Este artículo se publicó hace 14 años.
La ola conservadora se hace con el Congreso estadounidense
Isabel Piquer
Los pronósticos se cumplieron. Los demócratas han sufrido una de las derrotas más graves de su historia pese a una movilización masiva de último minuto. La crisis y el clima de incertidumbre económica dieron a los republicanos una amplia mayoría en el Congreso con la que esperaban luchar contra las medidas del presidente Barack Obama.
Sin embargo, Obama consigue respirar, ya que los demócratas han logrado mantener el control sobre el Senado, gracias a las victorias en estados clave. Los sueños republicanos de controlar la cámara alta se desvanecieron con las victorias de Joe Manchin en Virginia Occidental y Richard Bluementhal en Connecticut, y se confirmaron con la renovación de su asiento por California de Barabara Boxer.
La noche empezó claramente conservadora. El nuevo senador por Kentucky, Rond Paul, una de las estrellas del Tea Party, y su recién elegido colega por Florida, la joven promesa republicana Marco Rubio, fueron los primeros en confirmar una victoria anticipada por los sondeos.
"Hay una ola Tea Party y queremos lanzar un mensaje", dijo Paul a sus simpatizantes tras reconocer su victoria, "un mensaje de cordura fiscal, gobierno limitado y equilibrio presupuestario" al añadir que la labor de Washington no era la de "crear empleo sino permitir a los empresarios crearlo".
En Florida, Marco Rubio fue algo más ecuánime en su discurso. "Los resultados no son una validación del partido republicano, más bien una segunda oportunidad para cumplir lo que prometieron no hace tanto tiempo", dijo Rubio que prometió, una vez en su puesto, cambiar el rumbo de Estados Unidos que "va por la mala dirección".
Momentos antes, su padrino electoral, el ex gobernador Jeb Bush, había calificado el equipo de Obama de "gobierno opresivo".
El movimiento Tea Party cimentó su poder político al adjudicarse otras victorias en Pensilvania (Pat Toomey) y New Hampshire (Kelly Ayote) y en Wisconsin (Ron Johnson). En Delaware, como estaba previsto, perdió Catherine O'Donnell, cuyos anuncios electorales tras ganar las primarias de su partido empezaban con "no soy una bruja". En Carolina del Sur, Nikki Haley, otra estrella del movimiento ultra, consiguió convertirse en la gobernadora del estado.
Los conservadores tan sólo necesitaban 39 escaños para hacerse con la mayoría
A las 9,00 de la noche, tres horas después del cierre de los colegios electorales en algunos estados de la costa este, cuando Nevada y California seguían votando, los medios de comunicación proyectaron las primeras estimaciones de victoria al otorgar a los republicanos 237 escaños contra 198 demócratas en la Cámara de Representantes. Los conservadores tan sólo necesitaban 39 escaños para hacerse con la mayoría, el suspense duró poco y los consiguieron rápidamente.
En un ambiente de clara oposición a Washington "llevar mucho tiempo en el cargo se convirtió en una sentencia de muerte para muchos candidatos demócratas" que esperaban seguir en el puesto, sentenció el comentarista político de la cadena NBC, Chuck Todd.
El Senado, demócrataAdemás, el líder demócrata, Harry Reid, consiguió una apuradísima victoria en Nevada frente a la candidata Tea Party Sharron Angle, en una de las batallas electorales más reñidas.
Obama tiene previsto comparecer hoy a la 13,00 horas (18,00 hora española) para dar una primera valoración del resultado de las urnas. Mañana sale de gira por Asia donde visitará India, Indonesia, Corea del Sur (cumbre del G20) y Japón, lo que le permitirá tomar un poco de distancia antes de volver a una capital donde le esperan dos años de ardua lucha política para sacar adelante su programa de gobierno.
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