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Trump presenta su candidatura y desata la guerra en el Partido Republicano, con Ron DeSantis como alternativa a su liderazgo 

El expresidente lanza su campaña desde Mar-a-Lago, en Florida, en un momento en el que se recrudecen las críticas contra su figura en el interior del Partido Republicano tras los mediocres resultados de las elecciones de medio mandato.

Imagen combinada de Donald Trump y Ron DeSantis
Imagen combinada de Donald Trump y Ron DeSantis. GAELEN MORSE / Reuters

Como había anunciado pocos días antes de las elecciones legislativas del 8 de noviembre, Donald Trump ha presentado su candidatura para las presidenciales de 2024. Lo hizo este martes en un acto en Mar-a-Lago, Florida, donde el expresidente tiene su mansión privada. Trump expuso su candidatura en un largo discurso de 63 minutos fiel a su estilo: deslavazado y repleto de todo tipo de promesas, exageraciones y falsedades. Tras los mediocres resultados del Partido Republicano en los comicios de la semana pasada, su candidatura ya oficial anuncia la guerra interna en la formación por liderar el partido. Enfrente de Trump, cada vez más cuestionado, emerge como principal rival, el candidato que cosechó el mayor éxito en la noche electoral, el gobernador de Florida Ron DeSantis.

En su mitin de este martes, el expresidente ametralló todo lo que se le puso por delante: la presunta "corrupción de Washington DC", "los intentos de los demócratas radicales de izquierdas por destruir el país desde dentro", una izquierda "más preocupada por el medio ambiente que puede causar problemas en 200 o 300 años que por la guerra nuclear", o "el desastre de Afganistán, el mayor desastre en la historia de Estados Unidos".

Junto a esto, se atribuyó falsamente todo tipo de presuntos logros (como haber terminado el muro con México o haber aprobado el recorte de impuestos más severo de la historia del país) y realizó promesas que no cumplió cuando fue presidente, entre ellas, las de prohibir de por vida a los asesores de los congresistas que trabajen luego para un lobby, o la de que en las elecciones se eliminen todas las votaciones anticipadas, el voto en ausencia y las máquinas de votación electrónica. "Sólo habrá papeletas de voto", señaló, si bien no apeló expresamente en ningún momento de su discurso a la narrativa del robo de las elecciones. Como en la campaña para las elecciones de 2016, su idea central es que "hay que construir unos Estados Unidos grandes porque todo el mundo se ríe del país, todos se aprovechan de Estados Unidos. Haré que Estados Unidos sea grande de nuevo".

El anuncio de su candidatura da el pistoletazo de salida a la batalla interna del Partido Republicano por buscar quién será el líder de esa formación para las elecciones presidenciales de 2024, una pugna en la que aparece Ron DeSantis, sobre el que ya Trump ha arremetido en diversas ocasiones en los últimos días. En esa guerra interna no son pocas las voces que, en los últimos días y tras los mediocres resultados en los comicios de medio mandato, han cargado contra Donald Trump y sus intentos de volver a liderar el partido.

Pence: "Hay mejores opciones que Trump para 2024"

El expresidente lo hubo pronosticado el mismo día de las elecciones de medio mandato. En la mañana del 8 de noviembre, en una entrevista al medio online NewsNation, aseguró que estaba dispuesto a aceptar el crédito por las victorias republicanas, pero no la culpa por sus derrotas, que las achacaría a que los candidatos son malos: "Bueno, creo que, si ganan, yo debería recibir todo el crédito. Y si pierden, no deberían culparme en absoluto. Pero probablemente será todo lo contrario. Si lo hacen mal, me echarán la culpa de todo. Así que estoy preparado para todo, pero nos defenderemos", aseguró. Y eso es lo que ha sucedido.

Cada vez son más los líderes republicanos que se expresan en contra de Donald Trump, de terminar con su legado y de hacer un partido nuevo, con otras referencias y otros mensajes diferentes al trumpismo. El mismo vicepresidente de Trump en la Casa Blanca, Mike Pence, cargó contra el magnate el lunes: lo acusó de promover el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 y de, con eso, "poner en peligro mi vida y la de mi familia". Pero no es lo único que ha dicho Pence. Fox News, que hasta este martes no había emitido un discurso de Trump en directo en muchos meses, dedicó un tiempo considerable antes de retransmitir el discurso del expresidente a mostrar una entrevista con el exvicepresidente en la que éste aseguró que hay "mejores opciones" que Trump para 2024.

La avalancha de críticas se incrementa cada día que pasa. La semana pasada, Scott Jennings, un estratega que ha asesorado en las campañas del líder republicano en el Senado Mitch McConnell, se preguntó: "Cómo puedes mirar estos resultados y concluir que Trump tiene alguna posibilidad de ganar unas elecciones nacionales en 2024?".

Este lunes, las críticas a Trump llegaron ya hasta de sus más fieles seguidores, como el senador por Missouri, Josh Hawley, que no es ningún moderado dentro de la formación republicana: ha sido un defensor acérrimo de Trump hasta el punto de que el día del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2020, levantó su puño ante la multitud de partidarios de Trump fuera del Congreso y les dio su apoyo. El mismo Hawley señaló este lunes: "Creo que estas elecciones han sido el funeral del Partido Republicano tal y como lo conocemos. El partido está muerto y los votantes lo han dejado claro".

El mismo McConnell apuntó directamente a Trump en su diagnóstico del resultado de las elecciones: culpó a los candidatos respaldados por Trump de exhibir unas posturas y una retórica que "han asustado a los votantes independientes y moderados".

Precisamente, el acto de anuncio de Trump sucedió en Florida, el estado de quien está llamado a ser su principal rival en unas primarias del partido, el gobernador Ron DeSantis. Éste se ha erigido en el líder del partido por tres motivos fundamentales: su victoria apabullante en las elecciones de medio mandato en su estado, los dispares resultados de los candidatos apoyados por Trump en dichos comicios y el escaso rendimiento general de un partido aún en la estela de Donald Trump (la formación no ha podido arrebatar el Senado a los demócratas y controlará la Cámara de los Representantes por un margen estrechísimo). Si hace cuatro años DeSantis apenas sacó 40.000 votos a su oponente demócrata, ahora le ha sacado 1,4 millones de sufragios.

DeSantis sobre Trump: "Todo eso no es más que ruido"

El gobernador, preguntado este martes por los constantes ataques de Trump desde las elecciones de medio mandato, se limitó a calificarlos de "ruido" y a lanzar un mensaje subliminal al expresidente: "Todo eso no es más que ruido. Lo que realmente importa es si lideras, si te pones al frente de los problemas, si ofreces resultados a la gente y si defiendes a la gente. Y si haces esto, nada de lo demás importa".

Ruido contra Trump es lo que están enviando los medios del otrora aliado del expresidente, Rupert Murdoch, cuyo emporio industrial tiene, entre otros medios, a Fox News, el New York Post o el Wall Street Journal. Todos ellos han cargado contra Trump desde las elecciones de medio mandato. El lunes, el analista político de Fox News dijo, sin ambages, en la cadena: "Trump se ha convertido en una distracción absoluta. Ahora es raro. Necesitamos a alguien que vaya a unir al partido y a hacernos avanzar y no a dividirnos". La semana pasada el New York Post dedicó dos portadas a este asunto: en una se hacía mofa de Trump, en la otra se leía: "DeSantis. El futuro".

Una fuente de News Corporation, la compañía de Murdoch propietaria de dichos medios, aseguró ente martes a The Guardian: "Hemos sido claros con Donald. Ha habido conversaciones entre [Rupert Murdoch y Trump] en las que Rupert le ha dejado claro que no podemos respaldar otra candidatura a la Casa Blanca" y añadió que a Ron DeSantis "se le ve dentro de la organización como una versión saneada de Donald".

La primera víctima colateral de esa guerra interna entre Trump y el resto del Partido Republicano bien puede ser el congresista Kevin McCarthy, fiel al magnate neoyorkino y apoyado por el expresidente para ser el líder el partido en la nueva Cámara de los Representantes, una vez se conforme el próximo mes de enero.

Este martes el partido votó internamente la candidatura de McCarthy para dicha responsabilidad y aunque éste ganó por 188 votos a 31, los opositores al congresista le dejaron claro con estos números que sus aspiraciones quedarán frustradas puesto que necesitará 218 votos de toda la cámara a favor para ello. Es decir, que los republicanos voten casi en bloque y esa unanimidad está más cuestionada que nunca para alguien que está bajo la sombra de Donald Trump.

Una campaña como escudo ante las investigaciones

El expresidente habría anunciado su campaña para que le sirva de escudo protector ante los siguientes pasos que puedan dar tanto la investigación del comité del Congreso sobre el asalto al Capitolio como la del Departamento de Justicia por la presunta tenencia ilícita de documentación clasificada en su residencia privada de Mar-a-Lago, lo que podría conllevar una condena de cárcel e inhabilitación.

Los medios de comunicación también empiezan a dejar de prestar la atención extrema que suscitaba el magnate cuando era candidato para las elecciones de 2016. Este martes, cadenas como la CNN o la NBC empezaron a retransmitir su discurso, pero a mitad del mismo, cerraron la conexión con Mar-a-Lago. Fox News aguantó casi hasta el final, pero también acabó dejando la señal en favor de una mesa de debate, en la que los tertulianos, eso sí, hablaron de Trump de forma elogiosa.

Desde el lado demócrata no hubo demasiadas reacciones. Una de las más destacadas fue la del propio presidente Joe Biden. Durante el discurso de Trump, el mandatario publicó un tuit que decía: "Donald Trump falló a Estados Unidos". El tuit incluía un vídeo en el que había imágenes del asalto al Congreso.

Este es el escenario político caldeado en el que Trump ha lanzado su candidatura a liderar el Partido Republicano. Tras terminar su discurso de 63 minutos, el público que asistía al evento le correspondió con un sonoro aplauso y, tras abandonar Trump el escenario, sonó en Mar-a-Lago la canción de Sam & Dave Hold On, I'm Coming.

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