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La prensa cubana, en la ruta del cambio

Cuba sienta las bases de un nuevo modelo mediático más transparente y accesible. Incluso Raul  Castro ha criticado la falta de debate público en los medios del país

FERNANDO RAVSBERG

'El problema no es solo de los periodistas ni es solo de los medios, es del Partido, en primer lugar, y nosotros tenemos también que autocriticarnos en lo que no hemos logrado para potenciar nuestra prensa, para facilitar el trabajo de la prensa', expresó el Primer Vicepresidente cubano Miguel Díaz Canel al finalizar el 9 Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).

La 'autocrítica' del líder cubano parece apuntar al Departamento Ideológico del Comité Central, desde donde se dirigen todos los medios de prensa nacionales. Según Jorge Gómez Barata, antiguo miembro de ese organismo, esta relación entre la prensa y el Partido surge en los años 70, a imagen y semejanza de la que existía en la Unión Soviética. Nace como Departamento de Orientación Revolucionaria pero deviene en censor dedicado a asustar y castigar a aquellos que osan realizar críticas por cuenta propia, tal y como explica el escritor y periodista Leonardo Padura.

Dicen que las naciones las moldean sus enemigos y en el caso cubano no se puede perder de vista que cualquier información publicada en la prensa nacional es inmediatamente usada en su contra por EEUU, tanto en campañas mediáticas como en operaciones de inteligencia. La publicación antes de tiempo de la firma de un contrato puede desatar enormes presiones sobre el socio de Cuba y provocar el fracaso de la negociación. Washington destina más recursos en perseguir las relaciones comerciales de La Habana que en rastrear las finanzas de Al Qaeda.

Así se creó una mentalidad de 'plaza sitiada', según la cual todas las contradicciones y críticas debían permanecer en secreto para 'no dar armas al enemigo'. Puede que haya servido en lo externo para protegerse pero lo cierto es que internamente se transformó en 'secretismo', un cáncer que hizo metástasis en toda la nación, lo cual han sabido aprovechar los corruptos y ineficientes para mantener lejos a la prensa, evitando así el escrutinio público sobre sus actividades.

Washington destina más recursos en perseguir las relaciones comerciales de La Habana que en rastrear las finanzas de Al Qaeda

Bajo la presión de la agresión extranjera y la censura del Departamento Ideológico, los medios nacionales se limitaron exaltar los logros de la revolución. La visión crítica desapareció de la prensa, mostrando una realidad sin matices ni contradicciones, tan ajena a la cotidianidad de la isla que los cubanos dejaron de reconocerse en ella. Recuerdan la advertencia de Eduardo Galeano cuando aseguró que Cuba tiene muchos que saben alabarla pero pocos que saben defenderla.

El periodista Raúl Garcés, recién electo vicepresidente de la UPEC, lo resumía asegurando que 'hemos ido conformando un modelo de construcción de la realidad que contrapone el supuesto 'infierno foráneo' al presunto 'paraíso doméstico'. Hemos suplido, frecuentemente, el juicio razonado por la propaganda, la interpretación por las cifras, la noticia por los eventos, el argumento por el adjetivo, la riqueza de los procesos por la síntesis caricaturesca de sus resultados'.

El último Congreso de los periodistas cubanos parece sentar las bases para iniciar un proceso de cambio hacia un nuevo modelo mediático aún sin definir pero cuestionador del viejo estilo de relación de la prensa con el PCC y del secretismo, reclamando mayor acceso a las fuentes y una normativa legal que regule derechos y deberes. La mayoría de los miembros de la nueva dirección de la UPEC son jóvenes, parecen proclives al cambio, algunos de ellos conocen bien el periodismo digital y pueden moverse en el ciberespacio como pez en el agua.

Desde hace bastante tiempo los periodistas cuentan con el apoyo oficial del gobierno para impulsar un cambio, incluso Raúl Castro ha criticado el triunfalismo, la estridencia, el formalismo y la falta de debate público de la prensa cubana, reclamando que refleje la verdadera diversidad de la nación. Sin embargo, hasta este congreso de la UPEC no se había cuestionado públicamente la responsabilidad del Partido Comunista en las deficiencias de los medios.

'Será un proceso largo entender la comunicación como un bien público'

Lo que parece claro para todos es que la prensa hoy no responde a las necesidades informativas de la ciudadanía, la cual ya está buscando fuentes alternativas para enterarse de lo que ocurre en Cuba, a través de Telesur, de internet o de las antenas satelitales de TV. El periodista Raúl Garcés señaló el punto crítico en que se encuentra la prensa cubana, 'aquí hay dos caminos: o resolvemos el problema entre todos de una vez o colapsarán la credibilidad y el poder persuasivo de los medios'.

El recién electo presidente de la unión de periodistas, Antonio Moltó, explicó que la transformación no será un camino sin escollos porque 'hemos tenido que enfrentar burradas y tonterías, y será un proceso largo entender la comunicación como un bien público, entender la democracia horizontal, no solo vertical, donde la diversidad tenga espacio y sea respetada'.

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