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Ucrania canta victoria ante la UE, pero la guerra se le tuerce día a día

La estrategia rusa se impone poco a poco ante Ucrania. Y nadie lo quiere decir en alto, pero Ucrania puede ganar Europa y a la vez perder la guerra.

Un obús autopropulsado Archer, de fabricación sueca, de la 45.ª brigada de artillería independiente de Ucrania dispara contra posiciones rusas en la región de Donetsk este 16 de diciembre de 2023.
Un obús autopropulsado Archer, de fabricación sueca, de la 45.ª brigada de artillería independiente de Ucrania dispara contra posiciones rusas en la región de Donetsk este 16 de diciembre de 2023. Thomas Peter / REUTERS

Ucrania recibió esta semana un espaldarazo de Bruselas para comenzar las negociaciones de adhesión a la Unión Europea. Sin embargo, Ucrania es un país en guerra, condicionado por la invasión y la estrategia de Rusia, y con pocas posibilidades de vencer en un conflicto que se alarga día a día en beneficio de Moscú.

La guerra de posiciones que domina la mayor parte de los casi dos mil kilómetros de frente favorece la estrategia del Kremlin, que ahora busca ampliar su área de seguridad en el nordeste de Ucrania para blindar todos los territorios arrebatados y anexionados a Kiev.

Es la primera vez que la UE decide iniciar ese trámite de negociaciones con dos países cuya territorialidad está amenazada de manera directa

El pasado jueves, la UE decidió abrir el proceso de conversaciones para la adhesión de Ucrania y Moldavia, dos países que tienen contenciosos con Rusia. El primero una invasión y una guerra en marcha, y el segundo la práctica secesión de facto del territorio de Transnistria, dominado por fuerzas prorrusas y escenario a principios de los años noventa de una cruenta contienda cuyos efectos siguen determinando la política moldava.

Es la primera vez que la UE decide iniciar ese trámite de negociaciones con dos países cuya territorialidad está amenazada de manera directa.

Promesas de adhesión a la UE

La decisión unánime de los miembros de la UE, favorecida por la decisión de Hungría de "eludir" la votación, fue acogida como una victoria diplomática por Ucrania. Este paso venía a restañar un tanto las heridas provocadas por la decisión, unos días antes, de los republicanos estadounidenses de echar al traste el plan de la Casa Blanca de otorgar 61.000 millones de dólares adicionales en asistencia militar a Ucrania.

Los republicanos reclaman medidas mucho más duras en la estrategia migratoria de EEUU en la frontera con México que por ahora el presidente Joe Biden no está dispuesto a aceptar. Pero no hacerlo dejaría a los ucranianos prácticamente a merced del ejército ruso y obligaría a Europa a asumir toda la carga de la asistencia a Ucrania en unos momentos nada boyantes para las economías europeas.

Sin el monto de Biden, apenas quedarían unos dos mil millones de dólares para enviar armas estadounidenses a Ucrania. Se retrasarían todos los planes militares para recuperar territorios tomados por los rusos y éstos procederían a fortalecerse más en sus posiciones.

De momento la carestía se nota en las municiones, que están siendo ya racionadas incluso en las unidades de combate ucranianas.

Sin las armas de EEUU, Ucrania puede caer en verano

"No hay garantía de éxito con nosotros, pero sí es seguro que fracasarán sin nosotros", indicaron esta semana altas fuentes militares estadounidenses citadas por la cadena CNN.

En Kiev se insiste en la necesidad de que lleguen más armas occidentales para poder lanzar una nueva contraofensiva en la primavera de 2024. En el Pentágono hay mucha cautela y se recomienda la resistencia en las actuales condiciones.

En Kiev se insiste en la necesidad de que lleguen más armas occidentales para poder lanzar una nueva contraofensiva

Un alto cargo del Pentágono indicó esta semana que el próximo verano podría haberse consumado el desastre ucraniano, con un revés significativo o incluso la derrota ante Rusia, lo que, agregó, en declaraciones citadas por la CNN, sería un desastre para la propia seguridad europea y un bofetón para el prestigio de Estados Unidos, hasta ahora el principal valedor de Ucrania.

Por eso el Gobierno de Zelenski mira con una insistencia cada vez mayor hacia la ayuda que le pueda proporcionar Europa, especialmente Alemania, que defiende la asistencia a Ucrania como uno de los pilares de la futura seguridad europea si, como todo parece, Estados Unidos comienza un repliegue de la región. Especialmente si ganan los republicanos las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

Hungría impidió el jueves la aprobación del paquete de asistencia de 50.000 millones de euros destinado a Kiev

En una entrevista con un diario de su país, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, alertó sobre el golpe de timón que Estados Unidos dará en su geopolítica global hacia la región de Asia Pacífico y afirmó que Europa dispone de unos cinco a ocho años para completar la transformación de su industria de defensa. Y antes ha de solucionar lo que ocurre en su flanco oriental con Ucrania y Rusia.

Pero sobre la futura ayuda europea a Ucrania, pesa el veto de Hungría, que este jueves pasado impidió la aprobación del paquete de asistencia de 50.000 millones de euros destinado a Kiev. Esta asistencia ahora reclamará arduas negociaciones a partir de enero para tratar de sacarla adelante, en una carrera de tiempo que Ucrania no tiene.

En Kiev creen que Ucrania podrá estar dentro de la Unión en 2030, fecha cacareada en los planes a medio plazo de la UE como eje de su próxima ampliación. Pero antes habrá que finiquitar de alguna forma el conflicto armado que desató la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022.

Una ayuda a Ucrania que no ha servido de mucho

Pero no hay visos de que el fin de la guerra tenga un horizonte definido. La multimillonaria ayuda occidental (de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña y los países de la UE) a Ucrania para detener a Rusia y tratar de recuperar el casi 18% del país invadido y anexionado por Moscú no ha dado apenas frutos.

En junio pasado, Ucrania, pertrechada con tanques de última generación occidentales, sistemas de misiles estadounidenses e informada por la inteligencia militar de Washington y Londres, lanzó una contraofensiva sobre algunos de los puntos clave de la línea de frente rusa.

Pero la contraofensiva tardó mucho en ponerse en marcha y para cuando lo hizo los rusos habían tenido tiempo de acorazar las partes más vulnerables del frente.

Además, el ejército de Moscú aprovechó para avanzar lenta, pero inexorablemente, sobre algunos de los bastiones mejor defendidos por los soldados ucranianos, como Bakhmut, que acabó cayendo en manos rusas, o Avdivka y Marinka, escenarios estos días de los combates más encarnizados de la contienda.

Los aliados occidentales de Ucrania ya son conscientes de que la contraofensiva ucraniana ha fracasado

Estas dos localidades, de ser tomadas por los rusos, podrían abrir una brecha en las defensas ucranianas y dejar expedito el camino de las fuerzas del Kremlin hacia nuevas conquistas en el este y norte de Ucrania. Algunas informaciones apuntan a que Rusia podría tratar de tomar Járkov, como intentó al principio de la guerra, dada la importancia industrial de esta ciudad, la segunda mayor de Ucrania y muy cercana a la frontera rusa.

Los aliados occidentales de Ucrania ya son conscientes de que la contraofensiva ucraniana ha fracasado y Rusia tiene la iniciativa militar.

Tras las conquistas, ahora Rusia va a por el cortafuegos

El menosprecio occidental y del propio Gobierno del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al ejército invasor ruso se ha topado con una estrategia simple, pero eficaz: una vez arrebatada a Ucrania la media luna de territorio que enlaza el Donbás prorruso, en el nordeste, con la península de Crimea, en el sur, ahora toca asegurar su defensa capturando zonas aledañas de forma que se pueda crear un cortafuegos ante una eventual tentativa de avance ucraniano.

Eso es lo que acaba de reconocer el portavoz del ejército ucraniano de tierra, Volodímir Fitio: Rusia está preparando una ofensiva, con batallones de refuerzo, en el nordeste de Ucrania, al este de Járkov y con la mira en la ciudad de Kupiansk, clave para el dominio del área, con el objetivo de crear una franja de seguridad que corte de raíz cualquier futuro intento ucraniano de avanzar hacia el este.

Rusia celebrará en marzo próximo elecciones presidenciales

Para enmarañar más las cosas, Rusia celebrará en marzo próximo elecciones presidenciales en las que el Kremlin pretende que participen las cuatro regiones anexionadas en la invasión: Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, además de la península de Crimea anexionada en 2014.

Rusia pretende legitimar las anexiones y la misma invasión. Algunos países occidentales, como Reino Unido, han denunciado ya que el Kremlin podría recurrir al fraude o a las presiones sobre los votantes para obtener unos resultados en los territorios ocupados que sustenten esa "legitimidad" de la invasión.

Putin quiere ser reelegido y Ucrania será su banderín

Este domingo, el partido oficialista ruso Rusia Unida respaldó la candidatura a esos comicios del presidente Vladímir Putin, al mando del país desde hace más de dos décadas. Putin podría revalidar su mandato en marzo con más del 70 por ciento del apoyo popular, según las encuestas.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, responde a las preguntas durante la conferencia de prensa anual en Moscú este 14 de diciembre de 2023.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, responde a las preguntas durante la conferencia de prensa anual en Moscú este 14 de diciembre de 2023. MIKHAEL KLIMENTYEV / EFE

Putin ya ha indicado que no está en su voluntad concluir la guerra en breve, menos aún cuando no considera que sus objetivos marcados al comienzo de la invasión no se han logrado. Entre esas metas estaba la desmilitarización de Ucrania.

En Estados Unidos crecen las voces que aconsejan alcanzar una paz con Rusia incluso a cambio de los territorios ocupados

En Estados Unidos crecen las voces que aconsejan alcanzar una paz con Rusia incluso a cambio de los territorios ocupados o de parte de ellos. Zelenski y sus acólitos rechazan tal posibilidad, y defienden aún que es posible la victoria -algo bastante complicado en estos momentos- si el ejército ucraniano recibe todas las armas que reclama, algo más difícil si cabe.

Disensión en las filas ucranianas

Además, en Ucrania empiezan a aparecer los primeros signos de disensión abierta. Ahí están las palabras del alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, quien ha acusado a Zelenski de avanzar hacia el autoritarismo y de cometer graves errores en la planificación de la guerra.

En una entrevista con la revista alemana Der Spiegel, Klitschko reclamó a Zelenski "honestidad" sobre lo que está pasando en el frente bélico. "Puedes engañar con euforia a nuestro pueblo y a nuestros aliados, pero no puedes hacerlo siempre", dijo el edil de Kiev.

Klitschko mostró su respaldó al jefe del Estado Mayor del ejército ucraniano, Valeri Zaluzhni, quien recientemente denunció la gravedad de la situación y llegó a decir que la guerra se encontraba en un "punto muerto".

Pese a sus críticas a Zelenski, el alcalde de Kiev dejó claro que el presidente ucraniano debería seguir en su puesto hasta que concluyera la guerra.

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