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Cada vez más hombres piden el permiso de paternidad, pero sin dejar de ejercer un rol secundario

Aunque expertas indican que el uso de las bajas por parte de los padres sin que medie presencia constante de la madre es el marco ideal para desarrollar el rol cuidador frente al de ayudante, esto no se ha conseguido con el diseño actual.

Un menor coge de la mano a un adulto (Archivo)
Un menor coge de la mano a un adulto (Archivo). Freepik

La ampliación de los permisos de paternidad hasta las cinco semanas en 2018 supuso dar un paso hacia adelante en la configuración del rol social del padre, ayudando a garantizar su presencia en el hogar cuando nace el bebé. Tres años después, la igualación de estas bajas a las de maternidad y su tipificación como intransferibles llegó en una apuesta del ministerio de Ione Belarra por la corresponsabilidad y la conciliación.

¿Ha sido suficiente esta reforma para que se materialice el reparto de los cuidados? ¿Ha servido para que los padres cuiden a sus hijos sin la presencia continua de las madres y dejen atrás el rol de ayudante?

El estudio La reforma del sistema de permisos parentales: formas de uso y expectativas de influencia en la corresponsabilidad, publicado este 8 de marzo por la UNED, pone de relieve que aunque ha supuesto "un avance muy considerable respecto a la situación previa, y respecto a la situación en el resto de países europeos", el reparto tácito de las tareas reproductivas todavía está lejos de alcanzarse

Las madres siguen ejerciendo el rol de cuidadora principal

Bajo el actual diseño, ambos progenitores disponen de 16 semanas cada uno, seis de las cuales deben usar obligatoriamente justo tras el parto. Las otras diez, que son de uso voluntario, pueden utilizarse en cualquier momento hasta que el bebé cumpla un año. Sobre este escenario, la tónica mayoritaria (entre el 55% y el 60%) es que el padre pida la baja en el mismo período que la madre.

Como consecuencia, las autoras del análisis, Cristina Castellanos (UNED), Adela Recio (Instituto de Estudios Fiscales), Javier Andrés Jiménez (Instituto de Estudios Fiscales) y Celia Vega (Instituto Nacional de Estadística) advierten de que "dada la generalización de los roles de género en la actualidad, en presencia de ambos progenitores las madres siguen cubriendo mayoritariamente el rol de cuidadora
principal
".

Mientras, "la figura de padre corresponsable —padre que cumple un rol de cuidador principal similar a la madre, que utiliza el permiso para maximizar el cuidado del bebé en el hogar, y estar presente y activo en el cuidado— es minoritaria, menor del 20%", señalan las expertas.

Más hombres que mujeres disfrutan de los permisos por nacimiento

Los datos reflejan que prácticamente todas las madres y padres usan todo el tiempo de baja remunerada por el nacimiento de sus criaturas. Sin embargo, ocurre algo curioso y es que ha equiparación ha afianzado una tendencia que se venía observando desde hace años: que más hombres (73,4%) que mujeres (66,4%) disfrutan de estos permisos. 

¿Cuál es el motivo de esta diferencia? Las expertas señalan que esta dinámica estaría relacionada con "la mejor posición de los varones en el mercado de trabajo, que les lleva a tener mayor acceso a prestaciones contributivas". Al encontrarse en posiciones menos precarizadas, les es más fácil, por ejemplo, llegar a un acuerdo con la empresa para establecer los tiempos de baja.

El estudio refleja que las madres, por su parte, utilizan de forma generalizada todo el permiso a tiempo completo (98,1%) y las 16 semanas seguidas desde el nacimiento. "Solo un 1% no utiliza todo el permiso y el 95% de las madres que usan el permiso a tiempo completo utilizan las 16 semanas seguidas tras el nacimiento", detalla.

La sociedad asume la inercia de la ley

El hecho de que ellos suelan hacer coincidir su tiempo en casa durante los mismos meses que ellas replica, según el informe, "la apuesta por la simultaneidad del diseño español". "Esto es claramente distinto a los referentes nórdicos, donde o bien se da total libertad de uso de los
permisos para un uso sucesivo, como en Islandia, o directamente se prohíbe el uso simultáneo como en Suecia o Finlandia, más allá de una pequeña proporción del tiempo total disponible en el que se permite la simultaneidad, pero en los que nunca se obliga a ella".

De acuerdo con las autoras del informe, "el diseño y estructura que marca la ley conforma un patrón de comportamiento en la sociedad". Como la ley marca seis semanas de simultaneidad obligatoria, "esto se incorpora al comportamiento generalizado", consideran. 

En este sentido, destaca el apenas 8% que usan una pequeña
parte (entre una y cinco semanas), más allá del tiempo en que usan el permiso las madres
. Mientras que en torno a otro 15% de los padres que usan el permiso a tiempo completo también usan una parte significativa (entre seis y nueve semanas) tras el período en el que las madres usan sus permisos.

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