Netanyahu desata el infierno en Gaza con la bendición de EEUU
Israel dinamita la tregua en Gaza con la aquiescencia de Trump y se prepara para lanzar una ofensiva terrestre que facilite la erradicación palestina de la Franja.
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Cuando Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos, hizo una promesa a los palestinos: o claudicaban ante Israel y cumplían los designios de su primer ministro, Benjamín Netanyahu, o se desataría "el infierno" en Gaza. Ya está hecho. El ataque lanzado por EEUU contra los hutíes aliados de Hamás en Yemen el pasado fin de semana fue la luz verde que necesitaba Netanyahu para romper la tregua que regía en la Franja desde el 19 de enero y dar la orden al Ejército israelí de asesinar a cientos de personas. Una masacre que cuenta con todas las bendiciones de Washington.
Son ya más de 400 los muertos en los bombardeos lanzados desde la madrugada del martes en toda la Franja, la mayor parte niños, mujeres y ancianos que dormían. Netanyahu ha querido además lanzar sus ataques en medio del Ramadán, la fiesta más sagrada de los musulmanes, en un mensaje directo a los aliados islamistas de Hamás, principalmente Irán.
Objetivos de las bombas: mujeres y niños
El Ejército israelí aprovechó la calma de la noche para lanzar ataques aéreos por toda Gaza, mientras hileras de carros de combate bombardeaban las zonas fronterizas desde territorio de Israel en el este y sur del enclave. Los bombardeos tuvieron como objetivo principal causar la muerte y el pánico en zonas densamente pobladas.
Aunque el Ejército de Israel afirmó que los ataques fueron contra objetivos terroristas de la organización Hamás, la realidad fue otra. Según informó la cadena Al Jazeera desde Gaza, los bombardeos israelíes de esta madrugada se concentraron sobre vecindarios densamente edificados, escuelas improvisadas que acogían a refugiados y edificios residenciales donde la gente se ha estado refugiando desde que comenzó la guerra.
La mayoría de las víctimas son mujeres y niños, indicó a la agencia AFP el portavoz del Ministerio de Salud de la Franja, Mohammed Zaqut. Además de los muertos, hay cientos de heridos, "decenas de ellos en condiciones críticas" y sin apenas medios para atenderlos, afirmó Zaqut.
La Casa Blanca, al tanto de la masacre
El plan de esta reanudación de los ataques israelíes contra Gaza fue presentado el fin de semana por el Ejército y aprobado por el Gobierno. La Casa Blanca tuvo inmediato conocimiento de la matanza que se avecinaba y que continúa el genocidio de casi 49.000 palestinos asesinados por Israel desde que empezó la guerra en la Franja en octubre de 2023. Entre las ruinas de las grandes ciudades de Gaza puede haber hasta 15.000 muertos más. Este alto el fuego, que debería haber comenzado ya una nueva fase a principios de marzo, permitió recuperar algunos de los cuerpos.
Los ataques israelíes y la ruptura de la tregua tuvieron lugar después de que, tres días antes, Estados Unidos lanzara esa ofensiva por aire contra las ciudades yemeníes de Saná y Hodeidah, y en las provincias de Saada y Al Jawf, con medio centenar de muertos. Los hutíes rebeldes, aliados de Irán y Hamás, respondieron con un ataque contra el portaaviones estadounidense Harry S. Truman en el mar Rojo, aunque sin ocasionarle daños de cuantía.
El ataque lanzado por Washington era uno de los más letales que ha propinado EEUU a los rebeldes hutíes desde que comenzó la guerra de Gaza en octubre de 2023 y ese grupo armado rebelde en Yemen y aliado de Hamás decidiera apoyar a Hamás atacando los intereses israelíes en el mar Rojo.
Hamás ha acusado a EEUU de tener "toda la responsabilidad" de los ataques realizados por Israel en Gaza como continuación de la ofensiva estadounidense en Yemen.
Israel despeja la frontera con Gaza
Ahora, el Ejército israelí se prepara para una posible ofensiva terrestre a gran escala en las zonas fronterizas de Gaza, donde ha conminado a los palestinos allí desplazados a abandonar las zonas.
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El plan de Trump para Gaza contempla la "limpieza étnica" de los palestinos y esto solo podrá lograrse con tropas israelíes sobre el terreno. La segunda fase de la tregua establecida hace dos meses pretendía por el contrario facilitar la retirada israelí, algo que ya parece muy lejos de llevarse a cabo.
La segunda fase del acuerdo de alto el fuego estaba en proceso de negociación. Pero Israel y EEUU apostaban por alargar la primera fase y no pasar a una nueva que implicaba abordar el proceso de reconstrucción de Gaza y la salida de las fuerzas israelíes. Para justificar su cambio de posición en la tregua, Tel Aviv demandó la entrega de todos los rehenes israelíes aún en manos de Hamás, entre ellos 24 que podrían aún estar con vida y 36 muertos. Ahora, tras los ataques de este martes, se han reducido mucho las posibilidades de recobrarlos.
La guerra de Gaza comenzó después de que milicianos de Hamás atacaran zonas fronterizas de Israel y mataran a 1.200 personas el 7 de octubre de 2023. También secuestraron a 251 israelíes. Un centenar de ellos fueron liberados con vida en la primera tregua de noviembre de 2023 y cerca de 40 en este segundo alto el fuego. También se han recuperado numerosos cuerpos de los secuestrados y otros ocho rehenes fueron liberados en operaciones del Ejército israelí.
En respuesta al ataque de Hamás de octubre de 2023, Israel lanzó una ofensiva por tierra y aire contra Gaza e invadió la Franja. La mayor parte de las ciudades y aldeas de este territorio palestino han sido destruidas por las fuerzas armadas israelíes y cerca de dos millones de palestinos (de los 2,3 millones que vivían en Gaza antes de la invasión) ha sido obligados a dejar sus hogares y a desplazarse por toda la Franja, pasando de un campo de refugiados a otro por imposición del Ejército judío.
La culpa, según Israel, es de Hamás
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, Oren Marmorstein, dijo que Tel Aviv había decidido el ataque masivo "después de que Hamás rechazara repetidamente las propuestas para extender el alto el fuego y liberar a los rehenes" israelíes.
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Y el titular de Defensa, Israel Katz, fue si cabe más descarado al indicar que "Hamás debe comprender que las reglas del juego han cambiado". Katz dijo que los ataques contra Gaza no cesarán hasta que los 59 rehenes, vivos o muertos, sean recuperados.
Es decir, Israel decidió cambiar esas reglas del juego y como no lo aceptó Hamás, Netanyahu rompió el tablero, pese a que ya venía vulnerándolo. En primer lugar, la segunda fase de la tregua debería estar ya en marcha desde el 2 de marzo. No solo no lo aceptó Israel, sino que además bloqueó el paso de la ayuda humanitaria a Gaza y cortó de nuevo la electricidad, con lo que pararon las desalinizadoras que suministran agua a la Franja.
Estados Unidos —que, además de apoyar sin fisuras a Israel, es mediador en las negociaciones— también había respaldado la prolongación de esa primera fase de la tregua al menos un mes y medio más, hasta mediados de abril.
El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, explicó este martes que las matanzas que está llevando a cabo el Ejército judío en Gaza tienen como objetivo sacar las negociaciones con Hamás del "punto muerto" en que se encuentran al no obedecer Hamás el cambio de reglas impuesto por Israel.
La ruptura de la tregua refleja la hoja de ruta de Trump
La decisión de Netanyahu de romper la tregua y los movimientos del Ejército israelí en las áreas fronterizas disparan el temor a que la intención de Israel, apoyado por la Casa Blanca, sea erradicar a los palestinos de Gaza, tal y como había ya propuesto Trump.
El plan del presidente estadounidense, presentado inmediatamente después de jurar su cargo, es convertir la Franja en un territorio franco para la industria turística estadounidense en cooperación con Israel, reubicando por la fuerza a los gazatíes en los países árabes cercanos.
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En consonancia con ese plan, el Ejército judío forzó este martes el desalojo de la población de las zonas de Beit Hanoun, en el norte de Gaza, y de los barrios de Khuza, Abasan al Kabira y Abasan al Jadida de la ciudad de Jan Yunis, en el sur. Estas áreas están cerca de la frontera con Israel de donde podrían llegar las unidades militares para lanzar una ofensiva a gran escala.
Por eso resultaron inquietantes las palabras de la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Dorothy Shea, quien indicó este martes que su país no solo respalda a Israel en sus últimos ataques, sino que lo apoyará en lo que haga a partir de ahora. "Apoyamos a Israel en sus próximos pasos", afirmó Shea.
La doble advertencia a Irán
La reanudación de las matanzas israelíes en Gaza y una eventual ofensiva terrestre en la Franja marcan la segunda parte del mensaje que Washington ya dio tres días antes a Irán y sus aliados del llamado Eje de Resistencia, en el que se incluyen los hutíes y las milicias de Hamás, con el bombardeo de las posiciones de aquellos en Yemen.
Por si no hubiera quedado claro que el mensaje iba directo a Teherán, el presidente Trump advirtió este lunes a Irán de que responsabilizará a la República Islámica de cualquier respuesta armada que pudieran dar sus aliados yemeníes.
"¡Cada disparo de los hutíes será considerado, de ahora en adelante, como un disparo de las armas y del liderazgo de Irán, y solo Irán será responsable y sufrirá las consecuencias, y esas consecuencias serán nefastas!", indicó Trump en la red Truth Social.
Ahora el respaldo estadounidense a Israel en Gaza ha puesto de manifiesto que, al igual que EEUU prefiere una Ucrania pacificada y una Rusia tranquila, no ocurre lo mismo en Oriente Medio. Los ataques en Gaza y Yemen aprietan un poco más el cerco en torno al régimen de los ayatolás y demuestran que no va a ser la diplomacia la pauta que marque las próximas acciones estadounidenses en la región.
Lo reiteró este martes la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una entrevista con la cadena Fox News. "Como ha dejado claro el presidente Trump, Hamás, los hutíes, Irán, todos aquellos que buscan aterrorizar no solo a Israel, sino también a Estados Unidos, pagarán un precio: se desatará el infierno".
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