Las tropas israelíes han comenzado este jueves su asalto al Hospital Nasser, en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, y han forzado la huida de gran parte de las personas que aún se hallaban en su interior.

La incursión se esperaba desde hace días, aunque la noche del miércoles, las autoridades de Israel emitieron una "orden de evacuación" para los miles de desplazados que se refugiaban en el hospital, el más grande del sur de Gaza.

El Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, ha denunciado este jueves la operación. "La ocupación israelí asalta el Complejo Médico Nasser y lo convierte en un cuartel militar tras demoler su muro sur", informó el portavoz de Sanidad, Ashraf Al Qudra, quien agregó que el Ejército también atacó el departamento de las ambulancias y tiendas de campaña de desplazados internos en el recinto médico.

Lo confirma la ONG Médicos Sin fronteras (MSF), parte de cuyo personal trabajaba en este centro. "Las fuerzas israelíes están llevando a cabo operaciones en el hospital Nasser", ha asegurado la organización en la red social X. Aseguran que su personal médico "ha tenido que abandonar el hospital, dejando a los pacientes".

Israel cree que hay rehenes en el hospital

El Ejército hebreo asegura en un comunicado que dispone de "información creíble procedente de diversas fuentes, incluidos rehenes liberados, que indica que Hamás mantiene rehenes en el hospital" y que "puede haber cuerpos de nuestros rehenes en las instalaciones del hospital", varios de ellos, fallecidos a causa de los propios bombardeos israelíes.

Se cree que han muerto unos 30 de los alrededor de 130 rehenes israelíes de los que todavía no se sabe nada tras su captura el 7 de octubre por las milicias palestinas, que ese día atacaron Israel por sorpresa y asesinaron a 1.200 personas. Fue el detonante de la actual guerra.

Desde entonces, denuncia la MSF, "los equipos médicos y pacientes se han visto obligados a evacuar nueve centros sanitarios distintos tras recibir fuego de tanques, artillería, aviones de combate, francotiradores y tropas terrestres, o ser objeto de una orden de evacuación".

El miércoles le llegó el turno al Hospital Nasser. MSF condenó la evacuación ordenada y recuerda que, el pasado martes, una excavadora militar israelí destruyó la puerta norte del recinto y ordenó a los desplazados que salieran por ella. "Se dijo al personal médico y a los pacientes que podían permanecer en el hospital con un límite de un cuidador por paciente". Hasta este jueves, el personal de MSF permanecía en el edificio e intentaba tratar a los pacientes "en condiciones casi imposibles", asegura la ONG en un comunicado de la noche del miércoles.

Según el Ministerio de Sanidad gazatí, los soldados israelíes también ordenaron a los equipos médicos el traslado de todos los pacientes, "incluidos los de cuidados intensivos y pediatría", a moverse a un edificio concreto del hospital, tarea casi imposible para seis enfermos que requieren respiración asistida.

Horas antes, en pleno asedio del centro, un palestino murió y varios resultaron heridos en un ataque israelí al hospital. MSF recuerda que, en asaltos anteriores a hospitales, "tanto el personal médico como los pacientes han sido detenidos, maltratados y asesinados". 

25 días de asedio

Desde hace más de 25 días, las autoridades sanitarias denuncian el cerco de las fuerzas israelíes entorno al Hospital Nasser, y el pasado martes el Ejército ordenó la evacuación de 10.000 gazatíes que se refugiaban en el recinto médico.

Según Sanidad, hasta este jueves seguían unos 1.500 desplazados en el hospital, donde la situación es "catastrófica", además de unos 190 miembros del personal sanitario y unos 300 familiares suyos. Entre los enfermos ingresados, "hay 273 pacientes que no pueden moverse", 18 de los cuales están en cuidados intensivos y 35 en diálisis, lo que dificultaba su evacuación ante la orden israelí.

Asimismo, las aguas residuales están inundando el servicio de urgencias y los desechos médicos y no médicos se acumulan en los departamentos y patios del complejo, según Sanidad.

Los congregados dentro del recinto también se quedaron sin agua potable o comida, y casi no había fármacos ni suministros médicos "para cuidados intensivos, operaciones o emergencias".

Las tropas israelíes llevan a cabo una ofensiva terrestre desde inicios de diciembre, que también implicó el asedio al otro hospital de la ciudad, el Al Amal, donde más de 8.000 personas ya fueron evacuadas la semana pasada.

Según MSF, "en los últimos días al menos cinco personas han muerto y otras diez resultaron heridas por disparos directos al hospital".

"La gente se vio forzada a una situación imposible: seguir en el hospital en contra de las órdenes del Ejército y convertirse en objetivo potencial o salir del recinto a un paisaje apocalíptico", señala MSF sobre los desplazados, que están "sin lugar a donde ir".

"La gente nos pregunta: 'Dónde es seguro? ¿Adónde deberíamos ir?, pero no hay respuesta a eso, y realmente conduce a un sentimiento de desesperación. La gente ya no sabe qué hacer. Se sienten inseguros y aterrorizados por lo que pueda ocurrir", afirma Lisa Macheiner, coordinadora de proyectos de MSF en Gaza.

La única posibilidad de escapatoria es la ciudad de Rafah, en la frontera con Egipto, aunque los bombardeos y ataques terrestres de Israel también golpean a diario esta auténtica ratonera en la que se hacinan casi 1,5 millones de desplazados de la toda la Franja. Solo es cuestión de tiempo que Israel ataque Rafah al mismo nivel que ya ha aplicado en el norte y el centro de Gaza, a pesar de los llamamientos internacionales para que se abstenga.