen sin convencer a capitales como Berlín y La Haya. 

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, remarcó que no sería bueno que Alemania se aísle del resto de la UE en el debate energético y llamó a encontrar un acuerdo sobre la base del "amplio consenso" generado por las últimas propuestas del Ejecutivo comunitario.

El primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, para quien el nuevo paquete de medidas de Bruselas es "extremadamente bueno" porque incluso su anuncio ya está haciendo retroceder a los precios, instó a los Estados miembros más reacios a intervenir el mercado del gas a sumarse al resto de socios del club.

El primer ministro letón, Krišjānis Karinš, se mostró a favor de encontrar un modo de limitar el precio del gas y añadió que, aunque "siempre es difícil cuando se intentar intervenir los mercados", es el momento de "explorar todas las posibilidades de hacerlo con soluciones de corto plazo".

El foco, centrado en Alemania

Entretanto, preguntado por las críticas que apuntan a que Alemania no está ayudando lo suficiente al resto de socios del bloque, Scholz defendió que Berlín es "el mayor apoyo" del proyecto europeo, así como que ha ayudado a construir "muchos mecanismos de solidaridad", como el propio fondo de recuperación cuyas ayudas se pueden utilizar ahora, dijo, para la crisis energética. 

Scholz se mostró a favor de medidas para reducir el precio del gas, pero puso el acento en cooperar con socios globales como Corea del Sur o Japón, así como con otros proveedores, al tiempo que llamó a estudiar "intensamente" cualquier posible "instrumento" porque "deben funcionar".

En medio, el proyecto BeMar

La reunión se produce en medio del acuerdo de España, Francia y Portugal para arrancar el proyecto de corredor energético verde bajo el nombre BarMar. Según el Gobierno español, podría estar operativo en un plazo de cuatro o cinco años. 

Este pacto se ha alcanzado como alternativa a la interconexión transpirenaica del MidCat. La intención es que se puedan ofrecer datos más concretos en la reunión que volverán a mantener los tres en la ciudad española de Alicante el 9 de diciembre en el marco de la cumbre euromediterránea. 

También hay estudios preliminares sobre la capacidad de hidrógeno verde que podría transportarse a través de una tubería de unos 360 kilómetros, pero remiten a la cita de Alicante para ofrecer algunos datos más orientativos. El Ejecutivo de Sánchez recalca que la principal diferencia entre el BarMar y el MidCat es que el proyecto actual es posible porque están de acuerdo los tres países, mientras que el anterior, que ya se ha dado por enterrado, contaba con la oposición de Francia.

El comunicado conjunto hecho público por España, Francia y Portugal tras anunciarse el acuerdo concreta que esta infraestructura podría transportar "una proporción limitada de gas natural como fuente de energía temporal y transitoria".

Los estudios que han permitido a España presentar esta alternativa al MidCat, que ha recibido el visto bueno de Francia y Portugal, llevan tiempo realizándose y ha habido muchas conversaciones para ello. No cree el Gobierno español que la construcción del BarMar vaya a suponer mucho más dinero que el MidCat y resaltan la capacidad de conexión con Europa que existe una vez que el hidrógeno, e inicialmente el gas, llega a Marsella. Asimismo, destaca que España va a ser una gran potencia en hidrógeno verde y es el país más competitivo de toda Europa en este ámbito.