El ex presidente Víctor Yanukóvich y la actual primera ministra Yulia Timoshenko lucharán por la presidencia de Ucrania en una segunda vuelta electoral el 7 de febrero. Según los sondeos a pie de urna del consorcio Exit Pool Nacional 2010, formado por tres instituciones sociológicas, la líder pro occidental consiguió el 27,2% de los votos frente al 31,5% de Yanukóvich, el candidato preferido de los rusoparlantes. Otro sondeo de la cadena de televisión ICTV, sin embargo, dio una ventaja de diez puntos a Yanukóvich.

La primera ministra, una de los líderes de la Revolución Naranja de 2004 que apartó del poder a Yanukóvich, entonces un aliado fiel del Kremlín, lo tiene ahora más fácil para pactar con los candidatos derrotados y asegurarse su apoyo para la segunda vuelta.

Según los sondeos, Timoshenko ha recortado la diferencia

Timoshenko parece haber remontado la gran distancia que le separaba de Yanukóvichhace apenas unos días en la recta final de la campaña electoral, recta final plagada de insultos y descalificaciones personales, amén de amenazas de fraudes y de regreso de amenazantes fantasmas del pasado.

Lo áspero de la campaña, además de la negativa tozuda de Yanukóvich a mantener un cara a cara televisado con Timoshenko, han influido en la remontada. En cualquier caso, desde los medios ucranianos se daba por hecho que en un debate televisado Timoshenko podría infringir una derrota aún mayor a su rival, un orador poco locuaz, siquiera entretenido, comparado con la eficaz verborrea de la primera ministra.

Aunque se esperaba la derrota del actual presidente y líder de la Revolución Naranja de 2004, Víctor Yúschenko, sí sorprendió el resultado humillante. Con un 6% de los sufragios el actual mandatario se convierte en un zombie político. Quedó en quinto lugar, por detrás de Sergiy Tigipko, con un 13,5% y ArseniyYatsenyuk, con un 7,8%.

La primera ministra busca el apoyo de los candidatos derrotados

El apoyo de estos dos políticos será decisivo para determinar el ganador de la segunda vuelta electoral. Timoshenko podría intentar fichar para su equipo a Tigipko, un hombre valorado y respetado en los círculos políticos y económicos del país. Para vencer a una alianza entre Timoshenko y Tigipko, Yanukóvich tendría que hacer cabriolas políticas, conquistando a ultranacionalistas y comunistas a la vez.

El frío intenso influyó en la baja participación de un 65%, según la Comisión Electoral Central. En la primera vuelta de 2004, fue del 75%. Algunos votantes llegaron a los colegios electorales haciendo esquí de fondo, otros arrastrando a sus hijos en trineo. En las zonas rurales, los encargados de las mesas visitaron a los mayores demasiado débiles para ir a los colegios para que pudieran depositar su voto. El próximo 7 de febrero se repetirá el ritual.