Arranca la campaña electoral que podría poner fin a la hegemonía del PNV en Euskadi
Los partidos abren dos semanas de actos y debates con los que buscarán movilizar el voto de la ciudadanía vasca. La disputa entre EH Bildu y el partido de Imanol Pradales por el liderazgo en el escenario político atrae todas las miradas.
Bilbao-
La cuenta atrás oficial hacia las elecciones vascas ya ha comenzado. Al anochecer de un jueves con temperaturas veraniegas, los partidos políticos que aspiran a conquistar escaños en el Parlamento autonómico han dado inicio a una campaña que podría desembocar en una circunstancia histórica: la hegemonía del PNV está hoy en peligro.
Imanol Pradales, candidato de la formación nacionalista a lehendakari y vecino de Portugalete (Bizkaia), ha abierto su primera campaña como cabeza de cartel nacionalista en Gasteiz, ciudad en la que le gustaría pasar la mayor parte del tiempo después del 21 de abril.
Allí está la sede del Gobierno vasco, ocupada por el PNV durante las últimas cuatro décadas con la excepción de la legislatura que transcurrió entre 2009 y 2012, cuando el PSE, apoyado por el PP y con el mapa político alterado por la ilegalización de la izquierda abertzale, situó a Patxi López al frente del Ejecutivo autonómico.
Hoy el PNV tiene al PSE de aliado, pero le preocupa EH Bildu. La coalición soberanista, que lleva a Pello Otxandiano de candidato y que ha abierto su campaña también en Gasteiz, parte con serias probabilidades de disputarle a Pradales el primer lugar en las urnas, lo que supondría un hito en la política vasca.
"Nada volverá a ser igual a partir del 22 de abril", afirmó el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, en el acto de arranque. "Todos queríamos llegar a este momento y ahora toca empujarlo", remarcó.
La izquierda soberanista realizará una campaña enfocada precisamente en ese mensaje, con el que intentará animar al electorado progresista sobre las posibilidades reales de lograr un cambio político en el tablero vasco.
"Asaltar las instituciones"
El PNV busca contrarrestar esta amenaza con mensajes dirigidos a advertir sobre la "incertidumbre" que encierra votar a EH Bildu. "El 21 de abril nos jugamos nuestro futuro" afirmó. Llamó a elegir "entre dos modelos, uno que encarna "medidas y soluciones concretas" y otro que encierra "una agenda oculta", o incluso entre "libertad" o "imposición y control".
"Tenemos que despertar a la sociedad vasca, explicarle que nuestro actual bienestar está en juego, que todo lo construido puede agrietarse", afirmó desde el escenario. En esa línea discursiva, Pradales sostuvo que la ciudadanía deberá optar "entre un futuro mejor o un futuro peor para Euskadi".
El actual lehendakari, Iñigo Urkullu, llevaba preparado un discurso aún más duro que el de Pradales. En su intervención acusó a EH Bildu de "criticarlo todo, ejercer de ariete, ocultarse tras toda huelga, alentar la crispación, poner palos en la rueda". "Les puede su objetivo de asaltar el poder y desalojar de las instituciones al PNV más que trabajar por toda la sociedad vasca", afirmó.
La llave socialista
Los peneuvistas confían en volver a contar con el PSE como socio clave para mantenerse al frente del Gobierno vasco. El candidato socialista, Eneko Andueza, reivindica precisamente que su partido volverá a ser indispensable para la formación del próximo gobierno, aunque no por ello evita alguna que otra pulla hacia sus aliados preferentes.
En un acto celebrado en Bilbao junto a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, Andueza reivindicó que este jueves ha empezado "una campaña determinante para la ciudadanía vasca". "Nos jugamos tener un gobierno progresista que ponga políticas sociales o un gobierno centrado única y exclusivamente en lo identitario", afirmó.
El PSE recibirá el sábado en Gasteiz a Pedro Sánchez, quien una semana volverá al País Vasco para participar en otro mitin, en ese caso en Donostia. Su rival número uno en Madrid, Alberto Núñez Feijóo, se le adelantará unas horas: el líder del PP estará este viernes, también en Gasteiz, para tratar de animar la campaña de los conservadores.
A la espera de Feijóo, el PP vasco ha lanzado su campaña en el Hotel Catalonia de Bilbao, donde su candidato a lehendakari, Javier de Andrés, vislumbró un "cuatripartito" entre PNV, PSE, Bildu y Podemos, "cuatro partidos que llevan en la misma órbita, gobernando y votando juntos".
El bolsillo del PNV
Mientras tanto, la izquierda confederal, dividida en dos, abrió sus respectivas campañas en el Aquarium de Donostia y el Palacio Euskalduna de Bilbao, escenarios elegidos por Sumar y Elkarrekin Podemos-Alianza Verde respectivamente.
La exministra de Igualdad, Irene Montero, estuvo en el acto de Bilbao, donde reivindicó la necesidad de un Gobierno de izquierda en Euskadi. "El voto a Elkarrekin Podemos-Alianza Verde es el único que no va a acabar en el bolsillo del PNV", afirmó. "Hay muchísimas vascas que no quieren que siga gobernando el PNV", remarcó.
"El PNV dice que es nacionalista, pero solo responde a los intereses de las oligarquías y las multinacionales", dijo Montero en otro momento de su intervención.
Sumar, que contará el sábado con la presencia de la vicepresidenta Yolanda Díaz en Gasteiz, abrió su campaña con intervenciones de las cabezas de lista a estas elecciones. Su candidata a lehendakari, Alba García, llamó a votar a Sumar en las elecciones vascas porque "es el futuro". "Nuestro proyecto político va de que vivamos mejor", afirmó.
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