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Mursi rechaza el ultimátum de 48 horas del Ejército egipcio

Los militares planean suspender la Constitución y disolver el Parlamento mientras se especula sobre la dimisión de un Ejecutivo que ya ha perdido cinco ministros

PÚBLICO / AGENCIAS

Mursi está cada vez más solo. Tras el ultimátum de 48 horas lanzado ayer por el Ejército a las fuerzas políticas para resolver la crisis en el país, el Gobierno egipcio se desmorona a pasos forzosos. Ya han abandonado el Ejecutivo cinco ministros, el último Mohamed Kamel Amr, el titular de Asuntos Exteriores que presentó su dimisión esta misma madrugada mientras se especula sobre la renuncia en bloque del gabinete liderado por el primer ministro, Hisham Qandil.

Los rumores se extendieron tras la reunión de emergencia entre el presidente Mursi con el jefe de Gobierno y los ministros que le quedan, salvo los de Defensa e Interior. Un miembro de la Presidencia ha negado que se hayan presentado las renuncias, aunque sí ha confirmado la dimisión de los portavoces presidenciales, Omar Amer e Ihab Fahmi, además del portavoz del Consejo de Ministros, Alaa al Hadidi.

'El Gobierno no ha presentado su dimisión y lo que se ha difundido al respecto no es cierto', ha declarado además a la prensa el ministro de Justicia, Ahmed Suleiman. Pese a las distintas declaraciones, fuentes gubernamentales citadas por Efe insisten en que el Ejecutivo puso su continuidad a disposición de Mursi. Tras la primera reunión, el presidente llamó a Qandil y al titular de Defensa, Abdel Fatah al Sisi.

A la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores, se suman las producidas ayer por los titulares de Turismo, Telecomunicaciones, Asuntos Legales y Parlamentarios y Medio Ambiente que entregaron una carta a Qandil con su decisión irrevocable en la que piden 'la caída del régimen' y en la que acusan a Mursi de 'no haber respondido a las demandas del pueblo'.  Otra dimisión relevante el lunes fue la del exjefe del Estado Mayor Sami Anan, antiguo 'número dos' de la Junta Militar que asumió el poder tras la caída de Mubarak, quien dimitió como consejero presidencial. También se sumó a esta ola de renuncias la del gobernador de la provincia de Ismailiya (noreste), Hasan Rifai.  

En la primera reacción de Mursi a la advertencia de la cúpula castrense, el presidente señaló que 'algunas frases' del comunicado militar tienen 'connotaciones que pueden causar confusión'. El mandatario ha asegurado que no revisó el mensaje de las Fuerzas Armadas antes de que éste se hiciera público. Además, la presidencia insistió en que está dando 'pasos prácticos' hacia el diálogo nacional, y que seguirá haciéndolo 'al margen de cualquier comunicado que profundice la división entre los hijos de Egipto'. 'Egipto, junto a todas sus fuerzas, no permitirá retroceder', señaló el comunicado presidencial, que llega en respuesta a la advertencia del ejército, interpretada por algunos como una amenaza de golpe de Estado.

Los militares anunciaron que, 'en caso de que las demandas de la población no se vean satisfechas en este periodo, será tarea del Ejército anunciar una 'hoja de ruta' para el futuro'. Esa hoja de ruta pasa por, en un principio, suspender la Constitución y la disolución del actual Parlamento que lideran los Hermanos Musulmanes -a los que Mursi pertenecía antes de asumir la presidencia-, según fuentes militares citadas por la agencia Reuters.

Asimismo contempla que un consejo interino asuma el gobierno del país hasta que la Carta Magna sea enmedada, algo que se prevé que ocurra en cuestión de meses, y a continuación la celebración de elecciones presidenciales. Las fuentes han explicado que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) todavía está discutiendo los detalles y el plan, que busca resolver la crisis política que ha llevado a millones de egipcios a manifestarse en las calles, podría modificarse en función de los acontecimientos políticos y las consultas.

Anteriormente, las mismas fuentes habían indicado que el Ejército está listo para desplegarse por El Cairo y otras ciudades en caso de que se produzcan nuevos enfrentamientos y en caso de tener que proteger a los manifestantes. Varios helicópteros de combate Apache, de fabricación estadounidense, han sobrevolado este martes las calles de la capital egipcia, en especial la plaza Tahrir, en la que se han reunido miles de manifestantes antigubernamentales. Egipto vive este martes una nueva jornada de manifestaciones masivas en el país, después de que los grupos islamistas hayan llamado a los seguidores de Mursi a salir también a la calle.

El llamado Frente del 30 de Junio, que aglutina a varios grupos opositores egipcios, ha anunciado por su parte que ha elegido al ex premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei como representante encargado de preparar una transición política. En un comunicado, los opositores señalaron que a partir de ahora El Baradei tendrá la responsabilidad de 'garantizar las demandas del pueblo egipcio y diseñar un escenario que conduzca a la completa puesta en marcha de una hoja de ruta para la transición política'.

El recientemente creado Frente del 30 de Junio está agrupado en torno a la campaña Tamarrud (Rebelión). El movimiento lanzó otro ultimátum a Mursi, que al igual que el lanzado por los militares concluye el miércoles, bajo la amenaza de iniciar una campaña de desobediencia civil. El grupo aseguró la semana pasada que había conseguido la firma de 22 millones de egipcios para pedir la marcha de Mursi, al que acusan de haber monopolizado el poder a favor de los Hermanos Musulmanes y no haber cumplido los objetivos de la revolución que llevó a la caída del presidente Hosni Mubarak en febrero de 2011, y la convocatoria de nuevos comicios.

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