Este artículo se publicó hace 15 años.
Sobreviven los pasajeros del avión accidentado en Nueva York
El aparato de la compañía aérea US Airways, que partió del aeropuerto de La Guardia (Nueva York) con destino a la localidad de Charlotte en Carolina del Norte, logró amerizar en el río Hudson
Isabel Piquer
"Prepárense para el impacto", fueron las palabras del piloto que los 150 pasajeros y los otros cuatro tripulantes del avión de la compañía US Airways oyeron antes de estrellarse en las aguas gélidas del río Hudson, en la orilla oeste de Manhattan, en un accidente aparentemente causado por una nube de pájaros.
Según la Administración Federal de la Aviación Civil (FAA) de EEUU, todas las personas a bordo han sobrevivido. Un portavoz de la FAA aseguró que les han llegado "informaciones de que todos están vivos".
El vuelo 1549 acababa de despegar del aeropuerto neoyorquino de LaGuardia rumbo a Charlotte (Carolina del Norte) pasadas las tres de la tarde, hora local, cuando, según los primeros testigos, se topó con una bandada de pájaros. Viendo que perdía el control del aparato, el piloto intentó regresar al aeropuerto pero al ver que no lo lograba, decidió realizar un amerizaje de emergencia en el Hudson a la altura de calle 48 en el centro de Manhattan, muy cerca del portaaviones museo Intrepid, gran atracción turística de la ciudad, y cerca del recorrido de muchos ferrys.
"Parecía un descenso controlado", declaró uno de los testigos presenciales, Bob Read, que lo vio todo desde su tienda. "No iba muy rápido. El contacto con el agua fue relativamente despacio", relató Ben Vonklemperer, otro testigo en tierra. El Airbus 320 se mantuvo a flote el tiempo suficiente para permitir a los pasajeros salir relativamente en orden y refugiarse en las alas, a la espera de los barcos de rescate, que llegaron a los pocos minutos. Ayer Nueva York registró algunas de las temperaturas más bajas del invierno, unos ocho grados bajo cero. El río estaba casi helado.
"No sé muy bien cómo pero el avión no se hundió", dijo uno de los supervivientes, Alberto Panero. "Es un milagro que estemos todos vivos". A los tres minutos de despegar, "oímos un gran ruido", contó Panero a la CNN, "el avión se zarandeó un poco y olimos a fuego y humo. El aparato empezó a girar y fue cuando el piloto nos dijo que nos preparáramos". "Intentamos volver pero no pudimos", dijo otro pasajero que se identificó como Jeff, "creo que el capitán hizo un trabajo estupendo".
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