La senadora colombiana Piedad Córdoba aseguró, entre lágrimas, en una entrevista divulgada hoy, que el Gobierno de Colombia se 'burló' de ella y del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que efectuaban gestiones para un acuerdo con la guerrilla de las FARC.

En el programa de radio 'Las voces del secuestro' la senadora se refirió a la crisis causada tras la cancelación por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de la gestión que había encomendado en agosto pasado a Chávez y Córdoba ante la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), para un acuerdo humanitario.

Uribe se indignó el pasado miércoles al saber que Córdoba había telefoneado a un alto mando militar colombiano y le había pasado al mandatario de Venezuela y suspendió la mediación, lo que generó una dura reacción de Chávez, que 'congeló' las relaciones bilaterales.

'Yo no quería nunca que esto terminara así. Yo me la jugué muy duro', manifestó la parlamentaria opositora liberal en medio de sollozos y responsabilizó al alto comisionado presidencial para la Paz, Luis Carlos Restrepo, del fracaso de las gestiones.

'Me duele que Álvaro (Uribe) haya desconfiado de nosotros y que el alto comisionado haya jugado con nosotros y jamás haya tenido interés en que esto se hiciera', se quejó la dirigente política.

'Estoy hoy aquí con mucha tristeza porque es muy difícil, porque se burlaron de nosotros y por qué sé que Chávez estaba muy triste el día que se dio cuenta', añadió.

Acuerdo humanitario con las FARC 

Chávez aceptó en agosto pasado mediar en busca del llamado acuerdo humanitario con las FARC para que esta guerrilla liberase a 45 políticos, soldados, policías y estadounidenses secuestrados a cambio de 500 guerrilleros presos.

Pero el pasado miércoles Uribe anunció la cancelación de esa mediación, molesto porque Córdoba telefoneó al general Mario Montoya, comandante del Ejército de Colombia, y le pasó a Chávez al teléfono, quien preguntó sobre rehenes de las FARC.

Piedad Córdoba argumentó que resolvió llamar al general Montoya porque creía necesario estar en contacto con los militares para el éxito del proceso.

Subrayó que 'estaba dispuesta a trabajar con ellos (los militares). Jamás hubiera buscado una reunión para atentar contra el Estado. Simplemente decirles que yo también, como ellos, siento el paso. Todos estamos sufriendo demasiado', dijo.

La congresista insistió en que 'jamás hubiera hecho algo contra la seguridad (de Colombia) y Chávez jamás habría hecho algo con lo que no estuviera de acuerdo el presidente Uribe. Nos sometimos a las reglas que él impuso', dijo.

Chávez declaró indignado el domingo que 'congelaba' las relaciones con Colombia. Uribe respondió acusando a su colega venezolano de no estar interesado en la paz de Colombia sino 'en posibilitar un gobierno con influencia del terrorismo', promover un modelo 'expansionista' hacia otros países latinoamericanos e 'incendiar' y 'maltratar' el continente con sus relaciones exteriores.

El gobernante colombiano puntualizó que al presidente Chávez se le permitió reunirse con representantes de las FARC -aparte de con el Ejército de Liberación Nacional (ELN)- pero 'como en tantas ocasiones anteriores, las FARC volvió a mentir, volvió a incumplir'.