El capo del presunto entramado criminal que puso a andar el macromatadero Litera Meat de Binéfar (Huesca) en julio de 2019 con el apoyo de los socialistas aragoneses volvió a ser arrestado en Hungría el pasado 3 de marzo junto a su abogado. En esta ocasión, el padrino de la saga Pini ha vuelto a ser puesto bajo custodia policial tras ser acusado de pagar durante el primer semestre del pasado año 70 millones de forintos húngaros (191.273 euros) a su abogado para que sobornara a un funcionario judicial involucrado en el proceso penal que afronta actualmente.

La Justicia húngara sostiene que existe una "sospecha fundada" de que su defensor le había asegurado falsamente que había dispuesto la conclusión favorable del proceso y el levantamiento de un arresto anterior, tirando del hilo de sus supuestos contactos influyentes. Su letrado mentía y todo apunta, según los investigadores, a que el propio Pini fue víctima de una estafa que finalmente le ha llevado de vuelta al calabozo.

El promotor del macromatadero de Binéfar —Piero Pini— desembarcó en Hungría en 1994, catorce años después de heredar la carnicería de su padre. La creación del matadero de Kiskunfélegyháza —una ciudad situada en el condado de Bács-Kiskun, a unos 130 kilómetros al sureste de Budapest— fue su primera aventura empresarial fuera de Italia.

El matadero comenzó a funcionar en 1996, a nombre de la sociedad Hungary Meat Ktd. Poco después de su inauguración, ya se había convertido en uno de los principales operadores en el mercado húngaro de la carne.

El rey del tocino de Binéfar ha sido arrestado nuevamente solo una semana después de que comenzara en Hungría el proceso penal que se sigue contra él, su hijo Marcello y otros 108 imputados, por diversos delitos relacionados con la gestión del citado matadero de Kiskunfélegyháza.

La investigación que podría estar a punto de conducir a prisión a Piero y a su hijo Marcello — gerente del matadero húngaro— fue llevada a cabo en colaboración con las justicias y las Haciendas de al menos cuatro países europeos y, entre ellos, España, hasta donde, según el fiscal húngaro, se extienden los tentáculos de una enorme red de fraude que, de acuerdo a sus estimaciones, estafó, solo al fisco de Hungría, 6.100 millones de forintos (17 millones de euros) en concepto de IVA y otras irregularidades.

La Fiscalía del condado de Bács-Kiskun cree que la mayor parte de la mano de obra contratada por Pini en Hungría se proveía a través de cooperativas interpuestas que desempeñaban un papel clave en el organigrama de la estafa. Supuestamente, las empresas hinchaban las facturas en connivencia con el italiano para producir falsos costos de IVA que el italiano deducía.

De acuerdo a los investigadores, los contratistas de Pini declaraban unos salarios de sus empleados menores a los reales para reducir de ese modo las contribuciones a la Seguridad Social. Una parte significativa de esos sueldos se entregaban mediante vales "libres de impuestos" que se canjeaban por dinero en efectivo.

Tanto los propietarios italianos de la empresa como el gerente reembolsaron de forma voluntaria los 17 millones de euros en los que se estima la estafa realizada a lo largo de siete años y compensaron la totalidad de dinero defraudado antes de que el fiscal concluyera su escrito de acusación.

Es justamente la condena de tres años y medio de prisión por fraude y blanqueo de dinero solicitada por el fiscal la que Pini pretendía eludir pagando a su abogado para que sobornara a un funcionario judicial. A los cargos anteriores, tendrá que añadir ahora el de tráfico de influencias. Según ha dado a conocer el periodista Attila Rajnai, de 24.HU , el abogado intentaba estafarle a Pini hasta dos millones de euros con la ayuda de varios implicados más, involucrados en el engaño. No obstante, el presunto criminal solo llegó a pagar algo menos de una décima parte de esa cantidad.

El digital 24.HU ha dado a conocer que los investigadores han interrogado a cuatro sospechosos. "Lo interesante es que la ex esposa del abogado detenido es la jefa de la Fiscalía General del contado de Bács-Kiskun", escribe Rajnai.

El matadero de Litera Meat comenzó a operar en la localidad aragonesa de Binéfar gracias al apoyo que brindaron, entre otros, el presidente socialista del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, y el primer edil de la capital de la Litera, Alfonso Adán.

Este último ha admitido públicamente que realizó negocios con el italiano al tiempo que intentaba favorecerle fiscalmente durante esta legislatura. Son varios los cargos socialistas y funcionarios que han ganado también dinero gracias al matadero. Y entre otros, el policía Antonio Díez o la anterior responsable del Ejecutivo comarcal del PSOE, Rosa Altabás. En ausencia de denuncias, ninguno de los funcionarios españoles ha sido investigado para saber si incurrieron en alguna clase de delito o infracción administrativa.

Piero Pini deberá enfrentar también en breve otro juicio en Polonia, donde presuntamente lideró una organización criminal sobre la que pesa hasta el día de hoy la sospecha de la comisión de al menos 86 crímenes. Merced a esa presunta red de fraude, Piero Pini y sus cómplices podrían haber dejado de pagar a la Hacienda de ese país 41,82 millones de euros (180 millones de zlotys) en impuestos sobre las ganancias corporativas.