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Terminan los problemas en los aeropuertos europeos

Las compañías y las autoridades aéreas se lanzan reproches mutuos

DANIEL BASTEIRO

Ni aeropuertos vacíos ni pasajeros aglomerados en las salas de espera. La imagen de ayer en la mayoría de los aeropuertos se parecía más a la de la congestión por vacaciones que a la de la resaca de la peor crisis del tráfico aéreo de la historia reciente. Casi el 100% de los vuelos programados para ayer pudieron despegar, salvo los que partían de un puñado de aeropuertos con problemas en Escocia, Finlandia y Suecia. El volcán Eyjafjalla, que entró en erupción el miércoles de la semana pasada, permaneció ayer estable, expulsando poca ceniza y más lava. Sólo uno de los tres cráteres tiene ahora actividad.

Aunque el caos del tráfico aéreo parece ya solucionado, tanto la gestión de la crisis como los efectos para las compañías volvieron a ser ayer motivo de discusión. La Comisión Europea arropó a los pasajeros engañados por las aerolíneas o que se vieron privados de las compensaciones que les corresponden.

La portavoz de Transportes, Helen Kearns, advirtió de que 'no hay descuentos en los derechos de los pasajeros para las compañías de bajo coste', reaccionando así a las declaraciones de Michael OLeary, director general de Ryanair. Según OLeary, es 'absurdo' pagar hoteles y comidas a los pasajeros atrapados cuando sus billetes pueden haber costado muy poco dinero. Kearns recordó que 'el esquema no es voluntario, las compañías no pueden decidir si participan o no: son obligaciones legales muy claras'. Las autoridades comunitarias están en contacto con los estados miembros, a quienes pedirán que multen a las compañías infractoras, aseguró Bruselas.

Las compañías reclaman una compensación de 1.200 millones de euros por un cierre del tráfico aéreo que les parece precipitado. 'Si hubiesen enviado aviones inmediatamente para ver si la ceniza era en realidad tan peligrosa, habríamos vuelto a volar mucho antes', lamentó Richard Branson, presidente del grupo Virgin.

Sin embargo, la ceniza existe. La Fuerza Aérea británica suspendió ayer todos los vuelos prescindibles al encontrar restos de ceniza mientras volaban dentro de su espacio aéreo. La suspensión afectará a entrenamientos y misiones rutinarias de aviones de combate.

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