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Unos sicarios rematan a su víctima en el hospital en Juárez

México sufre 41 asesinatos al día siguiente del mensaje optimista de Calderón

MARIA JOSEP SISCAR

Un día después de que el presidente Felipe Calderón lanzara un optimista mensaje sobre lo acertado de su táctica en la lucha contra el narcotráfico, varios crímenes se sucedían para confirmar que la espiral de violencia y muerte continúa corroyendo México. Mientras los medios reproducían una y otra vez a Calderón asegurando que se está 'avanzando por la ruta correcta' contra el crimen organizado, 41 personas, entre ellas tres niños, fueron asesinadas.

En Ciudad Juárez, el municipio más violento del país, donde la delincuencia ha acabado con la vida de 3.100 personas en 2010, un grupo armado entró en un hospital de la Cruz Roja para rematar a un hombre a quien habían disparado momentos antes.

Los hospitales están declarados zonas de alto riesgo por los constantes ataques

Su hermano lo había llevado a la clínica intentando salvar su vida, cuando los sicarios entraron en el centro y volvieron a disparar al herido y a su familiar, que fue trasladado a otro hospital en estado grave. Fue a plena luz del día. Eran las 11.30 de la mañana.

El año pasado, los hospitales de Juárez fueron declarados por el Gobierno 'zonas de alto riesgo', a causa de los frecuentes ataques perpetrados contra pacientes que eran atendidos de urgencia, del secuestro de 11 médicos y de los asesinatos de otros tres.

El personal sanitario ha hecho varias huelgas para exigir más seguridad, algo que no se vislumbra en esta ciudad, donde el mismo lunes otras cuatro personas fueron asesinadas, entre ellas un menor de 13 años muerto a balazos. Y la fiscalía contabilizó tres ejecuciones más en el resto del estado.

Acribillan al jefe de Prisiones de Sonora cuando sólo llevaba 12 días en el cargo

En el también fronterizo Nuevo León donde hace unos días colgaron de un puente a la secuestradora Gabriela Muñiz, alias La Pelirroja un choque entre el ejército y los narcos mantiene al estado en jaque desde hace tres días.

En Apodaca, un suburbio de Monterrey, la segunda ciudad en importancia del país, los delincuentes bloquearon las entradas a la ciudad y se enfrentaron al ejército con balazos y granadas. Y en Monterrey, un comando asesinó a otro niño de 13 años y a dos veinteañeros.

Erasto Ortiz, el nuevo jefe de Prisiones del estado de Sonora también en la frontera con EEUU fue asesinado cuando llevaba sólo 12 días en el cargo. Se había incorporado tras la destitución del director anterior por presuntos actos de corrupción en 15 penales y la fuga de un preso. A Ortiz le dispararon en su propia casa, pese a tener seguridad privada en la puerta. Tres hombres lo dispararon a quemarropa en la cabeza y el pecho. La caja de Pandora mexicana sigue abierta.

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