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Participación a la baja en las municipales italianas

Los colegios se cierran a las 15.00 horas. Las previsiones apuntan a una segunda vuelta en Nápoles y Milán. Berlusconi se juega su futuro

DANIEL DEL PINO

Los colegios electorales de 1.310 ayuntamientos italianos se cierran a las 15.00 horas de este lunes poniendo punto y final a unas elecciones municipales y provinciales interpretadas como un examen crítico para el primer ministro, Silvio Berlusconi, tras sus últimos escándalos sexuales.

Tras una afluencia marcadamente inferior a la de las elecciones de 2006 ayer por la mañana, los números remontaron por la tarde sobre las 19.00 horas, aunque finalemente, los datos hechos públicos por el Ministerio de Interior a las diez de la noche, indicaban de nuevo una participación menor, con una caída en torno al 2%.

Participación menor en casi todos los ayuntamientos menos en dos de los claves: Turín y Milán. En éste último, Il Cavaliere se juega buena parte de la legislatura, ya que presentándose como cabeza de lista sin optar a ningún cargo, ha tratado de hacer de estos comicios un plebiscito ante la magistratura, la opinión pública, la oposición y sus socios de Gobierno de la Liga Norte.

Las primeras previsiones comenzarán a salir a partir de las cuatro de la tarde, aunque no habrá cifras concluyentes de votos hasta las ocho. El examen es igual de importante para la oposición de izquierdas, que tiene la obligación de renovar su mandato en la alcaldía de Turín y conquistar Bolonia.

La candidata de Berlusconi tendrá complicado imponerse en la segunda vuelta por la coalición de la ziquierda En lo que respecta a Milán, el escenario más probable es que haya que recurrir a la segunda vuelta. El complejo sistema electoral italiano establece que en los ayuntamientos con más de 15.000 habitantes en los que uno de los candidatos no consiga más del 50% de los votos, tenga que votarse de nuevo. 

Ese escenario sería muy peligroso para las aspiraciones de Letizia Moratti, la candidata de Berlusconi y actual alcaldesa de la capita lombarda, ya que toda la oposición en bloque buscaría la manera de formar una coalición que hiciera caer el fortín del berlusconismo.

En Nápoles, donde la campaña ha estado marcada por la enésima crisis de las basuras, el panorama pinta parecido. La alcaldía está en manos progresistas desde hace 16 años, aunque los buenos números del candidato de la derecha, Gianni Lettieri, unido a que la izquierda ha presentado a dos candidatos por separado, podrían acabar forzando la segunda vuelta.   

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