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Qué es la OTAN, que países la forman y para qué sirve

Estas son las claves de la Alianza Atlántica, una organización con sede en Bruselas que vincula a una treintena de países para reaccionar de forma colectiva en caso de agresión militar.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, abre uno de los últimos consejos del organismo, a 30 de noviembre de 2022.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, abre uno de los últimos consejos del organismo, a 30 de noviembre de 2022. NATO / Europa Press

Este martes Finlandia se convertirá en el país número 31 de la OTAN, un organismo que lleva muchos años en el punto de mira y que ha cobrado especial protagonismo durante los últimos meses por la invasión rusa de Ucrania. Son muchos los que todavía se preguntan para qué sirve esta organización, qué Estados la integran o cuáles son sus funciones. Por eso, este artículo de Público trata de despejar esas dudas y hace un breve recorrido por la historia de la institución. 

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN o NATO, por sus siglas en inglés), también conocida como Alianza Atlántica, nace en 1949 como parte de la respuesta estadounidense a los movimientos del bloque que se estaba forjando en torno a la antigua URSS. Según sus estatutos, el objetivo de la institución es "garantizar la libertad y la seguridad de sus países miembros por medios políticos y militares". El mismo documento recoge la necesidad de adoptar una respuesta colectiva ante cualquier posible agresión militar en alguno de sus territorios. La entidad considera este supuesto "un ataque contra todos", es decir, contra el conjunto de los integrantes.

Los orígenes de la Alianza Atlántica

La OTAN, que nace con la firma del Tratado de Washington (1949), estuvo inicialmente formada por una decena de países: Estados Unidos, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido. Todos ellos se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de que alguno resultase atacado. España no entró en la Alianza Atlántica hasta 1982, tres décadas después de su fundación. Su adhesión se recuerda como una de las decisiones más controvertidas de la política española en los primeros años de la transición hacia la democracia. 

La organización tiene su sede en Bruselas y actualmente aglutina a 30 Estados, que pasarán a ser 31 con la inminente anexión de Finlandia. En sus bases, la OTAN niega el acceso a cualquier país que no sea europeo o tenga una parte europea (como Turquía), siendo EEUU y Canadá las únicas excepciones. Pese a ello, dice estar "abierta" a nuevas incorporaciones.

Todos los países miembros

Además de los miembros fundadores (Estados Unidos, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido), la Alianza Atlántica cuenta con otra veintena de componentes. A lo largo de los años otros países se han ido sumando al organismo, una condición para la que es necesario el beneplácito de todos y cada uno de los integrantes. Con que solo un Estado vote que no, el ingreso quedará paralizado. 

Grecia y Turquía han sido las primeras en ratificar su afiliación. Lo mismo ocurrió con Alemania, que en 1955 firmó su entrada a la entidad. España fue la siguiente, en 1982. Con el cambio de siglo, siguieron sus pasos Hungría, Polonia y República Checa. En 2004 Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía fueron aceptadas por los distintos vértices de la OTAN. Albania y Croacia accedieron en 2009 y Montenegro, en 2017. La última admisión se produjo en 2020, cuando Macedonia del Norte se convirtió en el país número 30.

No obstante, la lista sigue en aumento. Este martes 4 de abril Finlandia se estrena en la OTAN tras haberlo solicitado en su última cumbre, celebrada en Madrid, pocos meses después del estallido de la guerra en Ucrania. Junto a Helsinki lo solicitó también Suecia, su vecina nórdica, pero el veto turco impide por el momento su acogida en la institución.

La fuerza de la OTAN

La OTAN dispone de pocas fuerzas permanentes propias. Del total de efectivos que llevan su sello, la mayoría son aeronaves y tanques. No obstante, los países miembros pueden participar en operaciones con operativos nacionales de forma voluntaria. Su verdadera fuerza pasa más bien por el papel. En el Tratado de Washington, los Estados miembros se obligan a defender a cualquier otro con las medidas que se consideren necesarias, "incluso el empleo de la fuerza armada". 

La OTAN ha estado presente en muchos de los grandes conflictos de la última década, pero si hay uno en el que destaca especialmente su implicación es la guerra de Ucrania. En la última cumbre de la Alianza Atlántica, se acordó aumentar el presupuesto militar de aquí a 2030. Sonados son también los envíos de armamento y material de combate que los distintos componentes han ido enviando durante estos meses a Kiev. En el plano internacional, otros muchos países mantienen acuerdos específicos con el organismo: los territorios del Magreb, los del Golfo Pérsico, Afganistán, Australia, Japón, Colombia o incluso Irak. Con Rusia, en cambio, las tensiones siempre han estado un peldaño por encima y la situación actual no promete grandes avances en este sentido.

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