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Las autoridades polacas impiden que el periodista Pablo González mantenga contacto con sus hijos

Oihana Goiriena, pareja del reportero encarcelado, ha comparecido este lunes ante la Comisión de Asuntos Europeos y Acción Exterior del Parlamento Vasco, donde ha denunciado la situación que atraviesa González.

Otras miradas - Sobre Pablo González y la menguante libertad de prensa
El periodista Pablo González en una imagen de archivo. – PÚBLICO

El calvario tiene mucho de incertidumbre. Cuatro meses después de la detención del periodista Pablo González en Polonia, su pareja ha comparecido este lunes en el Parlamento Vasco para denunciar la situación anómala y "absurda" que esta familia vive desde entonces. Ni ella ni sus hijos han podido hablar con el reportero, preso en un módulo de máxima seguridad.

"Solo puede comunicarse con el cónsul español y con el abogado polaco. Con nadie más", dijo Oihana Goiriena durante su exposición ante la Comisión de Asuntos Europeos y Acción Exterior de la Cámara autonómica. Su participación ha tenido lugar justo un mes después de que el Parlamento de Gasteiz aprobase una declaración con los votos de PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU en la que denunciaba precisamente la detención de González, acusado de "espionaje".

Este lunes, Goiriena –quien ha comparecido a solicitud de Elkarrekin Podemos-IU– denunció las trabas impuestas por los tribunales polacos, que mantienen al periodista "en un módulo de máxima seguridad".

La mujer remarcó las trabas existentes a la hora de mantener cualquier tipo de contacto con el periodista. En una respuesta enviada el pasado 23 de mayo, la Justicia polaca le solicitó por escrito que justifique "por qué quiere visitar a su marido y por qué sus hijos quieren hablar por teléfono con su padre, algo que Goiriena calificó de "absurdo".

El abogado polaco que lleva el caso le dijo en una primera instancia que quizás ella también estaba bajo "sospecha" de los servicios secretos polacos, "pero eso no explica por qué sus hijos no pueden hablar con su padre", subrayó Goiriena.

"Pedimos hablar directamente con Pablo, sobre todo que sus hijos puedan escuchar que su padre está ahí. Puesto que no le dejan llamarnos, eso no solo  vulnera su derecho a una comunicación directa: además, hay tres menores cuyo derecho a comunicarse con su padre también se ve vulnerado. Es bastante escandaloso", afirmó.

Asimismo, la mujer destacó que el abogado polaco que ejerce la defensa de González "tiene prohibido hablar sobre el caso". "Cuando le pregunto por mi marido, la información que me da es bastante escasa", lamentó.

Goiriena ha destacado el trabajo del cónsul español, "único recurso directo y más fiable para comunicarme con mi marido". "Está haciendo de intermediario entre mi marido y yo", subrayó.  Del mismo modo, señaló que González "está bien de salud"  y es "optimista", aunque también "es consciente de que puede estar dos años en prisión provisional esperando el juicio". 

Lamentó además la "falta de comunicación con el Gobierno español". "Me gustaría que el Gobierno de España tuviera comunicación directa conmigo para ver qué están haciendo, qué respuesta han recibido por parte del Gobierno de Polonia", apuntó. 

"Han pasado cuatro meses y seguimos igual. Lo que pedimos es comunicación directa por teléfono, poder visitarle. También que su periodo de prisión no se prolongue y que pongan fecha para el juicio", agregó Goiriena.

"Situación anómala"

Por su parte, el abogado Gonzalo Boye subrayó que se trata de una "situación completamente anómala" que a día de hoy  "no cumple con ninguno de los requisitos establecidos por la UE para un proceso con debidas garantías". "No manejamos ningún tipo de información procesal, solo sabemos lo que han filtrado los servicios secretos y la fiscalía polaca", afirmó.

En esa  línea, Boye puso un ejemplo de las dificultades existentes a la hora de ejercer la defensa de González, con quien no ha podido hasta ahora mantener contacto directo. "No nos atrevemos a enviar carta con nuestra estrategia jurídica, porque sin lugar a dudas la leerían", resumió.  

Durante la reunión parlamentaria, los representantes políticos de Elkarrekin Podemos-IU, EH Bildu, PSE, PNV y PP mostraron su apoyo a la familia del periodista encarcelado. Solo hubo un matiz: el parlamentario del PP Carmelo Barrio dijo que su partido no firmó la declaración de apoyo a González porque no compartían el tramo en el que se acusaba al Gobierno polaco de vulnerar la libertad de expresión. 

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